Te odio hoy y siempre | ᵉⁿᶻᵒ ᶠᵉʳⁿᵃⁿᵈᵉᶻ

capitulo tres

Doha, Qatar
3:15 am

—¡Te amoo! —le grito a mi amiga mientras la abrazo.

—¡Yo también! —me abraza más fuerte.

Habíamos encontrado un bar lleno de gente, la mayoría argentinos, y decimos quedarnos acá, no queríamos seguir vagando por las calles de Qatar, a pesar de que había mucha gente festejando.

Las dos primeras horas habíamos comido unas rabas qué estaban riquismas, con unas cervezas corona, a lo rapidos y furiosos. Cuando se dieron las 12 nos habíamos levantado para poder ir a bailar un poco, y después pedir algo en la barra. Tres horas después no podíamos coordinar lo que decíamos, pero nos pagábamos unos bailes que muchos quedaban sorprendidos.

Nuestras rosas eran opacadas por la música, mientras tirábamos unos pasos medios raros pero que mágicamente pegaban con el tema. Cuando damos una vuelta en el lugar, veo como a mi amiga la agarran de la cintura y le comen la boca.

— bueno, tranqui nomas —digo sorprendendida.

Voy a la barra sin perder de vista a male, y me pidió una cerveza, cuando me la dan vuelvo a la pista y mi amiga empieza a bailar pegada al chico que la encaro hace un rato.

Por mi parte bailo sola, disfrutando del alcohol en mis venas, de la noche, del los cuerpos moviendose a mi lado. 

— ¿Estas sola linda? — unas manos me agarran de la cintura y siento un cuerpo pegarse a mi.

— Depende de quien me lo pregunte — sonrió.

Me da vuelta y lo primero que veo son unos ojos marrón hermosos, con unas tremendas pestañas. Mi mirada va bajando y dios, que labios.

— ¿Estas sola? — pregunta con una sonrisa.

— Si, para vos si. — sonrió y su mirada baja a mis labios.

— Me llamo Lisandro, ¿vos? —no deja de sonreír, que chico más lindo.

— Naoemi, pero me dicen Nao.

— A mi Licha, pero vos podes decime "el amor de tu vida" miamor. —me derrito

Soy cordobés de rodrigo empieza a sonar, y como loca emocionada empiezo a bailar obligando a Licha también, pero no parece obligado, tiene una sonrisa hermosa.

Pasan dos temas más y me dirijo a la barra seguida del bombón ese, hablamos un poco de cualquier cosa, y nos contamos cosas nuestras.

— Vine a ver el mundial con mu hermano y mi mejor amiga — digo dándole un trago a mi bebida — ¿Vos?.

— También, con mis amigos y la familia de cada uno.  — sonríe — ¿Que opinas del partido contra arabia?

— Y medio robado, era obvio que le re ganábamos, pero bueno, parece que no querían perder. — digo un poco rápido cosa que hace reír a lisandro — Igual yo se que la selección es capaz de todo, y que los próximos dos partidos vamos a ganar y pasar a octavos.  Todos los argentinos confiamos en ellos, y sabemos que leo va a poder levantar la copa.

— Que lindas palabras.

— Gracias.

Nos miramos sonriendo, Lisandro se empieza a acercar de a poco y siento como una de sus manos va a mi cintura y otra a mi cuello. Su mirada baja a mis labios, e inconscientemente me paso la lengua por ellos.

— Quiero comerte la boca — me dice susurrando.

— Hacelo.

Sus labios chocan con los míos en un beso desesperado y gustosa lo sigo. La mano que tenía en mi cintura baja un poco cuando llevo mis manos a su nuca.