Promesas de vidas pasadas

Viajero perdido parte VI

Decir que Wei WuXian se sentía incómodo, fue decir poco.

Jamás considero cuán tenso podía ser un viaje de muchos kilómetros, forzando un ambiente desenfadado.

Por supuesto, no todos los días encontrabas al antiguo amor de siglos pasados de tú amigo, por el que sientas algo más que mera admiración.

De cualquier manera, Wei WuXian no tuvo el corazón de actuar con condescendencia, ni permitió que la acidez en la boca del estómago afectará la cordialidad. De hecho, arrojó sus pensamientos caóticos al fondo de su mente para evaluarlos más tarde.

Mo XuanYu saltó del carruaje con gran emoción, una vez llegaron. El joven explicó entre comentarios que su padre, Jin GuangShan le acogió, apartándolo de su familia materna. La familia Mo se dedicó a hacer la vida miserable de Mo XuanYu debido a sus raíces como hijo de la segunda maestra ilegítima. Para el joven Mo, cada día lejos de sus familiares abusivos se sintió como una bendición, eso justificó su accesible personalidad.

La finca Jin fue lujosa y pretenciosa. Los muros se pintaron de un palido amarillo. Los jardines florecieron en peonías de nieve, los estanques artificiales albergaron peces koi y se exhibió arte en oro y lacado de metales preciosos en los rincones. Más como una sala de tesoros divinos que una residencia.

Si bien los Lan eran ricos y poseían tesoros invaluables, estos supieron manejarse en el minimalismo sin llegar a ser pretenciosos. Los Jin por el contrario se caracterizaron por la constante contaminación visual debido al resplandor y el brillo del oro y las joyas.

Reconoció que, pese a la falta de interés de Jin GuangShan sobre sus vástagos, este no escatimo en el gasto para sus habitaciones. Por supuesto, el viejo de Jin GuangShan sólo se interesaba en el poder y el prestigio. No perdería la cara permitiendo que a alguno de sus bastardos se les llamará pobres.

A palabras de Mo XuanYu, el hijo oficial de Jin GuangShan, Jin ZiXuan, que casualmente compartía nombre con el prometido/esposo de Jiang YanLi, fue asesinado en las fronteras con QingHe Nie; debido a un enfrentamiento inesperado con una orden del clan Wen. A diferencia de su padre, Jin ZiXuan fue por lo menos decente, y se comprometió a ayudar a quienes le necesitaban. Se rumoreó incluso que había accedido a una reunión con ChiFeng-Zun en búsqueda de alianza durante la planeación a la campaña para derribar el sol.

"Maestro Wei, por aquí" pidió el joven Mo.

Wei WuXian dio un suspiro corto, y sonrió. Siguiendo sus pasos fue introducido a la morada, el joven se tomó el tiempo de explicar esta u otra adquisición. Se notó animado por la compañía externa ignorando la antipatía de los sirvientes a su disposición.

Las personas aquí no parecen apreciarle mucho, pensó Wei Ying.

En realidad, Mo XuanYu era el tipo de personas que otros despreciaban. Especialmente por parecer tan ingenuo y amable. En un mundo hostil como el pasado, vivir en auténtica jovialidad te tachaba de lunatico o retrasado. Mo XuanYu no era ninguna de las dos cosas. Era entendible que luciese tan feliz. Después de todo fue sacado del infierno y colocado en un castillo de láminas de oro.

Fue como la historia de Cenicienta para él. Su dicha no pudo ser censurada tan fácilmente.

Wei WuXian comprendió porque Lan WangJi se enamoró de él. E incluso siglos más tarde seguía llamando su nombre borracho.

La punzada de dolor le atravesó la carne. Como una flecha que se entierra dejando la punta para causar una infección. Ignoró su malestar, cambiando el enfoque de sus pensamientos. Debería estar feliz de que Lan WangJi alguna vez hubiese encontrado persona por la cual sentirse lo suficientemente cómodo; que haya amado y sido correspondido.