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JiMin estuvo a punto de defender a sus empleadas diciéndole que los recién nacidos y los horarios no se llevaban bien, pero se mordió la lengua. Discutir con él sobre sus rígidas reglas antes de haber podido leerlas sería una pérdida de tiempo.

Lo que debía hacer era mostrarse sereno y profesional. Los niños se despertaría pronto y podían notar el estrés en los adultos. Lo último que necesitaba era tener que lidiar con su fastidioso padre.

—Eso es todo lo que le pido, que siga las reglas. Son muy sencillas, además. No veo cuál es el problema.

—Entiendo que esté molesto por lo que ha pasado esta mañana. Encontrar a Hye por la casa en camisón…

—Yo no lo llamaría camisón. Era corto, de encaje y casi completamente
transparente.

—¿Qué?

—Esa chica iba medio desnuda.

—¿Lo dice en serio?

—Por supuesto que sí. Además, me parece que no ha sido un accidente.

—Pero Hye me dijo…

—Esa Hye quería que la viese medio desnuda y le aseguro que ese camisoncito no dejaba nada a la imaginación.

JiMin arrugó el ceño. Tendría que hablar muy seriamente con ella.

—La gente joven actúa sin pensar en las consecuencias, lo veo todos los días.

—Sí, desde luego. Tendré que hablar con Hye. Y le aseguro que haré todo lo que pueda para seguir estas reglas al pie de la letra.

«Por mucho que me enfurezca».

Sabía que estaba apoyándose en el viejo adagio empresarial de que «el cliente siempre tiene razón».

Y haría lo que fuera para mantener la reputación de su negocio. Pero si descubría que esas reglas eran tan restrictivas como le habían dicho
sus empleadas, lo convencería de que aquello era demasiado rígido para el mero mortal que tuviese que cuidar.

—Se lo agradezco —dijo Jeongguk's —. Su trabajo consistirá sólo en cuidar
de mis hijos. El trabajo doméstico lo hace otra persona. Sólo tendrá que encargarse de ellos.

Menudo alivio. Uno de los problemas de las agencias de cuidados infantiles era que los padres solían añadir tareas domésticas al trabajo. A una de las niñeras incluso le habían pedido que se reuniera con los profesores de los niños, de modo que JiMin tuvo que hablar con los padres para explicarles cuál era el papel de cada persona en una relación profesional.

—¿Se nota que es policía? —le preguntó, echando un vistazo a la lista de reglas.

Esa pregunta pareció sorprenderlo.

—¿Por qué lo dice?

—Porque el horario que ha establecido para los niños es tan… reglamentado. Despertarlos a las siete, darle el biberón, bañarlos a las ocho, cambiarla de pañal a Mi a las
nueve, otro a las diez. Biberón a las diez, cambio de pañal a las once… ¿Y si tienen hambre a las siete y media? ¿Y si no necesita un cambio de pañal a las diez?

—¿De quién son los niños? —exclamó él entonces—. Cómo quiera criar y educar a mis hijos es cosa mía, ¿no? Acaba de prometerme que seguirá las reglas al pie de la letra…

—Sí, pero no he dicho que no fuera a cuestionar la lógica de esas reglas —lo
interrumpió JiMin—. Mire, lo que quiero decir es…

—Ya le he dicho cómo quiero criar a mid hijos. Ellos tiene que saber que las comidas y todo lo demás se hacen a intervalos regulares. ¿Cómo si no va a entender el programa? ¿Cómo va a aprender Hyunoo y Young Mi a adecuarse a mi vida?

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⏰ Última actualización: Jan 27, 2023 ⏰

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"UNA PIZCA DE AMOR" [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora