Regrese finalmente, no pude escribir debido a que mi padre me pidió que trabajara en su negocio y tuve que hacerlo, pero hey, al menos ganó algo de dinero.
Me encontraba persiguiendo a la ahora mujer que nos atacó tanto a n1 como a mi, tenía que admitirlo, era muy rápida y habilidosa al momento de saltar entre las montañas y árboles que se cruzaban en su camino.
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La desventaja que tenía era que por cada tramo en el que hubiera árboles o montañas ella conseguía alejarse de mi, pero cuando había un tramo despejado los papeles se invertían a mi favor.
Scavenger: ¡oye espera, solo quiero hablar!
???: ¡si, si, como no, de seguro intentarás golpearme con una roca en lugar de un tronco esta vez!-expresó molesta-¡piérdete de una vez!
Ella empezó a dispararme bolas de fuego, tuve que usar los árboles como cobertura para seguir corriendo, por suerte no generó un incendio, solo dejaba marcas de madera quemada. Tenía que pensar en una forma de acercarme lo suficiente para interceptarla.
Algo extraño fue que una especie de pitido sonaba en mi brazo izquierdo, lo vi de reojo percatándome de que titilaba lentamente, aunque a medida que pasaba el tiempo la velocidad del pitido aumentaba, no sabía que era pero no tenía tiempo para centrarme en eso, mi prioridad era atrapar a ese chica y hacerle unas cuantas preguntas.
Scavenger:-viendo el cielo-¡NO PUEDE SER!-barriéndome por el suelo.
Tuve que barrerme por el piso para esquivar un árbol que seguramente ella me arrojó, sentí como un trozo del tronco llegó a rozarme el rostro antes de caer violentamente detrás de mi.
Sinceramente a veces pienso que hago más caos cuando hago algo, que cuando intento arreglarlo. En fin tendría que lidiar con esa peculiaridad mía.
Scavenger: ¡¿acaso estas loca? sentí que por poco pierdo la cabeza!
???: ¡y eso que apenas estoy empezando!-disparando una llamarada.
Scavenger: ¡rayos!-frenando de golpe.
Ella me había acorralado con una barrera de fuego que me rodeó por completo, no tenía salida por ninguna parte y atravesar el fuego tampoco era una buena idea que digamos. Intentaba pensar en una idea para escapar de ese aprieto pero el molesto pitido de mi brazo izquierdo no me dejaba pensar con claridad.
Mire mi brazo para que el pitido se hiciera más rápido, yo me asuste pensando lo peor....pero ocurrió todo lo opuesto.
De la nada un resplandor azulado me cegó por completo, cuando pude recuperar la visión me quede mudo por lo que ahora había en mi brazo, el guante había desaparecido, ahora solo había una especie de dispositivo extraño en mi muñeca.
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