.🏖️. ¡CUATRO! Σ(ಠ_ಠ) .🏖️.

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—¡Vete pa' la pinga!

—¿¡Quién le enseñó a Dos-kun decir esa palabra!? >:v

Dazai, será mejor que corras.

—:"D

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🌅

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Seguían vivos.

Con tres ataques de pánico, cuatro crisis de estrés postraumático, dos infartos y un caso de accidente marrón donde el pobre Atsushi tuvo que pasar al baño a cambiarse los pantalones para evitar hacer el ridículo, pero estaban vivos.

¿Cómo?

Nadie lo sabe.

Según se rumorea en la Santa Internet, tanto Dios como Lucifer se negaban rotundamente a que esas sartas de locos desquiciados fuesen a sus dominios, así que no les quedó más remedio que dejarlos vivos.

No podían permitirlo, no señor; Dazai y Fyodor librarían una guerra encarnizada por cuál de los dos se quedaba con el trono del inframundo, mientras que Dios le cedería el puesto a Sigma y Atsushi al no poder soportar tanta ternura en un cuerpo.

Ellos tenían una dignidad que mantener, muchas gracias.

Y de ese modo resumimos el cómo un avión lleno de turista cuyo piloto fue noqueado por un feto artificial no se estrelló en medio del aeropuerto de aquella isla caribeña.

Todos y cada uno de los pasajeros a bordo tendrían una historia que contar a sus futuras     generaciones, pero ninguno de ellos podría ser culpado si decidiesen no montarse en un “pájaro de metal del demonio”. Hasta los encargados de la torre de control pasaron un mal rato.

(─Torre de control a vuelo que está a punto de hacerse papilla contra el suelo, ¿me reciben?

─*gritos de perra loca*

─¡¿Me reciben!?

─…

—Torre de control a vuelo, ¿seguís vivos?

─Aquí piloto del avión, Dazai Osamu, necesito un lugar para estacionar este cacharro.)

Chuuya nunca había estado tan feliz de que el estúpido de su novio hubiese gastado su salario de dos años en una estúpida academia de helicópteros. Aquello no era un helicóptero, pero al menos los sacó de ese gran aprieto.

Después le daría un beso extra por demostrarle que una estupidez se podía convertir en la mejor inversión del año.

Arribaron al aeropuerto alrededor de las seis de la mañana del día siguiente, debido a que el vuelo en sí se demoraba unas 19 horas completas, sumándole a ello el tiempo que se tardaron en la escala reglamentaria que debía hacer el avión y el tiempo extra que le tomó a Dazai jugar con los botones y palancas para hacer que el maldito trasto aterrizara sin chocar con la torre de control. Aunque como tal no era “el día siguiente”, seguía siendo el mismo día, solo habían trascurrido cuatro horas desde el momento en que salieron de Yokohama. Una vez tuvieron los pies en tierra con todo su equipaje, que vieron la hora y a fecha, se miraron entre sí tratando de que alguien explicase aquello, hasta que Akutagawa ─el cual ya estaba repuesto después de que se desmayara pensando que la salsa de los espaguetis que le cayeron en la cara era sangre─, explicó que se debía al cambio de horario. En Cuba había 13 horas menos que en Japón debido a los hemisferios.

Un día de PLAYA... o eso creo |•| Bungo Stray Dogs |•| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora