Chapter eighteen.

6.3K 666 5
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





── GRACIAS MAR, LA TÍA LA MAYORÍA DE LAS VECES NO ME CONTESTA Y ME ASUSTO. ── La voz aterciopelada fue parcialmente irreconocible para la secretaria del hospital, sin embargo, luego de que Olympia dejara ver que era ella, Martha no tuvo ningún problema en contarle en qué andaba su tía. Después de todo, aunque Alice viera el futuro, era difícil que eso pasara si o si, y ella definitivamente no quería beberse a su tía. Martha y los médicos del hospital eran su salvación cuando Letty no le contestaba rápido ─ o dentro de las próximas 4 horas al menos ─.

Con la certeza de que su único familiar sanguíneo vivo estaba a salvo, Olympia pudo emprender su camino hasta su casa. Esta vez fue acompañada por Rosalie, otras veces iba con Esme, lo cual era usualmente cuando la mayor le dejaba comida a su tía y pocas con Alice o Jasper. Con Emmett usualmente iba a cazar, teniendo en cuenta que el chico oso era casi igual de fuerte que un neófito, ya saben, por si las cosas se salen de control.

La fachada externa seguía igual y dentro todo seguía intacto, Letty no había movido nada, mejor dicho, Letty nunca mueve nada, no está el tiempo suficiente en su casa como para mover las cosas de lugar.

Con una última mirada al lugar, Olympia mueve sus pies hacia la habitación de su tía, donde su olor era más concentrado. Rosalie detuvo sus pasos en la puerta de la habitación, dejando que Olympia haga lo que tenga que hacer por sí sola, sabía que ella lo necesitaba. La rubia pudo ver el momento donde la castaña clara aspiraba el aroma de su tía, dejando que la esencia se le quedara grabada en lo más profundo del cerebro. Ella iba cada día a su casa, hacía lo mismo todo el tiempo con la esperanza de que en algún momento, ella pudiera acostumbrarse al corazón latente de su familiar. Olympia realmente no quería acabar con su vida, ella amaba a su tía, era lo único que le había quedado.

Luego de al menos una hora de lo mismo, la castaña oliendo una y otra vez en ropa, frazadas y almohadas, decidieron que ya era hora de irse, aún debían pasar por la casa de Isabella para poder acostumbrarse a su olor y el de Charlie.

Saliendo del lugar, Olympia dejó otra nota; "Hola tía, te dejé una tarta de pollo en la heladera, calientala cuando vuelvas y por favor, come. Te ama, Oly."

Corrieron hasta llegar a las cercanías de la casa de Isabella, estando ella ya en su casa luego de regresar del hospital no podían darse el lujo de irrumpir cuando una bolsa de deliciosa y fragante sangre se encontraba allí a su disposición; no, Edward la mataría al instante, o al menos lo intentaría. Así que ambas solo se pararon allí, en frente de la ventana de la joven, Olympia inhalando de a poco para asimilar el aroma.

Pasando una hora más, ambas creyeron conveniente volver a la casa Cullen.

El primero en recibirla fue Jasper, debido a que Carlisle trabajaba. ── ¿Y, como va la adaptación?

Olympia sonrió levemente. ── Bien, cada vez me voy acostumbrando más, creo que dentro de poco podré ver a mi tía y a Charlie... Aunque no estoy muy segura de Isabella, sigue siendo algo insoportable su olor.

GUYS MY AGE, carlisle cullen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora