EXTRA NO.1.

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El suave golpeteo de la lluvia cayendo contra el suelo era lo único que se podía escuchar, la tierra estaba mojada, las nubes grises adornaban el cielo y los cortos pasos contra el agua colada en el pavimento era el leve abrazo que la brisa chocaba contra sus extremidades.

El camino cada vez se hacía más corto, aquellos caminaban entre las tumbas con la única intensión de llegar a aquella que tanto era añorada.

Un momento bastó para que aquellos pasos se detuvieran y las personas centraran su mirada en aquella tumba frente a sus pies, se encontraba llena de pequeñas flores rosas creciendo en todo el borde de la lápida, la suave sonrisa de Kim Seokjin detalló cada pequeño espacio de aquel lugar en el que descansaba su difunta hija, sobre ella había un gran azulejo transparente con una no tan grande fotografía de Kim Rosé en medio de ella, justo debajo de aquella se podía observar como se encontraba escrito con perfecta caligrafía aquel trágico día que fue marcada la vida del matrimonio Kim.

Una lagrima resbaló por el rostro de Kim Namjoon, quien se mantenía de pie junto a Kim Seokjin, observando la hermosa lápida coloreada de rosa frente a sus ojos, respiró hondo y suspiró bajito sintiendo el frío golpear contra sus extremidades.

-¿Has estado bien, princesa?.
-musitó Namjoon quesdito- Lamentamos no haber podido venir a verte antes, ha pasado el tiempo, tiempo en el que hemos podido aprender a sobrellevar el dolor de tu partida. -continuó lento- En el que hemos aprendido a tomarnos de las manos y caminar juntos hacia adelante, porque aunque no puedas estar hoy con nosotros, tu y yo sabemos que siempre estarás en nuestros corazones, sin importar las cosas malas u errores que cometiste, siempre serás nuestra hija y gracias a ti, he tenido la fuerza de voluntad para soltarte y aprender que siempre estarás conmigo, en cada tienda de ropa a la que entre, en cada sueño, en cada rincón de mi mente y mi corazón, tu estás ahí, donde quiera que estés, recuerda que siempre te amaremos. -una sonrisa leve adornó su rostro y una última lagrima salada rodó por su mejilla-

-Mi pequeña Rossi, soy tu papi. -exclamó entrelazando ambas manos sobre el paraguas negro que lo cubría de la lluvia-
Mi niña, he vuelto, estoy aquí para hablarte un poco, han pasado muchas cosas y las cuales tu ya sabes -agachó su rostro sonriendo suave- Todas las noches hablo contigo a través de mis sueños, puedo verte sonreír y verte correr hacia mí diciendo "Papá, te amo", Sé que te encuentras en un mejor lugar, así como también sé que desde ahí nos proteges, no hay un solo día en el que no piense en ti, más sin embargo, he podido sobrellevar el dolor de tu partida, las heridas han sanado y puedo decirte que estoy orgulloso de ello, siempre estarás presente en nuestros corazones. -Seokjin chilló bajito y el brazo recorfortante de Namjoon le rodeó por los hombros, atrayendolo hacia él- Nunca olvides lo mucho que tu padre y yo te amamos.
-Terminó con una sonrisilla curvando sus labios, mientras escondía su cabeza en el cuello de Namjoon-

Aquel reconfortante abrazo que fue interrumpido por una pequeña e inocente vocesita.

-Hola, hermanita Rosé. -La pequeña Chaeyoung saludó con una sutil reverencia y sonrió, sosteniendo el paraguas entre sus manitas- Soy Kim Chaeyoung, papá y papi siempre me hablan de ti. -agregó logrando que Seokjin ladeara la cabeza en su dirección- Papá Namjoon dice que tuviste que marcharte antes de tiempo, dice que a ti solía gustarte el rosa, tanto como a mí, me habría gustado mucho conocerte, hermanita Rosé, papi Seokjin dice que habrías sido una muy buena hermana mayor y no tengo duda de ellos, tengo 7 años y ahora suelo dormir en tu habitación, no pude pasar tiempo contigo, pero estoy segura de que eres muy hermosa, prometo algún día encontrarte para que podamos jugar a las muñecas y al desfile de modas, gracias por amar mucho a nuestros padres, ahora que no estás, prometo que cuidaré de ellos por ti, cuando sea mayor quiero casarme y tener hijos, voy a hablarles de mi hermanita mayor, te amo mucho hermanita. -La pequeña manita de Chaeyoung topó contra sus labios y lanzó un beso volador, justo frente suya, detrás de la tumba-

Los minutos pasaron lentamente, acompañando el silencio, las gotas de lluvia dejaron de caer y lentamente el cielo comenzó a despejarse.

-Es tarde, princesa, prometemos volver pronto para visitarte de nuevo.
-Sonrió Seokjin, cerrando su paraguas, siendo imitado por Kim Namjoon y su pequeña hija que no dejaba de observar un punto fijo detrás de la lápida.

-Vamos, princesita.

La pequeña Chaeyoung tomó la mano de cada uno de sus padres y dando una sonrisa sincera a la lápida, comenzaron a caminar sobre el pavimento mojado, un silencio cómodo acompañándolos en el camino, pero una pequeña soltando las manos de sus padres, para dar media vuelta y avanzar seis pasos, quedándose estancada, observando hacia la lápida de Rosé, alzando su pequeña manita, moviendola suavemente, sin dejar de sonreír, despidiéndose de ella.

-Princesa...
-Seokjin llegó a su lado, poniéndose de cuclillas junto a ella, observando a la misma dirección que ella, no encontrándose nada-
¿A quien saludas? -preguntó con cariño-

Chaeyoung calló, no respondió e ignorando a su padre a su lado, su sonrisa tierna se hizo mayor y siguió agitando su mano, despidiéndose por última vez.

Namjoon elevó una ceja y caminó hasta aquellos, notando como su hija le sonreía a algo y Seokjin le miraba con la misma cara de pregunta que él. Ambos adultos siendo completamente ajenos a la presencia de aquella pálida de cabellos rosas, que no dejaba de sonreirles, añorando poder ser escogida para encontrarlos en su próxima vida.

-Chae, princesita, vamos.
-Namjoon volvió a tomar su mano y siendo la pequeña la única consiente de la presencia de su hermana, le lanzó un nuevo y último beso volador, para tomar las manitas de ambos padres y girando para seguir el camino de vuelta a la salida, siendo despedidos por la mano de Rosé que los despedía con una hermosa sonrisa en su rostro y su mano moviéndose de lado a lado-

Chaeyoung quién el llegar al la salida del cementerio, pudo divisar la camioneta de sus padres justo al frente, avanzó hasta la puerta trasera y mientras su padre Seokjin le abría la puerta aún con lo sucedido antes en su mente, la menor se limitó a susurrar un último.

-Hasta pronto, hermanita Rosé.

[🏡]

No les voy a mentir, casi lloro escribiendo esto, el frío me está impidiendo llorar, estamos como a 10 grados, Ctm.

Faltan dos más.

Don't Make Noise Minnie [Yoonmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora