Misticismo parte II

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Una tarde, mientras Wei WuXian limpiaba el almacén de tesoros antiguos encontró un antiguo y extraño quemador de incienso en forma de tapir.

Curioso por el inusual hallazgo le preguntó a Lan WangJi al respecto, pero el joven negó al desconocer su uso.

"Wei Ying puede preguntar a xiongzhang si tiene curiosidad" dicho esto regreso a sus labores de inventariado.

Wei WuXian ayudó por poco tiempo en el pulido de armas antiguas, hasta que optó tomar un descanso a favor de los nervios de Lan Zhan que constantemente le recordó no desordenar lo que ya había sido contabilizado con aquello sin registrar.

Encontró a XiChen en el zheng-fang y cuestionó sobre el extraño objeto. La sonrisa asequible del hombre no reveló nada. Sugiriendo al mismo que realizara una investigación cuidadosa del artefacto. "Ha estado en la sala de tesoros durante siglos, no logró recordar el uso que se le dio a tan invaluable tesoro. Si está en la sala de bienes es posible que su usanza se asocie a la meditación o el cultivo. Dejó en manos del joven Wei investigar su propósito" ZeWu-Jun se apartó con la gracia de un emperador celestial y desapareció en un halo de luz informando sobre asuntos que requerían su presencia.

Wei Ying pensó durante un momento. '¡Se ha escapado de nuevo para pasar el rato en Bujing Shi, el templo de los Nie!'

A decir verdad el templo de los Nie era mucho más divertido que el ascético y místico templo Lan. No por el dios de la guerra Chifeng-Zun sino por el excentricismo y la fanfarria de Nie Huaisang; hermano menor de la deidad cuyo interés particular fue la festividad y las artes. Huaisang no era un cultivador poderoso como Lan WangJi, ni un inmortal por cuestiones de méritos. Los rumores más ardientes señalaron a Huaisang como una joven deidad por legado heredado. A Wei Ying no le importó mucho en realidad. Todo el asunto de divinidad, inmortalidad y ascensión era un dolor de cabeza para él.

¡Demasiado que administrar!

Solo necesitaba ver al pobre Lan WangJi, encerrado en las murallas del templo familiar cuando no cazaba de noche en orden de mantener el templo divino de su hermano en óptimas condiciones.

Sin embargo, Nie Huaisang parecía tener la vida soñada. Dedicando su tiempo en pintar abanicos, cuidar aves y corromperlo para organizar una fiesta.

Huaisang siempre fue un amigo extraño. Wei Ying estaba irritado de la insistencia del mismo para emparejarlo con Lan WangJi. ¡Solo eran amigos! A Lan Zhan no le gustaba de esa manera de todos modos. Desde el primer instante en que se conocieron durante la celebración anual a víspera del noveno mes lunar en el templo Nie, Bujing Shi. Huaisang rompió la formación, y los saludos quedaron de lado. Lan WangJi dio un paso atrás incómodo, por lo visto Nie Huaisang ofreció su amistad en múltiples ocasiones pero el joven Lan no se sintió cómodo con la familiaridad.

Wei Ying aún era un mocoso, estaba encantado por el misticismo y la magia nacida del reino de lo divino. Así que permaneció con la boca abierta durante las fiestas. El segundo maestro Nie ofreció una mano amiga y Wei WuXian la aceptó. Fue así como comenzaron a intercambiar cartas y mantener el contacto. Huaisang jamás habló con él con ese tono formal y pomposo, por el contrario se dirigió a él como alguien que se reencuentra con un viejo amigo.

Y a Wei WuXian le gusto. Ocasionalmente, surgía el comentario de Huaisang haciendo la invitación para que este fuera a vivir con él al templo de la familia Nie. "Si WangJi-xiong te reprende tanto, ¿por qué no te conviertes en uno de nuestros discípulos? ¡Sería muy divertido!"

Wei Ying negaba, dando un trago a su jarra. En realidad no sabía porque se negaba a irse, solo pensó en que Lan Zhan lo extrañaría si partía.

En extrañas y contadas ocasiones en las cuales él y Lan WangJi discutían por asuntos de cultivo se dirigía al templo de los Nie para pasar el rato mientras sus pensamientos se enfriaban. Wei WuXian, un corazón blando, regresaba a los dos o tres días de ausencia y ambos acordaban no hablar del tema, luchando por llevarse mejor.

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