K.O (II)| Camren

11.

Todo iba bien en aquella cena, ambas personas estaban poniéndose al tanto de todo. De todos aquellos logros que habían conseguido en el tiempo que tenían sin verse, se dieron las felicidades muchas veces y demás esta decir cuánto se emociono aquel hombre cuando escucho que la castaña tenia tres hijos.

El castaño le hablo del nuevo amor que tenia y de algunos otros que pasaron pero que dejaron algo en él, Camila le converso que después de su ruptura la boxeadora se volvió su todo hasta que se agregaron tres pequeñas personas más a la lista.

La comida estaba de maravilla y el postre fue mucho mejor, aquella segunda botella de vino solo daba para una copa mas y las personas fueron yéndose poco a poco quedando solo ellos y otras tres mesas ocupadas.

En ningún momento el hombre frente a ella trajo a flote su relación pasada y mucho menos hizo indicios de querer propasarse con ella ni física ni verbalmente. Claro esta que le dio uno que otro cumplido, cortejando su belleza pues la modelo mientras más vieja y mas los años le pasaban mucho mejor se veía y con esos cumplidos también halago a su esposa no presente.

Todo iba como se suponía que debía ir, todo iba bien.

Hasta que el celular dé la latina comenzó a vibrar dandole a entender que tenia una llamada entrante.

Pidió disculpas al fotógrafo y este le contesto con una ligera sonrisa y que no se preocupara, que contestara.

— ¿Buenas? — Escucho una pequeña risa al otro lado de la linea — ¿Hola?.

— ¿Hola? ¿Camila? — La mencionada frunció su ceño al reconocer la voz.

— Vero, ¿Pasa algo?.

— HEYYYY — Rio ligeramente al escuchar la emoción en su voz — ¿Cómo te va con tu cita? — Pregunto con cierto tono de burla en su voz haciendo que la castaña rodara los ojos con gracia.

— Me va bien, es raro que me andes llamando. ¿Algo que quieras decirme? — Volvió a preguntar.

— ¿Qué dices?, eres la esposa de mi mejor amiga hermana de otra madre y padre. Es bueno de vez en cuando hablar con la...¿Cuñada? — Dijo al final en forma de pregunta y la modelo escucho una voz al fondo — ¿Qué? — Respondió de forma algo agresiva a quien le estaba hablando. Que no era su ojiverde pues podía jurar que era la voz de un hombre — Si si, ya entendí...Escucha Camilita, debo ser rápida — Hizo un sonido con su garganta de que siguiera — Estamos en prisión — Al escuchar aquello fue como un resorte para Camila levantarse del asiento.

— ¿¡Qué!?, ¿¡Estamos!?. ¿Cómo que estamos? — Comenzó a entrar sus cosas en su bolso viendo los ojos de su acompañante que estaban preocupados.

— Estamos... Lauren y yo. Tu esposa y yo, Lo más hermoso de este mundo y la mujer que se caso contigo. Estamos — Finalizo para volver hablar — Mira, te daré todo para que vengas porque ya mi tiempo se acabo y Lauren no quiere llamar porque tiene miedo de que vayas hablarle en español por decirle de todo así que apunta — Con eso dicho comenzó a darle todos los datos.

Camila solo podía sentir como su sangre hervía al escucharla pues se preguntaba cómo demonios habían terminado aquellas dos mujeres en la cárcel. Shawn sin perder el tiempo dijo que la acompañaría en caso de que necesitara ayuda y como la castaña no estaba en aquel momento pendiente a el simplemente asintió con su cabeza y camino hacia la salida para montarse en su auto y luego dirigirse a sacar aquellas dos mujeres.

.Antes de la prisión y llamada.

Estaba demás decir que la ojiverde estaba furiosa y más furiosa sentía que se ponía al saber que cuando aquella droga hiciera efecto se le iba a pasar todo. Veronica simplemente encogió sus hombros y fue por el resto del cheesecake, ya el daño estaba hecho así que no importaba si terminaban de hacerlo.