Capítulo XII (Su novia)

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P.O.V. David:

No pasó ni una semana desde que mi hermana se fue con el italiano, me mantuve hablando con ella cada día, pero la situación en el castillo no me dejaba descansar.

Desde que la rubia abrió la boca, todos en la familia vivimos con el miedo de que ahora Diana y Alec estén envueltos en algún problema, ni hablar de todos los enemigos que Alec pudo haber coleccionado todos estos años y que buscan el momento perfecto para arruinarle la vida.

Mamá estalló de la furia al saber que esa tal Alison vino al castillo, al parecer ellas tienen algún pasado, y no es muy positivo.

Papá habló con Sergio acerca del tema, él jamás invitó a Alison a venir aquí, ¿Por qué mierda la trajo con él?

Digamos que fue un regaño demasiado tranquilo el que mi padre le dio, porque en mi caso, habría hecho cosas inimaginables por arruinar la tranquilidad que esta familia tardó en ganar.

El día en el que la rubia abrió la boca, Luis fue quien me contactó y me contó acerca del revuelo que estaba causando.

Recuerdo haber ido a buscarla luego, y su voz chillona junto a su actitud engreída fue lo que detonó mi enojo.

Había tres mujeres en mi vida que protegería a morir, y mi hermana estaba en el puesto número 1.

Mi actitud fue tan "fuerte" con Alison, que ella decidió irse apenas dejé las cuentas en claro.

Claro, suelta la bomba y luego se va para ver cómo evoluciona, ¿No?

Apreté los puños inconscientemente, demasiada mierda en tan pocos días. 

P.O.V. Diana: 

Desperté a causa de un sonido que llamó mi atención, y cuando pude escucharlo mejor, me di cuenta de que se escuchaba una canción en el piso de abajo. 

Parpadeé acostumbrándome a la oscuridad, al parecer amaneció porque se veía un hilo de luz solar en la esquina de la habitación. 

Agarré mi teléfono para ver la hora; ocho de la mañana. 

También miré las notificaciones, y un mensaje de mi hermano hizo que sonriera. 

"Hola hermana, ¿Ya me extrañas? ¿Cómo te va con el romeo italiano?" 

Reí y pensé en responderle, pero eran muchas cosas que contar así que le ofrecí hacer una llamada más tarde. 

Seguramente debe estar descansando, así que por ahora me levanté y me lavé los dientes y el rostro, para salir de mi habitación. 

Ahora sí la música inundó mis oídos, una canción suave y melodiosa, creo que era ópera italiana por el idioma y la voz del cantante. 

Y no solo la música me impactó, sino también el delicioso aroma a comida, el cual hizo que mi estómago ruja. 

Bajé las escaleras lentamente, y alcancé a ver a Alec terminando de preparar el desayuno mientras tarareaba la canción. 

Sonreí inconscientemente, me causó cierta ternura al verlo hacer todo eso, se lo notaba relajado y contento. 

Definitivamente estoy conociendo otra faceta suya, claramente en el castillo no se iba a poner a cocinar o poner música. 

Un mínimo ruido que hice al bajar las escaleras causó que su mirada se clave en mí, para darle paso a una sonrisa. 

—¡Buongiorno! —exclamó —Estaba a punto de ir a despertarte. 

(Traducción al español: Buenos días)

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