Cuando Wei WuXian regresó a su propio tiempo, reconoció el MingShi donde yació la última vez.
Sus extremidades rígidas lo dejaron en una sensación de aturdimiento. Sus ojos vagaron entre los mechones revueltos de su cabello. Luchando por apartar las hebras enmarañadas de su cara. De manera simultánea, cientos de acontecimientos tuvieron lugar. JingYi fue ruidoso y dramático, como solía ser. Un adolescente vivaz y energético que desconocía las angustias de la guerra. El adolescente soltó una maldición cuando el quemador de incienso estalló en miles de pedazos.
Los restos del incensario de tapir se arrojaron en todas direcciones cuales proyectiles, la nube de ceniza cubrió el aire provocando la tos seca de los jóvenes discípulos.
Wei WuXian forzó sus brazos debilitados para ponerse en pie, limpio los restos de lágrimas en sus ojos, como un niño que despierta de una pesadilla, y tragó el llanto de amargo alivio alojado en la garganta.
SiZhui le ayudó a recomponerse.
"Senior Wei, ponga su brazo sobre mí hombro" pidió el niño. Mientras era levantado buscó el rostro de Lan XiChen, que abandonó el xiao, lanzando una mirada determinada el su dirección.
"¿Lo has encontrado?"
Wei WuXian asintió. Liberando una sonrisa húmeda.
❖❖❖
Wei WuXian ignoró toda etiqueta. Una vez que su cuerpo se recuperó del aturdimiento inicial post viaje a través del tiempo. Emprendió una carrera maratónica lejos del MingShi.
Los cultivadores dentro del templo, y algunos cuantos sirvientes contuvieron el grito ahogado por su apariencia indecente. Los sigilos sangrientos, el cabello sucio y por supuesto la imagen de vagabundo maníaco y enloquecido.
Lan JingYi le reprendió por correr dentro del templo. SiZhui caminó apresuradamente, ansioso de no perder pista de su extraño maestro. XiChen consideró prudente la premura y le siguió con rapidez sin perder la gracia en sus movimientos.
El resto de Lan, relacionados al asunto permanecieron cerca, siguiendo los pasos de su maestro.
Wei WuXian entró en la habitación privada de Lan WangJi. El joven JingYi contuvo la desviación de qi, y luchó por controlar sus pobres nervios.
"¡¿Enloqueciste?!" Chilló el adolescente. Wei WuXian lo ignoró.
En apenas pocos segundos notó un juego de sombras apoyadas en el marco de la puerta. Siendo lo suficientemente respetuosos para no saturar el espacio personal de Hanguang-Jun.
Wei WuXian levanto la tabla suelta en el piso. Revelando el compartimento secreto. XiChen contuvo la expectación. Los adolescente soportaron la sorpresa, JingYi fue llamado al lado de SiZhui de nueva cuenta y este obedeció.
Tras una breve inspección, hurgó y removió los objetos atesorados al interior. Finalmente, el libro avejentado que temió tocar en el pasado fue acariciado por sus dedos. No fue la primera vez que Wei WuXian había visto ese libro, lo vio en el pasado, cientos de años atrás, y en un pasado cercano. No había reaccionado a ello en un inicio, debido a los celos inquietantes que lo consumieron.
Pero lo supo. Fue una corazonada. Junto a una cinta desgastada y pálida, yació la respuesta frente a su cara. Y nunca lo notó.
JingYi se encontró al borde de la neurosis, y SiZhui, prudente, pedía orientación; ansiando hacerse útil.
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Promesas de vidas pasadas
RomanceTras perder su hogar, Wei WuXian recibe la invitación de un extraño hombre para permanecer en el templo a una deidad popular en las tierras de Gusu. La única condición, hacerse amigo del hermano menor de dicho hombre. Wei WuXian enfrenta un mundo e...