16.

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Ningún camino que alguna persona haya decidido tomar, será un camino fácil.

Ninguno.

De eso estaba segura, pero también estaba segura de que el camino del modelaje que había decido tomar su esposa no era para nada un campo de flores. Sabía que ningún camino en la vida lo era, pero tenía tanta seguridad en aquel, pues había vivido con asiento en primera fila, y aveces a salas privadas, aquella decisión de la latina.

Estaba cien por ciento segura que la castaña de mechones claros, siempre se dedicaría aquello, que aunque tuviera un título de arquitectura, y aquello fue parte de sus pasiones a parte, su corazón, su ser, estaba en el modelaje. En el mundo de la pasarela, en las grandes presentaciones de ropa, en las fotos de revistas de moda, las sesiones por la que cualquier persona querría. Allí era que estaba.

Había visto a primera vista como la morena llego a casi irse por el mundo de la anorexia, al sentirse afecta por algún estúpido comentario que pudo haber hecho algún diseñador y/o diseñadora, que para los demás podría sonar estúpido, pero para ella, para las personas envueltas en aquel mundo, no lo era, no lo era para nada.

Llorar hasta más no poder, por no estar presente en algún lanzamiento de ropa, debido a que se esforzó tanto por ello, y al final por cosas ajenas a su poder, no poder estar presente.

Como no dormía bien, ni se alimentaba como debía, por estar construyendo el imperio que ahora tiene.

Día y noche trabajar, lunes a lunes, semana tras semana, de puro trabajo y sin descanso, para ser lo que hoy es, tener lo que hoy tiene, y cumplir todos los sueños que tuvo desde el día uno.

Así que para Lauren, fue una sorpresa cósmica cuando su esposa, la mujer frente a ella, a la que había visto pasar por todo aquello, estaba allí diciéndole que era tiempo de parar.

Uhmmm.

No tenía ni la menor idea de que decirle.

La super modelo la miraba expectante.

Espera es que.. — Se acomodó — Estoy procesando la noticia — Pestañeo varias veces — ¿Estás completamente segura de que es lo que quieres? — Pregunto con cautela — Es que, — Mojo un poco sus labios — Es..es tu sueño, por el cual sangraste, lloraste, sufriste, y reíste como nunca en la vida. No quiero que tomes esto como un no apoyo, porque no lo es, sabes que siempre tendrás mi apoyo en cualquier decisión que decidas tomar. Solo que, como he estado ahí — Hablo recalcando la última palabra, haciendo énfasis con sus manos — Estoy un poco... ¿sorprendida?, por así decirlo.

Camila suspiro al escucharla, sentándose a su lado, acomodando las hebras en su cara, hacia atrás de su oreja.

Es cierto, siempre fue mi sueño — Hablo mirando aquellos ojos verdes, algo rojos del sueño, haciendo que sonría leve — Pero lo he cumplido. Todo. Y nada me tiene más orgullosa que aquello, todo lo que tengo, incluyéndoles a ustedes. Pero en ese ámbito, lo he cumplido todo por igual, soy la modelo que siempre quise ser, tengo la compañía que toda la vida he querido fundar y dirigir, con las personas que siempre tuve en mente — Paso su pulgar de forma suave por encima de su párpado — Camine donde quise, estuve donde he querido. Me he propuesto a cumplir cada sueño que he tenido, y lo he hecho. Y estoy muy orgullosa de eso — Dejo salir una bocada de aire — Pero entiendo que, ya es momento de retirarme, al menos en el ámbito de seguir modelando, es exhausto para mi, tal vez haga una que otras sesiones, pero incluso aquello quiero dejar de hacer, o bajarlo al mínimo y dedicarme a la compañía y alguno que otro proyecto de arquitectura que venga a mi — Acomodó su cabello — Tengo casi cuarenta años, mi cuerpo ya no esta para andar llevando esa vida. YO en general ya no ando para seguir al ritmo que se necesita — Termino diciendo con una pequeña risa.

K.O (II)| CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora