Perros callejeros y ratas extranjeras con WhatsApp
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La fiesta por la culminación de la grabación de la cuarta temporada de la serie estaba yendo muy bien. Fyodor había revivido después de que Nikolai dijese que aprovecharía su inconsciencia para botar toda la reserva de vodka que tenía el ruso escondida dentro de las macetas y Dazai pudo vivir en día más ya que del miedo él mismo se noqueó con la sartén porque es pendejo.
Disfrutaban y charlaban tranquilamente, recordando algunas partes graciosas en las tomas o alginas no tanto, todos coincidían en que el guionista Asagiri Kafka debería tratarse esas ansias de deprimir que tenía últimamente.
Todo era paz hasta que...
—¡Chuuya, Dazai! ¡VENGAN ACÁ! —gritó Nikolai Gogol persiguiendo a esos dos por todo el lugar.
¿La razón?
Demasiada ingesta de dulces.
Y ya saben:
Chuuya + Dazai + Dulces = catástrofe.
—NUNCAAA. —exclamaron los dos al unísono corriendo por todo el apartamento, llevándose consigo lo que se les cruzara; hasta que chocaron con el pobre Sigma.
—NO, MI MEJOR AMIGO. —Gogol lloriqueó mientras recogía su preciado celular último modelo, mientras Sigma aún tirado en el piso lo miraba con cara de «¿¡Y yo qué!? (╥﹏╥)».
Y se preguntarán: ¿dónde están los dos locos por los dulces?
Pues... sencillo:
Chuuya corría por el segundo piso gritando Arahaba-no sé qué de los otorgantes oscuros o qué sé yo, mientras que Dazai lo hacía en el primero de un lado para otro, moviendo los brazos como una gallina loca; pero el problema más grande es que Dazai estaba en calzoncillos, dando una imagen muy graciosa pues estaba lleno de vendajes que se le habían soltado por todos lados, pareciendo una piñata gigante de una momia con papel higiénico envuelto alrededor.
—OSAMU, PONTE LOS PANTALONES. —gritó Gogol amenazándolos con la chancla asesina.
—NUNCAAA, ME VOY CON MIS AMIGOS LOS UNICORNIOS —dijo montándose encima de Akutagawa—. ARRE, ROCINANTE.
—¡Dazai-san, no soy un caballo!
¿Este se volvió a comer un hongo alucinógeno? Porque sí, aquella escena fue totalmente improvisada para pesar del director.
—¡¡¡Enano rabioso, déjame!!! —decía un Fyodor bajando por las escaleras a duras penas.
Explico: bueno, por efecto de los hongos alucinógenos de Mario (dulces), el loco de Chuuya, se volvió más loco de lo que era, subiéndose encima de Fyodor mientras mordía su cabeza como si fuese un panqueque.
Fanátic@s del Fyoya, aquí tenéis vuestro fanservice.
—CHUUYA Y DAZAI, VENGAN AQUÍ SI NO QUIEREN QUE LES DÉ CON LA CHANCLA. —Gogol continuó con sus incansables regaños mientras sostenía el arma homicida en la mano.
—JAMÁS —gritaron los dos drogados y salieron corriendo del apartamento—. NUNCA NOS ATRAPARÁN CON VIDA.
—Nunca dudes del poder de la chancla. —dijo Paul Verlaine saliendo de no sé dónde.
—¿Y tú de dónde saliste? —preguntó asustado Atsushi mirando el espectáculo mientras comía palomitas de maíz.
—De Narnia~ (~‾▿‾)~ —respondió y se fue por donde vino.
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Un día de PLAYA... o eso creo |•| Bungo Stray Dogs |•| ©
FanficVer a turistas en la playa no es nada raro. Y más en una ciudad portuaria como lo es Yokohama. Lo raro llega cuando "esos" turistas están entre la lista de los más buscados, no solo del país, sino del mundo entero. (N/A): Aló? 911? Acabo de ver unas...