⇢ 𝑫𝒂𝒅𝒅𝒚 𝒊𝒔𝒔𝒖𝒆𝒔 -- 𝑯𝒂𝒊𝒕𝒂𝒏𝒊𝒔 -- 𝑺𝒂𝒏𝒛𝒖

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∷ El sol comenzó a esconderse detrás de las montañas, la luna empezaría a hacerse presente en el cielo muy pronto... Estaba jugando tenis con Emma en el patio trasero mientras nos partíamos de risa ya que tanto ella como yo éramos pésimas haciéndolo.

Ran incluso se había tomado la molestia de explicarnos, pero aún así jugábamos a nuestra extraña manera.

--- Admito decir que sí pensé que eras... Así realmente. -comentó ella, yo sonreí levemente con confusión-

--- ¿"Así" cómo? -pregunté, la ví pensante, cómo si buscara las palabras correctas-

--- Eres alguien muy amigable a pesar de la cara que tienes todo el tiempo, es cómo si estuvieras molesta, pero no es así. -burló, yo sonreí ya que era cierto- al principio te tenía miedo, pensé que tenías algún tipo de odio por todos...

--- Es normal para mí, la mayoría de mis amigos o conocidos dicen que al principio me tenían miedo o que yo les caía mal al principio por mi cara. -corrí hacia la pelota en el aire y le pegué con la raqueta, la bola cayó en el piso enemigo- ¡Sí, le dí! -festejé, ví a Ran darme un pulgar arriba desde la distancia- así que... No te preocupes.

--- Pienso que podríamos mejorar nuestra amistad, ¿Te parece? -preguntó, yo me quedé congelada en mi lugar-

∷ "Amigas", era algo que me gustaba mucho escuchar salir de la boca de los demás, debo decir que mis amigos es de las cosas que más aprecio en el mundo, me alegraría mucho poder convivir con Emma y ser más cercanas.

Además la veo y mi reflejo se talla en ella, ella es muy amigable, ciertamente feliz y expresiva pero... Creo que debe sentirse muy sola en el fondo.

--- Claro, desde que no quieras robar mis órganos. -dije en broma, ella rió a lo alto y negó con su cabeza-

--- ¿No crees que ya es muy tarde? -ella preguntó, yo miré el cielo, la noche haría presencia en pocos minutos- tal vez te regañen al llegar a casa...

--- No importa, vamos, quiero jugar otra ronda. -la reté, ella sonrió de manera algo maliciosa y alistó su raqueta- ¿O tienes miedo?

--- Nahh mi padre no crió una cobarde. -ella dijo, yo reí, la ví lanzar la pelota y estaba lista por recibir ésta-

∷ Las horas pasaron y marcaron las 10:00 PM, iba camino a mi casa en la camioneta junto a Emma, debo decir que el haber aceptado su invitación sí me vino bien.

El agotamiento matutino se me había ido poco rato después de convivir con ella en su casa, era muy agradable, me alegra no haber escuchado los malos comentarios respecto a ella.

Las personas que contienen la envidia siempre tratan de juzgar a los demás y dañar la imagen de todas las personas en sí. No pueden ni quieren ver felices a otros.

"Las personas te quieren ver bien, pero no mejor que ellos."

Pensé, mientras veía a Emma dormir desde el asiento trasero.

--- Nunca había visto a la señorita Emma tan animada cómo hoy. -dijo el Haitani, cruzamos miradas por medio del espejo retrovisor- es la primera vez después de años que trae una amiga a casa.

--- ¿Puedo preguntar por qué? -jugué con mis manos, él dio una risa nasal-

--- Tal vez cuando se vuelvan más amigas ella misma se lo cuente. -dijo, yo asentí- no creo que tarde mucho, ¿Sabe? Ella nos habla mucho de usted.