Don't Make Noise Minnie [Yoonmin]

071

Aquel hombre de cabellera oscura y gran altura, mantenía una sonrisa de oreja a oreja mientras caminaba, o más bien, casi corría por aquellos largos pasillos del hospital, pues la noticia de que su esposa había despertado, fue la primera en llegar.

Corrió con su rostro lagrimeante, hasta que de pronto, se detuvo en la puerta de aquella habitación, con su corazón bombeando con fuerza, tomó la perilla, y la giró, para dar paso a la luz de la habitación, lentamente terminó de abrirla, y con sus lágrimas cayendo por sus mejillas, el señor Park Jugyeom avanzó con rapidéz hasta su esposa, aquella que al sentir los cálidos brazos de su esposo, se rompió a llorar, mojando así, un poco la camisa de aquel, una lluvia de sensaciones llegó hasta su ser, haciendo a los Park, romper en llanto, quebrandose mutuamente, en aquella burbuja, en la que aquel integrante que habitaba en el estómago de la mujer, ya no estaba.

-¿Jimin? ¿Que pasó con Jimin?
-preguntó Sunhee, alejándose un poco de su esposo, para tomar sus manos en espera de aquella respuesta-

-Aún no despierta, el aún no despierta, cielo, pero el está bien, te lo puedo asegurar, él está bien, Yoongi está bien, tu estás bien...
-sollozó el señor Park-

-El bebé, ¿Como está mi bebé?
-musitó en pregunta, Park Sunhee, mientras llevaba ambas manos hasta su vientre-

-¿Porque no me lo dijiste?
-Jugyeom intentó cambiar el tema, pero le fue imposible-

-No cambies el tema, Park Jugyeom, ¿Que pasó con mi bebé?

-E-él, el no pudo-

-¡Callate! -Sunhee ahogó un grito en su garganta, mientras sentía como lentamente algo dentro suyo se rompía- Es broma, mi bebé sigue dentro de mí, yo lo sé.

-No, amor, el bebé-

-Perdóname, perdóname por no decirlo, sé que debí mencionarlo, pero tenía miedo, miedo que fuese mentira, mírame, estoy vieja, y desde que Jimin nació los doctores dijeron que no podría dar más vida, tu estabas muy ocupado con la desaparición de Jimin, no quería preocuparte, no quería...Perdóname porque no supe cuidar de nuestro bebé.

-Perdóname tu a mi por no poder protegerte. -El mayor atrajo a su esposa en un abrazo sincero, mientras dejaba constantes besos en su frente, dándole confort, y haciéndole saber que de ahora en adelante todo estaría bien-

O eso era lo que ambos querían pensar, pues mientras la pareja se consolaba mutuamente, en la habitación de al lado el sonido de la máquina que conectaba al respirador de una de las dos personas que se encontraban separados en camillas, empezó a sonar con fuerza, haciendo a varios enfermeros y algunos doctores correr ante aquel código dado.

Las ventanas estaban sudadas por el frío de ese invierno, mientras que dentro de la habitación, los doctores trataban de reanimar a Min Yoongi, que había comenzado a combulsionar y a expulsar algo de líquido por las comisuras de los labios.

-Uno, dos, tres.
-repetía el doctor presionando con algo de fuerza el pecho del pelinegro-
Uno, dos, tres. Uno, dos, tres.

-No está funcionando doctor, no responde.
-gritó una enfermera-

-Uno, dos, tres.
Uno, dos, tres.
Uno, dos, tres.

-Lo perdemos.
-gritó otra enfermera mientras corría por el electro shock-

-Yoongi, no, por favor, responde, mierda, vamos. -gritó con furia el doctor, mientras seguía presionando con fuerza el pecho del pelinegro-