Viajero perdido parte IV

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Wei WuXian fue forzado a alimentarse y puesto en coma durante un día a manos de Lan EHuang, debido al ferviente impulso de volver al pasado apenas proporcionó su informe a XiChen.

"El joven Wei necesita descansar"

Wei WuXian no lo sentía así. Ignoró la tensión sobre su espalda y la debilidad en las piernas. Haber encontrado a Lan WangJi lo llenó de determinación para conseguir la respuesta al misterio.

Para su sorpresa el quemador de incienso no pudo ser alimentado a gusto. Su energía espiritual fue prácticamente inexistente. Berreó y se quejó durante un sichen. Tras serenarse, se le llenó la boca con platillos mixtos, sopas amargas con hierbas medicinales y viales para recuperar la energía.

Consideró pasar la noche en vela estudiando las teorías planteadas durante su travesía, y las opciones a maldición que Wen Qing le mencionó. Tras un pesado suspiro comprendió que hacerse el dificil solo entorpecería la situación. Aceptando con humildad la recomendación de descanso, meditación y alimentación adecuada. Utilizó el tiempo libre visitando a Lan WangJi, y permaneció a su lado con la idea infantil de que en cualquier momento este abriría los ojos, reprendiendolo por no cumplir sus asignaciones diarias ni el mantenimiento al templo.

Cuando nadie estaba cerca, se permitía tomar la mano de Lan WangJi, acariciando los nudillos con su pulgar. El gesto fue íntimo y casual. Sería un secreto del que nunca hablaría. La distancia solo aclaró la confusión dentro de su corazón. Lo cual causó gran dolor al comprender que el corazón de Lan WangJi pertenecía a otra persona.

Tras el visto bueno del médico, se dirigió al MingShi, y fue lanzado al pasado de nueva cuenta.

Decidió visitar Yiling como primer destino. En el pasado transcurrieron algunos días. No llevaba cuenta del registro, pero supuso, que fue la misma cantidad de tiempo que en presente.

Wei WuXian planeó reencontrar a los hermanos Wen, a favor de corroborar su seguridad. Además, algunas ideas se formularon en la cabeza de Wei WuXian mientras estuvo en su tiempo. Si Wen Qing logró hacerse de los rollos de maldición de Wen RuoHan lo apreciaría bastante. Debido al resguardo militarizado en el templo, oficina de control, de Wen Qing, considero prudente emprender el viaje al atardecer para no llamar la atención.

Vagó por Yiling durante un rato. Su monedero fue reabastecido, por lo cual perdió el tiempo en el mercadillo local en búsqueda de provisiones. Compró alcohol y comió Dim sum. No pudo librarse de la sensación de acecho sobre su espalda. Giró en búsqueda de la presencia sobre su nuca pero no vio nada.

Fingió acomodar su bota, y preguntó a los espíritus de poder inferior que ocurría. Los fantasmas negaron a su interrogante, y volvieron a dormir bajo la tierra. Los espíritus no le atormentaron con intenciones asesinas como en el pasado. El control del resentimiento le permitió apartar fantasmas menores, por lo cual su vida fue mucho más sencilla. Sin embargo, Yiling se caracterizó por ser una ciudad en las cercanías de una montaña de cadáveres. Por lo cual fue complicado ignorar el acecho constante de fantasmas y cadáveres.

Intento registrarse en la posada para descansar hasta el atardecer. El posadero parecía reacio a darle una habitación. Inventando excusas, sobre habitaciones en reparación, y salas reservadas.

Si no deseas hospedarme solo dilo, pensó con irritación.

Se dispuso a visitar la posada aledaña. Pero su atención se centró en los comensales del restaurante bajo la posada. Las miradas constantes de los pobladores evidenciaron reserva y desconfianza. Wei WuXian redirigió su atención a su vestimenta. La túnica fue bien colocada, vistió el número mínimo de capas para no parecer indecoroso, la ficha de jade fue asegurada en su bolsa qiankun. Su apariencia no era el problema. Tal vez su rostro, lo que fue más extraño aún porque la gente de Yiling no lo conocía.

Promesas de vidas pasadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora