Encuentro con un desconocido parte II

703 112 20
                                    


Wei Ying caminó en dirección de Yunshen Buzhichu.

La extraña deidad, que respondía al nombre de Lan XiChen, no dio demasiada información a Wei Ying. Proporcionó un talismán con preciosa caligrafía pintada en tinta roja. El papel se impregnó en fuerte esencia amaderada que le recordó al sándalo. Guardó el talismán en su bolsillo y se dirigió a la tienda de conveniencia cercana para abastecerse de bocadillos. Antes estaba demasiado triste para comer nada, y temió gastar sus centavos en posibilidad que fuesen su último recurso para comer en días posteriores.

Supuso que podría gastar su dinero en algo de cena. Algunos bocadillos fáciles de comer para más tarde y alcohol. Estaba tan jodidamente cansado que necesitaba un trago.

Sabía que era incorrecto. Especialmente para su edad. Fue solo, una vía de escape cobarde de su parte para dormir sin ser atormentado por sus pesadillas. Cuanto más triste, inquieto o perturbado estaba, más ansias por beber tenía. Dado a que encontró a un dios benevolente que otorgó una habitación y techo en su cabeza decidió que se preocuparía por su futuro al dia siguiente. Existía la opción de pagar el alojamiento y la comida con trabajo duro. Y más tarde buscar manera de solventar todo gasto. Era joven, saludable y capaz. Incluso como montacargas o mandadero podría arreglárselas.

A ese punto en que su agotamiento mental hizo papilla cualquier pensamiento coherente concluyó en que, no importaba si estaba en camino a un nido de víboras con dioses o demonios que amenazasen comerse su carne mientras dormía. Si no hubiera espíritus y podía dormir más de cinco horas entonces estaría bien.

XiChen, el dios del antiguo templo en las nubes, no fue la persona más comunicativa, en realidad. Pese a su apariencia sagaz, fue misterioso y siniestro de vez en cuando. Más como un viejo maestro de escuela el cual perdía los nervios, y no lo mostraba, cuando sus estudiantes hacían de estúpidos.

Entendió que no debía tentar la suerte con él. E hizo una promesa solemne a la luz de la luna en que se comportaría, agradecería la oportunidad dada y muy probablemente quemaría inciensos durante cien días en su honor.

El hombre desapareció en una nube de telas blancas y neblina densa. No sin antes hacer entrega de tres artículos indispensables para acceder al templo: un talismán de acortamiento de distancia, 'El templo está por encima de las nubes, esto aligerara el trayecto', pronunció; una ficha grabada en jade para identificarse; y una mariposa dorada para guiar su camino.

El hombre lanzó un par de mariposas durante su conversación, señalando que el mensaje a su hermano menor ya había sido entregado y recibido.

Wei Ying lo encontró como un sistema de comunicación interesante en ausencia de teléfonos móviles en el mundo espiritual. ¡Al menos las mariposas doradas no se quedarían sin batería!

El adolescente activó el talismán cuando se encontró lo suficientemente lejos del distrito comercial de TinShangHe. Obedeció las instrucciones del hombre y rompió el talismán en pequeños pedazos. De pronto el mundo se desdibujó como una acuarela arruinada y en apenas un pestañeo se encontró fuera de un gran templo.

Tan majestuoso e imponente como un palacio imperial.

Los arcos fueron teñidos de blanco; y bajo los pies de Wei Ying se extendió una escalerilla amplia tallada en piedra de al menos mil peldaños. La imagen le provocó vértigo, así que se alejó del borde. A cada lado de los arcos se extendió un guardia de piedra que, por el material Wei Ying supuso que era jade tallado a mano.

El adolescente intentó tocarlos para inspeccionar pero los hombres de piedra reaccionaron molestos "¡No tocar! ¡Regla 57. No importunar a los guardias de piedra!"

Promesas de vidas pasadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora