Capítulo 13: Demonio y Ángel

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Si alguien me hubiera dicho que me mudaría a España, que iba a conocer a un grupo de amigos que son únicos y sobre todo que mi vida cambiará al cien por ciento por una persona que tiene ojos azules; lo primero que le diría es que estuviera loco pero ahora soy yo que está loca o más bien sorprendida por la cantidad enorme de dinero que tengo dentro de mi mochila. El chico de ojos grises fue muy amable y caballeroso aunque no puedo negar que si echó todo a perder el esfuerzo de mi tía y la mía pero.... tengo como remediarlo.

—Y esa cara?— alzo la cabeza para ver quién me habla.

—Acaso vistes algo que no debías ver?— Judie está con una sonrisa traviesa de oreja a oreja.

—No, solo que esta sorprendida porque le dieron una cantidad fuerte de dinero— habló Kislev desde su asiento comiendo su almuerzo.

Judie parpadea un par de veces hasta colocarce alado mío.

—Robastes un banco?

—Qué?— fue lo primero que dije —Claro que no!

—Entonces pasen contexto que no entiendo.

Escucho como Kislev suspira y voltea donde está Judie, quince minutos después Judie no deja de mirarme a mí y a Kislev asombrada por todo lo que le contó.

—No me jodas.... me estás diciendo que.... tienes como para vivir en marte?— pregunta sin ocultar su asombro.

Kislev y yo nos miramos confundidas.

—Lo que te trato de decir, es que ese chico le dio una buena cantidad por los daños que causó.— apunta Kislev.

—Por unos postres?

—Eran más de cincuenta postres— aclaré.

Judie me ve.

—Conoces a ese chico?— Kislev pregunta mirando a Judie.

Veo como se toca su mentón mientras mueve los ojos de un lado a otro.

—Hay muchos chicos con ojos grises en esta preparatoria— dice —de dónde me dijistes que era?

—Tenía la camisa del equipo del fútbol— digo.

De nuevo se toca su mentón.

—La verdad es que no conozco a nadie del equipo de fútbol— eso hace que me decepcione.

—Y para qué quieres saber quién es?— pregunta Judie.

—Esa pregunta también me hago— Kislev no dejaba de mirarme de reojo.

—Ya tienes el dinero —dice Judie— qué más quieres?

Niego con la cabeza.

—Dónde están los demás?— cambio de tema.

—Ivan e Ilai?

—Si

—Ivan tiene entrenamiento hoy y como siempre Ilai tiene que acompañarlo— Judie suspira y se acomoda en el asiento.

—Y por qué no estás acompañandolos?— pregunto.

—Ya los vigile en las primeras horas— cierra los ojos —yo también necesito un descanso.

Parpadeo un poco.

—Y se puede saber por qué los vigila?

—No quiero otro escándalo en la preparatoria— dice— ya fue suficiente en año pasado.

Eso hace despertar mi curiosidad.

—Qué pasó el año pasado?— pregunto.

Judie abre un ojo.

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