15. Cenizas de la paz

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—Hay suficientes habitaciones para cada uno, pero si deciden compartir, mantengan la puerta cerrada. —anuncia Namjoon. Jimin va directo al mueble de licores, revisando lo que hay. Taehyung se sienta en un sofá y mira alrededor.

Para ser una simple vivienda de campo, es muy grande y muy lujosa. Se pregunta si la familia de Namjoon directamente suda oro. La única que equipararía es el palacio en el que Jimin vive con su familia.

Porque es directamente un palacio. Ya vieron suficientes fotos del edificio.

— ¿Te molesta si fumo? —pregunta Yoongi sacando el cigarro.

—En tanto no sea tabaco, todo bien —responde Namjoon quitándose la chaqueta—. Debo añadir que estar aquí no quita que deben estudiar. En mi biblioteca hay todo lo que puedan necesitar y la sala anexa es donde tengo todos mis instrumentos musicales. Diviértanse.

Hoseok resopla, pensó que, por ser una semana libre aquí, iba a dar lo mismo. Supone que subestimo el que Namjoon sigue siendo un profesor.

Pasaron casi todo el tiempo metidos en la biblioteca leyendo, Jimin escribe en sus misteriosos cuadernos, Jungkook dibuja y prueba diferentes estilos a medida que practica; Yoongi, sin dejar de ser perseguido por su gato, compone y va directo a probar como cuenta en el piano; Taehyung y Hoseok se dedican a catalogar todos los tipos de flores en el jardín de la vivienda; de vez en cuando tienen supervisiones de parte de los dos profesores.

Por la tarde, cerca de las seis, entran a escuchar a Yoongi o Hoseok tocar, a veces a ambos. Beben vino, hablan un poco, divirtiéndose sin más como suelen hacerlo en la universidad. Por lo que no es extraño que Jungkook o Jimin estén sentados encima de Namjoon; Hoseok coqueteando indiscretamente con Yoongi y Jin jugando con los rizos de Taehyung.

Es un tiempo ameno, tranquilo lleno de luz amarillenta en las paredes marrones de pino.

Por las noches la división es la usual, con pequeñas variaciones. A veces Jimin se va a la cama de Namjoon, seguido fielmente por Jungkook; en otras solo duerme con Jungkook en su propio cuarto; Jin y Taehyung son inseparables de forma literal y a veces sexual; Hoseok asalta la habitación de Yoongi una noche sí y una noche no.

— ¿No te gusto?

—Sí lo haces. Creo.

—Empiezo a creer que la monja te dejó impregnada la timidez—dice Hoseok con un puchero—. Aunque, en esta vida ¿Quién no necesita un poco de motivación?

Yoongi no pone queja ninguna a Hoseok y el que vaya debajo de la sábana; levantando su ropa y empiece a lamer su pene. Suspira a gusto, viéndolo con hambre. Algo que han logrado gracias a meses de compartir una amistad, es que Yoongi es muy tímido a pesar de su forma de ser tan amarga.

Tal vez Hoseok le gusta desde el primer instante.

Tal vez Hoseok le gusta desde hace pocos meses.

Tal vez Hoseok le gusta desde hoy en la que jala su cabello y dirige la cabeza para que siga succionando su pene, dirigiendo sus ojos acuosos y oscuros hacia él.

Es imposible saberlo. No va a admitir si pasó temprano, tampoco tarde. Lo único cierto es que acepta que este gusto existe y el cariño por su compañero más cercano. Hoseok se muestra confuso, aun no termina, pero lo separa. Yoongi lo atrae y lo mantiene subido en su regazo, subiendo el pijama blanco y besando el pecho plano de Hoseok. El botánico siente el miembro de Yoongi entre sus glúteos.

Le acaricia el cabello largo y negro, que no se ha cortado porque se lo pidió. Le da un beso en la cabeza, abrazándolo.

—Eres muy tierno Yoongi. —opina de repente, riéndose leve. No pensó que él lo iba a tocar tanto. Se siente mimado y eso es anómalo.

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