Capitulo 15: Un Miembro de Vongola

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El atardecer se pintaba ya en las calles de Namimori, la luz del sol poco a poco se desvanecía del cielo, dejando a las nubes que volaban solitariamente en la noche
Los últimos rayos del sol estaban pegando ya en su templo, el cuál estaba en un estado deplorable, algunos árboles de alrededor estaban caídos, partidos, quemados y otros por completo desaparecieron, el templo apenas y estaba de pie, el edificio parecía como si hubiera sobrevivido a un terremoto de gran escala, hoyos por todo el suelo del lugar se hacían presentes, era sin lugar a dudas un campo de batalla

En aquel lugar un anciano vistiendo lo que parecía ser un traje de monje budista, llevaba en su frente una tiara dorada y en su cara unos lentes de línea oscuros cubrían por completo sus ojos, lo extraño en aquel hombre era su peludo cuerpo, pues además de la enorme barba y el cabello gris que yacían en su rostro, sus brazos y piernas estaban cubiertas por pelo grisáceo dándole así la apariencia de un hombre mitad mono

Aquel anciano estaba sentado en el suelo fumando una gran pipa mientras disfrutaba abundante comida junto a un hombre y un niño mientras les contaba una historia
-...Asi que, despues de lo que pasó con la mafia humana y las tres grandes facciones bíblicas, los seres mitológicos no sé quedaron de brazos cruzados, llamenlo miedo, envidia o simplemente corazonada, pero muchos querían sacar del juego a los humanos con las llamas creadas de determinación, aunque no es como si fuese la primera vez que los vieran, a veces ocurrió que en el mundo aparecía un humano que despertaba esté poder, y aunque era una interesante el saber que haría aquel humano con tal potencial, cuando alcanzaban cierto nivel de poder estos desaparecían y los seres mitológicos no los veían como una amenaza... el problema ocurrió cuándo las llamas de última voluntad comenzaron a presentarse con más frecuencia y los humanos que las despertaron habían empezado a concentrarse y esconderse en un lugar lejos de la vista de todos los observadores, el bajo mundo- Explicó aquel viejo hombre mono mientras exhalaba humo de su boca, prosiguió:
-Debo admitirlo, respeto mucho al primer Vongola, un tipo fuerte que uso un poder increíble para darle esperanza a su raza, se puede decir que soy un admirador... pero si hablamos de la segunda generación las cosas cambian JOJOJOJO El Segundo Vongola dejo muy en claro que no buscaba la paz, convirtió en zona de guerra todo el continente Europeo, domino el bajo mundo con puño de hierro y debido a que lo sucedido entre humanos que no le sirven a ningún dios nunca es de incumbencia para los dioses, las facciones divinas se hicieron de la vista gorda a las acciones de la familia Vongola, ese mocoso hizo lo que quiso y nadie lo detuvo, sin embargó yo estoy seguro que los dioses no hicieron nada por otra razón JOJOJO Pero en fin, después de la muerte del Segundo Líder Vongola, algunos dioses se reunieron y como un montón de oportunistas llegaron a la conclusión que Vongola era una amenaza para el mundo y debían desaparecer, me mandaron a mí para el trabajo. El plan era simple, solo tenía que robar aquello que les hacía especiales, los Anillos Vongola, así que con mi amigo Yu-Long fuimos a causar un alboroto contra el Tercer Vongola y sus guardianes, debo admitirlo, ese chico Vongola era fuerte, después de no tener un buen oponente durante trescientos años la verdad es que me aflojó algunos músculos y tuve que ponerme serío, al final en una guardía baja pude hacerme con el anillo Vongola. Cuando me dispuse a escapar con mi botín paso algo a lo que no puedo darle crédito, el anillo se prendió en llamas y de la nada solo sentí como la muerte ya venía, pues una explosión ocurrió dentro de mi y sangre comenzó a brotar de cada orificio de mi cuerpo, pueden decirme loco, pero en ese momento estoy seguro que escuché a una voz susurrarme al oído "No eres tu"-

-¿Y luego que paso? ¿Cómo logro salir de esa, Wukong-san?- Preguntaba con gran interés un chico alto de cabello negro y peinado de copete al puro estilo de un delincuente, los rasgos en su cara eran demasiado pronunciados y duros, el nombre de está persona era Tetsuya Kusakabe, su ropa parecía estar sucia y su cuerpo tenía algunos rasguños y moretones, se encontraba sentado frente al viejo hombre mono escuchando su historia con sorpresa

Ascenso De La Faccion De La MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora