Capítulo 7

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Domingo, tenía el resto del día libre, y Celeste me permitió entrar el Lunes más tarde como parte del agradecimiento por quedarme el Sábado, además de que me pagó el doble.
No me permití seguir durmiendo, quería aprovechar que el clima estaba hermoso.
-¿Cuándo venís al campo La?-mi hermana Delfina llegó hace unas horas para pasar tan solo tres noches en Buenos Airee, ella y su marido vivían lejos, a varios kilómetros.
-¿Cómo está Albert? ¿Porqué no pudo venir a merendar?-cambié de tema.
Albert conoció a mi hermana cuando vino a la Capital para estudiar agrononía, él era un empresario español que llegó al país para hacer negocios, ella hizo una pasantía trabajando en esa empresa, y se enamoraron.. Albert dejó la vida de lujos para vivir en el campo, por amor.
Mi hermana podría vivir perfectamente rodeada de lujos, lo que nunca tuvimos de chicas, pero sin embargo eligió al maíz, las vacas, los caballos, las gallinas, las plantaciones de frutas y verduras, eligió la vida difícil, la vida en la que sí o sí hay que trabajar.
-Bien, haciendo trámites, visitando ex clientes que le deben plata, ¡no cambies de tema! ¡Prometeme que vas a venir a visitarnos cuando nazca tu sobrino!-Delfina elevó sus cejas y se cruzó de brazos.
-Te lo prometo-terminé asintiendo con la cabeza- igual falta mucho...
-¡Pero ya te comprometiste a visitarme! Por lo menos sé que lo vas a hacer... Vos siempre cumplís con las promesas
-Siempre pienso cumplir con mis promesas, odiaría ser cómo mamá.. Vivía prometiendo, mintiendo
-¿Podes no hablar así de ella? No está más en este plano cómo para poder defenderse-Delfina se puso triste.
-Yo... Es mi mamá, es nuestra mamá, y la amé aún con sus miles de defectos, sé que hizo lo que pudo.. sé que hicimos lo que pudimos para ayudarla con las adiciones
-No teníamos recursos en ese momento.. y hicimos lo que pudimos.. No seas injusta con ella, sabes que no quería ser la clase de persona que fue en el último tiempo antes de matarse
Matarse... ¡hace demasiado tiempo no hablaba de esto con alguien! ¡Ni con mis amigas!
Mi mamá era una adicta, en el único momento que casi no consumió drogas y estuvo "limpia" fue cuando estuvo embarazada, quedó embarazada joven, de su primer novio, cuando seguía estudiando en el colegio del pueblo, obviamente fue el chisme de todos los alrededores, no solo porque era joven, porque era adivina a las drogas y su mamá, mi abuela la hecho de su casa.
Siempre la admiré por la fortaleza que tuvo para seguir adelante después de ese episodio traumático, se armó de "coraje" y trabajó de lo que pudo, limpió casas, se mudó a un mono ambiente con mi papá, el cual no trabajaba, seguía estudiando, mi mamá siendo adicta igualmente lo apoyaba, los fines de semanas salían y con Delfi nos quedábamos solas, yo la cuidaba a ella, porque era la menor.
Mi papá dejó a mi mamá apenas terminó el secundario, se vino para Buenos Aires a estudiar a la facultad pública, y aunque al principio yo también viajé acá para intentar conectar entendí que no le importaba, no le importé yo ni mi hermana.
Se me escapó una lágrima y me hice la boluda, la aparté de mi cara y volví a cambiar de tema.
-Te prometo que voy a conocer a mi sobrino.. y.. gracias por darme el honor de ser la madrina
Delfina también se emocionó y me abrazó, nadie más que nosotras sabíamos todo lo que atravesamos para este presente, para ser libres y poder hacer nuestro camino.
-¿Cenamos en la semana? Nosotras y Albert-esbocé una pequeña sonrisa, mi hermana me abrazó, se despidió para irse.
-Sí, ¡y podes decirle a tus amigas!
-¡Si pueden! Es una buena idea
No dejé de sonreírle, se alejó después de que le abrí la puerta, y me saludó con la mano.
Una vez sola me propuse lavar lo que habíamos usado, ella me hizo comer mucho, porque cómo estaba con antojos le cumplí todos los caprichos, y comimos demasiado y a la par.

  El Lunes tuve que ir a la casa de Celeste temprano, no porque me lo haya pedido, me lo pidió Peter, tenía que explicarme sobre el plan en el que me pensaba involucrar, obviamente mi jefa se sorprendió.
-¿Al final no te dije que hoy podías entrar más tarde?-se quedó extrañada-¿me olvidé? El otro día tenía la cabeza en otra, ¡que vergüenza Lali! Hoy podías descansar más y..
-Todo bien, llegué antes porque olvidé que me dijiste eso, ¡justo ahora lo recordé! ¡Ahora que me lo recordaste!-¡que mentirosa!
Celeste elevó sus cejas no muy conforme con mi respuesta.
-Ok.... Bueno, yo ya me voy, Michael está en una reunión
-Son las siete y media de la mañana-¿porqué hablé en voz alta?
-Clientes de afuera, ¡tienen el horario cambiado! ¡El jet lag!-Celeste intentó convencerse a si misma de que esta situación era normal- aprovecho y voy a mi oficina antes, ¡tengo mucho trabajo! Y gracias por lo del sábado-me lo agradeció por decimaoctava vez, me sonreí y ella me correspondió a la sonrisa.
Caminé hacia la cocina e hice lo de siempre, las tostadas, jugo exprimido de naranja y café, leche chocolatada para los chicos, que se sorprendieron al verme.
-¿No tenías vacaciones hoy?-Franco se rió y miró después a su hermano.
-Vino para estar cerca del tío Peter-Tomás le respondió ese rumor absurdo que me implicaba a mi en mi propia cara.
-¡Ustedes dos! ¿Siempre se meten en cosas de adultos?-Peter los regañó como si fuera el padre... Por ahora les está dando más atención que el verdadero padre-¿mi hermana Lali?
-Hola, ¿no?-le serví una taza con café y se la di, él se quedó mirándome.
-Hola, perdón-lo tomé desprevenido.
-No todo en la vida vas a solucionarlo pidiendo perdón-se lo susurré cuando se alejó de sus sobrinos- decí que entre los dos no pasó nada grave, es más no pasó nada, pero las personas a veces se hartan de las palabras.. y..
-Esperan acciones-dijo exactamente lo que yo estaba pensando- entiendo, mala mía, y sí, entre los dos no pasa nada-me agradeció por el café, dio media vuelta para irse pero volvió-¿mi hermana?
-Se fue a trabajar.. y.. ¿No ibas a decirme algo?
-Antes tengo que dejar a mis sobrinos en el colegio
-Ok.. Bueno, los dejo que desayunen
-Podes quedarte-Peter me hizo señas para que me siente en la mesa, fue raro, el sentarme con ellos, en la mesa donde solo se sentaba la familia, pero Tomás y Franco eran amables, yo sabía perfectamente que era afortunada de trabajar en lo de Celeste, mi mamá cuando trabajo limpiando casas no la tuvo fácil, tuvo jefas y jefes que la trataban mal.
Finalmente Peter llevó a sus sobrinos al colegio, en eso volvió y lo hizo con otra bolsa de marca.
-¿De que pretendes que me disfrace hoy?-elevé mis cejas y saqué de ahí un blazer negro, era con una tela... Suave y algo brillante, un brillo sutil, y no era todo, en la bolsa había un pantalón palazo negro y una camisa blanca-¿empresaria?
-Algo así... Podemos ser una pareja de empresarios, ¿no?-intentó hacerse el gracioso, negué con la cabeza.
-No sé nada acerca de negocios... ¡nada! No sirvo para esto Juan Pedro, te cruzaste con la persona equivocada, no tengo tu formación, ¡con suerte terminé la secundaria! Y..
Él posó sus manos en mis hombros y soltó un suspiro.
-No hace falta que hables mucho, solo te necesito cerca
-¿A tu esposa?-sonaba tan raro decirlo.
-Sí... mi esposa falsa-la voz se le fue bajando- ¿te cambias? Y me cambio, ahora me cambio
No me dejó responderle, simplemente se fue, cómo si estuviese escapándose de algo
Agarré la ropa y me vestí en mi habitación, hice un esfuerzo para transformarme en otra clase de persona, una "exitosa" y que es digna de un marido con apellido Lanzani.
-¡Hola Mariana!-me saludó su cliente más viejo, era desagradable, me miraba demasiado, Peter se dio cuenta de mi incomodidad y me tomó de la mano.
-Recordás a mi esposa-marcó su "territorio"- mi esposa es mi compañera en cada aventura que emprendemos juntos, ¡la de reunirnos hoy para llegar a un acuerdo es una!-rápidamente cambió de tema, su cliente dejó de centrar su atención en mi, pero Peter no me soltó de la mano, al llegar otros clientes vi a sus mujeres, llevaban anillos brillantes, ¡¿no tenían miedo de usar algo así en este país?!
-Son todos extranjeros-noté, le hablé a Peter en un susurro al alejarlo de la multitud, lo hice salir al exterior, a un patio interno del hotel donde era la reunión- si me hablan en inglés estoy muerta
-Estoy con vos Lali, no te separes de mi lado, e ignorá a cualquier estupidez que puedan decirte
-¿Y a las miradas?
-No va a pasar más-suspiró.
Peter me ofreció su mano y la tomé con la mía medio desconcertada, volvimos al salón alquilado, almorzamos, hablamos y las mujeres me hicieron sentir que pertenecía a otro planeta, no al planeta tierra.
-¿Tenes Instagram?-una me miró de arriba hacia abajo-¿te busco como Mariana Lanzani?
-Quise desconectarme de las redes y las cerré momentáneamente-mentí.
-¿Y cómo te enterás de quienes le escriben a tu marido? Hay cada zorra que quiere robar a la pareja de otro-la mujer pelirroja- descaradas..
-¿Tu historia no empezó así?-la que me pidió mis redes puso en aprietos a la pelirroja.
¡Que puterío! 
-Confío en él-las miré y sonreí nerviosa, asentí con la cabeza.
-Yo no lo haría... ¡nunca hay que confiar del todo!-otra mujer más se metió en la conversación.
El aire comenzó a faltarme, las vibras de mierda me estaban sofocando.
Me alejé, salí otra vez hacia el patio y Peter apareció por arte de magia, cómo si me hubiese leído la mente me rodeó con sus brazos.
-¿Qué haces?-me alejé, reaccioné tarde.
-Fueron... ¿Fueron duras? Te.. Te acorralaron, ¿no?
Quieta, me quedé quieta.
-Sabías que iba a pasar, ¿no?-elevé mis cejas- ¡me hiciste pasar por un momento de mierda para quedar bien! ¡Yo no pertenezco a tu mundo! ¡Detesto lo superficial! ¡No sé porque sigo haciéndote la "segunda"!
Me solté de su agarre.
-Lali
-Lali NO, Lali se va, a Lali se le acabó la paciencia y la voluntad para lidiar con demasiadas malas vibras, me voy a comprar palo santo
Tal vez fui demasiado dramática, me fui, abandoné el lujoso hotel y por suerte los clientes de Peter no repararon en eso, estaban tan en la suya que por suerte mi huída me salió bien.
Caminé con los tacos aguja y se me torció el pie, puteé y rengueando quise acercarme al cordón de la vereda para pedir un taxi.
-Ey-Peter llegó y me sostuvo pegada a su cuerpo al darse cuenta de que estaba mal del pie-mierda
No le hablé, me cargó como si fuese liviana gran parte del camino hacia su auto, nos subimos y me llevó a una guardia, por una tontería, después de que me revisaran volvimos a la casa de Celeste.
-Perdón...-lo noté entre avergonzado e ido.
-Yo... No me siento cómoda haciendo de tu esposa, no soy como el resto, no conozco Europa, Asia o Estados Unidos, no sé otras lenguas, soy niñera Peter, cuido nenes, les hago comida, limpio, ordeno... Quedó muy demostrada lo diferente que soy a las mujeres de tus clientes, les preocupa cosas que no me preocupan, porque no es mi vida.. y si mi vida fuese algo así jamás sería cómo la de ellas... No soy la perfecta esposa que pretendes que sea, ya no más
Negué con la cabeza y lo miré firme, Peter no se intimidó, se quedó mirándome a los ojos... y me quemó, me penetró y el nerviosismo invadió mi cuerpo.
-Me gusta cómo pensas.. No sos superficial, pero lamentablemente en este momento necesito que lo seas-me tomó de la mano, inmediatamente lo solté.
-Me estas pidiendo que vaya en contra de mis principios, y no pienso negociarlo... soy cómo soy, me tomas o me dejas, puedo ser tu "esposa", pero eligiendo mi ropa, siguiendo mi estilo y tratando de ser lo más fiel posible a mi esencia... a mi ser
Los ojos de Peter Lanzani brillaron, fue por una milésima de segundo.
Lo escuché reírse y simplemente me sonrió, ¡¿porqué se veía adorable?!
-Trato hecho
-Entonces..
-Tus condiciones son tus condiciones, pienso respetarlas-asintió- entonces... vas a seguir ayudándome
-Sí-mordí mis labios y suspiré, ¡era una completa locura!- voy a cambiarme, no vaya a ser que tu hermana me vea disfrazada
-Te ves muy bien-¿me halagó?
Lo ojeé de manera bastante descarada y me ganó el impulso.
-Vos no te veías mal
Di media vuelta y me tapé la boca con la mano al llegar a mi habitación.
¡Qué estúpida!

El destino me golpeóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora