Promesas de vidas pasadas

Misticismo parte I

Wei Ying decidió quedarse en el templo.

No abandono al siguiente día, ni al siguiente. Así concluyó su primera semana y posterior a ello se estableció en un intento desordenado de rutina.

Trató de volver a la civilización. Lan XiChen no lo forzó a quedarse donde no se sentía cómodo. Su ropa sucia fue lavada, doblada y secada al sol, se le proporcionó un talismán y una ficha grabada en jade en caso de requerirlo. Wei Ying ansió no necesitar el talismán de nueva cuenta.

Wei Ying sonrió tenso ante la opulencia en majestuosidad de una deidad. Lan Zhan, Lan WangJi, abandonó dando desaires y no se despidió de él. XiChen consoló sin éxito, atribuyendo el estado de ánimo de su hermano a su timidez.

"WangJi está pasando un mal rato porque el joven Wei tiene que irse"

Wei Ying no le creyó. Esa no fue evidencia de un joven triste, sino de un pequeño maestro arrogante.

En apenas un pestañeo se encontró en el viejo y sucio parque. Rápidamente se rodeó de fantasmas. Se complació con la comodidad proporcionada en Yunshen Buzhichu que al intentar respirar el aire de la ciudad se sofocó. ZeWu-Jun, el título divino que se le proporcionó a XiChen, advirtió sobre los riesgos al volver a la civilización después de un par de semanas. El aire de la ciudad fue rico en resentimiento y pesado como el vapor y una nube de basura quemada. Los fantasmas aferrados a sus pies se convirtieron en un dolor de cabeza, y se mostraron maliciosos debido a su aroma 'puro' de montaña divina.

Corrió lejos evitando a los espíritus viciosos, y trotó en dirección de los Jiang. La señora Yu era temperamental y violenta. Después de un tiempo se calmaba y el ciclo se repetía. Solo se acercó a los Jiang para corroborar el estado de salud de YanLi. Pero fue notado por Jiang Cheng que volvía de la escuela.

Inevitablemente se vio envuelto en una pelea, si podía llamársele así, en la cual Jiang Cheng, resentido y envenenado a palabras de su madre trató de estrangularlo y arrojarlo de la acera.

¡El mensaje quedó claro! Se largó de ahí y caminó durante un tiempo.

Luchó por dos o tres días tratando de sobrellevar el acoso con los demonios y fantasmas; a la par que escapó de perros salvajes y de abusivos en las calles que intentaron hacerle daño.

Mientras se refugiaba en un callejón sucio recordó las palabras de Zewu-Jun. Algo sobre proporcionar la clave para lidiar con fantasmas. Si pudiese hacerse de tal conocimiento podría tener una vida normal.

Hurgó en su mochila por el talismán cuidadosamente doblado, y lo rasgó en muchos pedazos. Finalmente apareció a las puertas del templo y se adentró conteniendo la vergüenza en su rostro.

La sonrisa de ZeWu-Jun se borró apenas verle. Conteniendo su preocupación. Lan WangJi, quien en su mayoría estaba emocionalmente constipado, se acercó a él con los ojos bien abiertos, balbuceando sobre las marcas en su cuello.

Por supuesto mintió y apenas dijo nada. Lan WangJi no era alguien abierto ni cálido, parecía odiar a Wei Ying el noventa y nueve por ciento del tiempo, pero hasta él era sensible a ver a otros heridos.

No fue déspota lo que restó del día, le dio miraditas casuales durante la cena y llenó su tazón un par de veces. Wei Ying lo apreció, y pudo raspar un poco de eso que Lan XiChen mencionó como amabilidad en Lan WangJi.

Tras el anuncio de permanencia, algo en los hermanos Lan pareció asentarse en entendimiento. ZeWu-Jun habló de resentimiento, cultivo, inmortalidad y ascensión. Wei Ying no comprendió mucho el tema, declarándose ignorante. Por consiguiente tuvo que iniciar de cero su educación en el cultivo, y a ese nuevo mundo desconocido del cual no tenía idea. Pero que siempre se relacionó con él.