Death pt.2

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Siempre tuve miedo a la muerte, sentía que no merecía el privilegio de la muerte.
Sin embargo, de la misma manera que uno no puede elegir cuando nacer, tampoco podemos elegir cuando morir. La muerte es inminente, lejana, cercana, efímera, impredecible. Nunca fui consciente de que mi vida pudiera terminar en cualquier segundo, es algo inesperado e incierto, uno nunca sabe cuando podría estar viviendo los últimos momentos en la tierra. 

Siempre creí en una vida fuera de la tierra, que mi alma volaría hasta la más alta de las nubes o quizás descendería hasta el más oscuro infierno, no fue así. 
¿Cómo describir la muerte? Es algo inimaginable, diría que no hay palabras que lo puedan expresar. Al morir los recuerdos son lentos y borrosos, la mente se desconecta lentamente de mi cuerpo, mi alma es desconcierta, mis sentimientos son desconocidos. 
No es tan malo morir, simplemente al hacerlo la calma se apodera de mí, aunque es algo muy desconcierto, es un lapso donde la muerte y la vida se encuentran, un punto intermedio donde vivir es una opción, una opción que simplemente no es para mí.

Que se siente morir podría describirse como felicidad, aunque no está ni cerca de hacerle justicia a la sensación. Hay veces que todo es confuso, donde no sé si estoy muerto o vivo, donde no sé si mi imaginación está jugando conmigo tal títere. Lo que si sé, es que si no estoy muerto, debo estar seriamente drogado. 

Cada día puedo reencontrarme con aquellos que daba como imposibles de ver, aquellas personas que pude vivir el duelo de su muerte. Mi tío, mis abuelos, mi gata, a mí mismo. 
Puedo vivir una vida donde mis problemas están desvanecidos, donde puedo estar con la gente que amo, donde puedo finalmente estar feliz. 

Los últimos recuerdos de mi vida siempre serán los peores, recordar el rojo carmesí que recorría el cuerpo de aquella mujer que en algún momento habría llamado madre. El dolor de sentir como mis retinas quemaban. Mis ganas de llorar que eran opacadas por mi sequía de emociones. El dolor en los ojos de la mujer que podría haber sido mi madre, el claro dolor que tenía al hacer esto, el arrepentimiento que tenía, el odio a sí misma por no poder parar sus acciones. Mis últimos momentos en tierra fueron viendo sus ojos. 

(...)

Dolor, duelo, tristeza, enojo, valentía, arrepentimiento. Seis emociones que aquel joven de pelo negro experimento. Pensar en las reacciones de su familia hacia aquel acto de lo que pensaba era "cobardía", cobardía de seguir viviendo. 

—¿Craig?— La confusa voz del niño rubio lo rompía en pedazos. —Hola.-Respondió el antes nombrado con una sonrisa tímida. El rubio corrió a los brazos de su amado, que creía no volvería a ver. Pero ahí se dio cuenta, y la cara de felicidad que tenía se desvaneció. —¿Qué haces aquí? No deberías...-Hablo james con cierto dolor en su voz. —Lo siento.-Fue lo único que logro decir el niño de pelo negro. James lo miro con culpa, pero sabía que no importaba que haga, él ya estaba allí. 
Ambos se miraron con cariño, y se permitieron ser felices juntos, uniéndose en un cálido y reconfórtate beso. —Te amo.-Estas fueron sus únicas palabras. 












Ahora sí que se acabó, fue una verdadera aventura escribir esto, pensaba que nadie lo iba a leer y que sería ridículo, pero me alegra que le haya gustado a alguna gente, lo aprecio y me hace mucha ilusión. 

En din, todo llega a un final, y este es el de mi pequeña historia sobre un pueblo de colorado. 


Me gustaría que me dejen sus opiniones de la historia, si les gustaría que haga más historias, cosas que me recomnienden para mejor, etc. Los quiero.

ANOTHER DAY| SP x Male| BAJO EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora