Capítulo 14| Cañón

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Will Byers| Trampa

Terminaba de recoger los últimos materiales que necesitaba para armar la trampa que su aliado le había pedido que hiciera.

El ojiverde amarró el extremo de un palo filoso a otro para después comenzar a camuflajearle.

— Bien, el plan es este, yo iré a distraerla, sabemos que Ámbar buscará agua en el río, por lo que dejará su campamento solo, es ahí cuando ustedes dos entran y ponen la trampa, y esperaremos que caiga como mosca.

Ambos tributos escuchaban atentos a Mike, sabían que era un plan peligroso y Will temía más por su aliado que por su vida misma.

— No se preocupen, ella no les hará daño, si es necesario me sacrificare.

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Mike Wheeler | El río

Cuando el tributo llegó a la extensión de agua la ojimiel ya estaba terminando de llenar sus botellas, Mike se apresuró para tomar uno de sus cuchillos y lanzarlo hacia una de las botellas de agua perforandola.

Ámbar levantó la vista rápidamente, aterrada y mirando al castaño acercarse a ella con total calma.

— ¿Qué haces aquí sola? — Se burló jugando con otro cuchillo — ¿Acaso no sabes que la jungla es peligrosa?

— Vete a la mierda — Espetó ella levantándose para atacarlo.

Mike actúo rápido y corto con la navaja superficialmente su mejilla derecha, Ámbar no se quedó atrás y de una patada mando al suelo al chico.

Las cámaras estaban centrados en ellos, muchos incluso comenzaron a hacer apuestas de la muerte de cada uno y por el momento Ámber llevaba la ventaja.

Cuando sometió al chico en el suelo, colocó su zapato en el cuello del chico cortándole levemente la respiración, algo que sin duda no lo mataba, pero que dolía como el infierno.

— ¿Qué esperas? ¡Matame! — Le decía Mike desde el suelo.

— ¿De verdad crees que soy tan idiota? No vine aquí a exponerme para que me mataras — Se burlo la chica — Solo te estaba distrayendo.

El sonido del cañón se escuchó en toda la arena, Mike logró safarse de la presión de Ámbar y la lanzó lejos no sin antes decirle unas cuantas maldiciones.

Corrió hacia donde estaban los chicos rogando porque fuera una pesadilla, no quería pensar que alguno de ellos hubiese resultado herido.

Llego al campamento de Ámbar y pronto notó a Will parado en medio de todo lleno de sangre.

Mike corrió hasta él para tomar su cara entre sus manos — ¿estás bien? — Su voz se quebró levemente — Will ¡responde!

— No es mía — Dijo por fin, estaba ido, no podía reaccionar.

Mike miró a todas direcciones y, unos metros más allá, se encontró con el cadáver de Evangeline.

La pequeña parecía dormida, pero su garganta estaba destrozada pues alguien la había degollado.

— N-no se que pasó — Murmuraba Will — Estábamos colocando la trampa, yo solo... fui a buscar hojas para camuflarla y cuando llegue.. se había ido.

Mike se negaba a dejar a Evangeline allí, pero los pasos de los demás profesionales podían escucharse demasiado cerca.

— Son unos cerdos — Dijo por fin mirando hacia una de las cámaras y enseñando el dedo corazón mientras una lágrima bajaba por su mejilla.

Mike le dio un último beso en la frente a su compañera de distrito antes de tomar a Will por la muñeca y arrastrarlo para huir de aquel lugar.

|...|

Mike Wheeler | Noche triste

La cara de Evangeline había aparecido en la pantalla desde hacía mucho tiempo, Mike estaba sentado en la rama de un árbol mientras tallaba lo que parecía ser un pedazo del tronco en donde se encontraba, comenzaba a darle forma para hacerlo ver como un conejo.

— Lo siento.

La voz de Will le sobresaltó. El chico estaba frente suya y ni si quiera se había dado cuenta como era que había subido.

— Si tan solo no la hubiera dejado sola...

— No fue tu culpa — Suspiró Mike — No te recrimines por eso.

La penetrante mirada del tributo del 6 se clavó en la mente de Will y no se fue de ahí nunca más.

— Soy un inútil — Seguía diciendo el ojiverde — Realmente creo que no deberíamos seguir siendo aliados.

Mike dejó de tallar la figurilla y le presto atención a su compañero — ¿Qué?

— No tengo habilidades como tu, no soy tan listo, ni tan fuerte, solo te retraso y de todas formas acabaré muerto...

— ¡Cállate! — Will dio un brinquito por el grito repentino de Mike — No vuelvas a decir eso, no permitiré que mueras.

Por un momento Mike creyó en esas palabras, pero después recordó que solo podía haber un ganador y no podía poner la vida de Will por encima de la suya.

— Es tarde, yo haré la primera guardia, duerme — Mike desvió la mirada y Will suspiro.

El tributo del distrito 6 creyó que eso había sido todo, pero entonces Will se abalanzó para darle un beso, ambos siguieron el ritmo y al finalizar se miraron a los ojos mientras sus frentes se unían.

— Yo si daría mi vida por ti, Mike — Confesó Will, como si le hubiese leído la mente.

Los Juegos Del Hambre | BylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora