GUYS MY AGE, carlisle cullen.

Chapter fourteen.

━━━━ CAPÍTULO CATORCE..

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VOLTERRA HABÍA QUEDADO ATRÁS, PERO RETAZOS DE LOS MOMENTOS MÁS ATERRADORES DE SU VIDA AÚN PERDURABAN EN SU CABEZA, EN UNA MENTE DÉBIL LUCHANDO POR RECUPERARSE TRAS MESES DE SUCESOS Y SENTIMIENTOS HUNDIÉNDOSE EN UN LUGAR OSCURO. Isabella se despertó sobresaltada, con los gritos desgarradores de los turistas siendo drenados en el castillo Vulturi en lo profundo de su mente. No había pasado mucho tiempo desde su primer encuentro con aquella realeza vampirica, y tampoco extrañaría volverlos a ver. Al abrir sus ojos se encontró con Edward, quien mantenía su mano agarrada a la suya, en una clase de apoyo. El cobrizo no sabía que sucedía en su cabeza, nunca lo sabía, y lo exasperaba, pero lo tenía claro ya; no la volvería a dejar, sin importar que.

── Estás aquí. ── Murmuró apenas por lo bajo.

── Puedes dormir, estaré aquí cuando despiertes. ── Le aseguro, al ver su cara preocupada. Sus ojos café miraron hacia otro lado, no muy segura de las palabras que salían de su boca. ── Bella, la única razón por la que me fui, es porque creía que estaba protegiéndote. Necesitaba que tu tuvieras una oportunidad de tener una vida normal y feliz.

── ¿Fue fácil para ti irte?

── Dejarte fue lo más difícil que he hecho en 100 años...Y juro nunca fallarte otra vez. ── Acaricio su cara, reconfortando. ── Charlie viene.

Isabella se dio vuelta, encontrándose con Charlie entrando por la puerta de su habitación

── Hey, ¿estás bien?

── Estoy bien...Papá no tienes porqué preocuparte.

── La última vez que dijiste eso te fuiste y no te vi por tres días, Bella.

── Realmente lo siento, Papá.

── Bella, nunca jamas me hagas eso otra vez. Y estas castigada, por el resto de tu vida, sin importar la nota que Olympia dejó pidiendo que no sea tan duro, y que ella te cuidaria.

── Olympia lo hizo... Ella me cuidó.

── Lo sé, ella es esa clase de persona... Vuelve a dormir, es tarde.

Isabella asintió. Charlie se dio vuelta y cerró la puerta tras él, bajó las escaleras y se sentó en el sofá, frente a la televisión. Sus ojos viajaron hacia la foto suya con una Olympia de 16 años, ambos en ese mismo sillón, comiendo una pizza y viendo un partido de béisbol. Sus padres habían fallecido hacía unos años, y Bella no lo visitaba, eran los pilares del otro. Sonrío apenas, recordaba con claridad que Letty había sacado la foto, y que luego Olympia se la regaló para una navidad. Suspiro, quizás estaba siendo muy duro con su hija, pero realmente lo había asustado. Bufó y se rió por lo bajo, si no supiera que Olympia estaba involucrada y que ella había prometido cuidar de su desastrosa hija, el castigo hubiera sido peor, al igual que su preocupación y la cantidad de canas que le saldrían por el estrés.

Arriba, en la habitación iluminada solo por la luz de la luna, Edward salió detrás de la puerta.

── Técnicamente no estamos rompiendo ninguna regla, tu padre dijo que no podía pasar por la puerta, y entré por la ventana.