✿ 17 ✿

907 68 9
                                    

∷ Mi corazón se estrujó, Rindou secó las amargas lágrimas que caían por mis mejillas, miré un punto desconocidos en las sábanas.

La rabia y la decepción se apoderaron de mi mente, pero estaba muy agotada cómo para pensar en eso.

--- Así es, no sabemos nada de él, no sabemos dónde está o siquiera si se encontra en Tokyo todavía... -Ran palmeó mi cabeza- pero no te preocupes, lo buscaremos.

--- No vale la pena... -guardé un breve silencio- igualmente ya no quiero saber nada de él, no ganaría nada con eso.

--- Huyó cómo un puto cobarde. -dijo Sanzu, pasé saliva-

∷ Me había abandonado y no cómo solía hacerlo, ésta vez me golpeó y se fué cuando podría haber muerto.

De seguro pensó que estaba muerta y se fué con prisa, de manera hipotética. Si yo hubiera muerto se habrían tardado en encontrarme.

Le daría tiempo suficiente para irse lejos de una manera considerablemente larga.

--- Ahora no tienes dónde vivir... -las palabras de Ran me helaron por completo- no tienes sustento económico alguno.

--- No me lo recuerdes. -me abracé a mí misma- tendré que retirarme del colegio... O trabajar de noche en algún bar vendiendo mi cuerpo cómo la perra que soy.

∷ Mis lágrimas regresaron, ellos guardaron silencio tornando el momento incomodo.

Debía hacer lo mismo que mi madre, vender para sobrevivir.

No me sentía orgullosa de eso, supongo que debía decirle adiós a mi vida.

Debía cambiar mis hábitos, en vez de venderme por caricias lo haría por dinero si era necesario.

Quería morir, pero estoy en ese momento de angustia dónde soy lo suficientemente cobarde cómo para no hacerlo.

--- No digas eso. -Rindou me regañó- no eres lo que piensas.

--- ¿Me lo van a negar? -pregunté, estaba empezando a tornarme inestable- soy una chica deprimida la cuál ofrece su cuerpo por atención barata y asquerosa. ¿No sé han preguntado cómo me siento al respecto? Sucia.

--- ¿Nosotros te hacemos sentir así? -Haruchiyo preguntó, un largo silencio se hizo presente-

--- No, pero admito que estando con ustedes me ví y hablé con otros hombres... Lo cual es repudiable. -dije con una amarga sonrisa, me había envuelto en las sábanas para no verlos a la cara- estoy cansada de todo esto...

--- Eso no importa, no los necesitas. -escuché a Ran- porque ahora vas a vivir con nosotros y te daremos todo lo que quieras.

--- Sea amor, atención, cuidado, ropa. -Rindou explicó, yo suspiré sin saber que decir al respecto- todo.

"¿De verdad están dispuestas a tratar con una persona tan complicada y rota cómo yo?"

--- No vas a tener que hacer eso que dices, no harás lo que te rompe todos los días por necesidad. -Sanzu había retirado la manta de mi rostro para ver mis lágrimas salir-

--- No quiero ser una carga más de sus problemas.

--- Parece que olvidaste lo que dije el día en que nos conocimos. ¿No lo recuerdas? -Ran sonrió con dulzura, yo asentí con timidez- bajo la lluvia en la puerta de tu casa.

↣ Personas cómo tú solo dicen algo así para que los demás no sientan una carga más, solo no quieres sentirte inútil... Pero no te preocupes, yo me encargaré de eso.

--- ¿De verdad te encargarás de eso? -pregunté sorbiendo mi nariz, lo ví asentir con una sonrisa- gracias...

--- No hay de que. -Rindou acarició mi mejilla con dulzura- no te preocupes por la mudanza, trajimos lo necesario. Apenas estamos terminando de organizar el cuarto.

⇢ 𝑫𝒂𝒅𝒅𝒚 𝒊𝒔𝒔𝒖𝒆𝒔 -- 𝑯𝒂𝒊𝒕𝒂𝒏𝒊𝒔 -- 𝑺𝒂𝒏𝒛𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora