¿Bebé?

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Narra Mal

Han pasado 2 días y el estrés comienza a aumentar, ayer llegaron algunos reyes de otros lugares y se quedaron hasta las 6 de la mañana hablando, comiendo e incluso tomando cerveza, la cabeza me punza y no aguanto un solo rayo de luz, Ben y yo decidimos dormir todo lo que quisiéramos y no pensar en nada.

A la mañana siguiente

Es hora de levantarme y no aguanto el cuerpo, me duele todo y tengo náuseas, consigo darme la vuelta y despertar a mi esposo.

Mal: Amor, despierta, no me siento bien
Ben:-medio dormido- ¿Qué pasa?
Mal: No lo sé, me siento terrible
Ben: ¿Qué sientes?
Mal: me duele la  cabeza y el cuerpo, tengo muchas ganas de vomitar y estoy mareada.
Ben: Llamaré un médico, no te levantes.
Mal: Ok

Pasados unos minutos llegó un médico y me revisó.

Doctor: Pues no está tan grave, probablemente es por un estrés acumulado. Le recomiendo una semana de reposo absoluto, no puede levantarse ni hacer ningún tipo de esfuerzo.
Ben: Gracias doctor

El doctor salió de la habitación y Ben se sentó en la orilla de la cama mientras acariciaba mi cabello

Ben: Solo tienes que descansar, no te preocupes por nada, iré por tu desayuno y después me iré a la oficina pero una sirvienta se encargará de todo lo que necesites

La semana pasó y no me recuperé del todo, aún tenía mareos ocasionales y las náuseas no se iban, pero lo de esta mañana me está haciendo sospechar, yo soy muy exacta en mi periodo pero llevo 2 días de retraso.

Llamada

Mal: Eve, necesito que me acompañes a hacerme unos estudios.
Eve: ¿Estás bien?
Mal: Tengo la ligera sospecha de que estoy embarazada... Te dejo, Ben está aquí

Fin de la llamada

Una hora después estaba en una clínica junto a mi mejor amiga.

Enfermera: Majestad, ¿A qué le debemos el honor de su visita?
Mal: Buenos días, venía a hacerme un examen de sangre, y necesito que tenga la mayor discreción.
Enfermera: Claro, ¿De qué sería el examen?
Mal: De embarazo

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