cinco

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—Te hubieras quedado a comer.—Dijo Jin, en forma de regaño luego de escuchar todo lo que había sucedido ayer.

—Ya te dije, estaba demasiado avergonzado por haberme quedado dormido. Incluso su madre me vió.—Dije, suspirando.

—De cualquier forma, debes ayudarme en la organización del baile. —Jin se puso de pie frente a mi y yo asentí a mala gana.

—¿Los del equipo de teatro siempre suelen manipular así para la ornamentación?—Dije y Kim se rió, dándome un pequeño empujón seguido de un golpe en la nuca.

—Atrévete a decir que te manipulo, me debes mil cosas.—Reí.

—Mil golpes.—SeokJin bufó y yo no pude dejar de reirme.

—De todos modos, Chim ¿ya sabes qué harás con el nuevo tratamiento de tu madre? Te dije que mamá podía sacar un prest-

—Estaré bien. Tengo para pagar un poco más de la mitad, pero si hago algo de trabajo durante los dos meses que faltan podré pagar por lo menos unos cuantos meses más. Al menos hasta que esté estable.

—Pero si haces eso tus estudios-

—Jin, ya dije que agradecía la ayuda. Pero no puedo aceptarla. Se acabó.—Mi amigo suspiró, rendido.

—Esta bien, esta bien.

No pude evitar el cristalino en mis ojos, si no terminaba ya esta conversación terminaría llorando en pleno pasillo colegial.

—Iré al baño, no tardo.—Dije, escabullendome como pude e ingresando a uno de los cubículos apenas noté que una lágrima resbaló por mi mejilla.

Estuve un rato ahí, llorando en silencio. La verdad era que no tenía el dinero y mis ahorros apenas alcanzaban para abastecer mis necesidades. Los trabajos de medio tiempo ya los tenía todos. Eran los que ofrecían los sueldos más altos, no había forma de aumentar la cantidad de dinero.

—¿De verdad te están obligando a eso?

Cubrí mi boca y junté mis rodillas a mi pecho cuando alguien entró, asustado. No quería verme obligado a salir en este estado. Nisiquiera había dejado de llorar.

—¿Puedes creerlo?

—Deberías buscar a alguna chica, cualquiera estará dispuesta a hacerlo con dinero de por medio.

—Lo pensé, pero es algo íntimo para algunas personas. No puedes ir y fingir que puedes con tales responsabilidades.

—De todos modos, nadie lo sabrá. Solo nosotros.

No me digas que esos dos estaban hablando de tener relaciones con alguna chica de por ahí. Pagándoles.

Ignore mi aspecto y salí del cubículo molesto, quiénes se pensaban que eran.

—Oigan ustedes dos, ¡Qu- ¿Taehyung?

Allí estaba. Kim junto a su mejor amigo de pie frente a los lavamanos. Sorprendidos por mi griterío.

—¿Jimin?—Jungkook preguntó, mirando a Taehyung confundido.—¿No habías dicho que no había nadie?

Miré a Taehyung, con el entrecejo fruncido. No podía creer lo idiota que era este tipo. Encima de que utilizaba a las mujeres queria pagarles para que se acostaran con él.

—Te juro que revisé. Eso no importa. Jimin, no es como piensas.

—¿No? ¡Eres un maldito pervertido! Pagarle a una mujer para que se acueste contigo sobrepasa los límites, es algo inhumano.

—No es así, yo-

—¿No? Entonces crees que por sobornarlas para que aceptes es concientizando? Tú-

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