Capitulo 24: Miseria

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Dentro de uno de los salónes de aquel viejo edificio escolar, Tsunayoshi Sawada a quien el bajo mundo reconoció como el Décimo Heredero de la familia Vongola acababa de escuchar la petición de su nueva amiga mientras un par de chicos intentaban recobrarse del ataque que habían sufrido

-...¿Están bien, Motosuda-senpais?- Quien hablo fue Koneko Toujou, una linda chica albina de baja estatura y cuerpo pequeño, quien con un rostro estoico observaba al par de chicos que seguían en el suelo mirando hacia abajo y había combinado sus nombres para ahorrarse tiempo innecesario, después de todo no les tenía ningúna clase de respeto a ese par

Los chicos no dijeron ni una palabra, cabizbajos intentaban ponerse de pie por su propia cuenta

-¡Je! Oye, Motohama, esa pequeña chica si que te dió una paliza- Dijo Matsuda quien se limpiaba la saliva que había salido de su boca debido al golpe que sufrió en el estómago

-juju ¿A mí? ¿Y que me dices tu? Siempre jactandote de ser más atlético que yo y te derribo una mocosa de la mitad de tu tamaño- Fue la respuesta que dió Motohama, quien levanto del suelo lo que quedaba de sus lentes e intentaba acomodarlos para ser usados

-jejeje- Río Matsuda irónicamente mientras se levantaba del suelo

-jujuju- Río Motohama con la misma ironía levantándose igualmente del suelo

Ambos se rieron unos segundos más y después se quedaron en silencio hasta que uno de ellos volvió a romper en furia

-¡Maldita sea!...Durante toda mi estadía en la academia he recibido muchas palizas de chicas...pero entonces porque está se siente diferente- Dijo Motohama aprentando sus puños con frustración

-Se suponía que estamos aquí porque somos fuertes, entonces ¿Porque nos ganaron fácilmente unas mocosas planas como tablas de planchar y enanas como pitufos?- Hablo Matsuda mientras tomaba su calva y la sacudía rápidamente, no se dió cuenta, pero las palabras que utilizó hicieron enojar un poco a Koneko

-Vaya vaya, Al parecer estos chicos tienen más orgullo del que pensé- Fueron las palabras de Akeno Himejima, una hermosa chica pelinegra de actitud elegante y cuerpo de ensueño, se encontraba cargando a un pequeño vestido con un mameluco de Vaca quien comia una paleta de espiral tranquilamente sin hacer escandalo

-Eso está bien, después de todo tenemos nueve días para mejorar en todo lo que podamos- Hablo Yuuto Kiba, un chico rubio y apuesto quien aunque tenía una sonrisa en el rostro, estaba emocionado por la pelea que vendría

-Pues a mi parecer solo son palabras de debiluchos- Dijo Koneko con un tono estoico haciendo que las venas del par de bestias pervertidas estuvieran por reventar

-¡¡SUFICIENTE!!- Gritaron con furia el par de pervertidos mientras miraban a quien habían reconocido como su mesías -¡¡ESTO ES TU CULPA, TSUNA BASTARDO!! ¡¡NOS VIMOS DEBILES POR TU CULPA!!-

Con la furia desenfrenada estuvieron a punto de saltar en contra de su amigo castaño, sin embargo antes de que pudieran hacerlo la chica albina les tomo del cuello de la camisa y con un movimiento de sus brazos, impacto las cabezas de los chicos una contra otra haciendo que cayeran inconscientes

-Que Senpais tan ruidosos- Dijo la albina mientras miraba en el suelo a ambos chicos, pese a ello, sentía un poco de tristeza por como se sentía el par

Aunque había ruido que hicieron ambos chicos, el joven castaño y la joven pelirroja que habían comenzado a platicar ni se inmutaron por lo que pasaba a su alrededor y continuaron su charla

-...¿Eh?...Con ayudar, ¿Te refieres a ayudarte contra ese tipo Raiser?- Fue la simple pregunta que Tsuna hizo a la mujer pelirroja que sostenía la mano quemada del Vongola para curarlo con su poder

Ascenso De La Faccion De La MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora