trece

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Era jueves.

Ya habian pasado dos días desde mi reconciliación con Taehyung, y hoy era nuestra cita oficial. Estaba nervioso. Demasiado.

Taehyung había dicho de pasar por mi a las cinco, el problema era que ya eran pasadas las cinco pero él todavía no llegaba. No era propio de Taehyung si es lo que se preguntan.

Evadi mis pensamientos dispuestos a decepcionarme por su repentina actitud y tomé mi teléfono que marcaban las cinco y cuarto de la tarde. Miré el nombre de Taehyung en la pantalla y presione una vez más el icono verde para llamarlo. Ya iban ocho llamadas, nueve con esta. Y otra vez, atendió el contestador.

Me rendí y llamé a Namjoon para pedirle el número de Yoongi o Jungkook. Ante la tardanza de mi cita debía preguntarle a sus amigos si sabían algo.

Nam respondió un segundo antes de darme por vencido, respondiendo con un entrecortado "Chim", estaba algo agitado.

—Nam, ¿Qué sucede?—Pregunté, me empezaba a preocupar.

Tardó en contestar. Haciéndolo aún peor. Volví a nombrarlo y al no recibir respuesta alejé mi teléfono para verificar que la línea seguía conectada. Así lo era. Algo estaba pasando.
Terminé la llamada dispuesto a llamar a Seokjin pero la pantalla se iluminó con el nombre de Taehyung. Ya había comenzado a molestarme toda esta situación.

—Taehyung.—Dije una vez respondí, con clara molestia ante las llamadas anteriores y los mensajes de texto no leídos.

—Jimin, amor.—Taehyung respondió dulce, él también se escuchaba ajetreado. Pero la molestia se esfumó por completo al darme cuenta de que se encontraba en el mismo estado que Namjoon cuando respondió.

—¿Qué está pasando, Kim? Llamé a Nam y respondió igual que tú.—Dije y escuché un suspiro de su parte.

—No pasa nada, amor.—Murmuró Taehyung y el estruendo de un plato cayéndose lo interrumpió.—Solo olvidé la reunión con mis amigos y cuando estaba por ir a buscarte aparecieron en la puerta. Logré escapar pero ya me encontraron de nuevo. Ese sonido fue un plato que me lanzó Jungkook desde el auto.

Taehyung rió intentado relajar la situación pero en mi caso no me dió ni una pizca de gracia. Ese plato podría haberlo lastimado.

—¿Dónde estás ahora?—Pregunté luego de un rato en el que esperé que Taehyung diga algo, tomando mi bolso y las llaves de la casa dispuesto a ira su encuentro.

Taehyung tardó en contestar por lo que suspiré agotado y abrí la puerta decidido a salir de allí. Llevándome la sorpresa de encontrarme al castaño de pie frente a mi.

—Vine a buscarte.—Dijo Taehyung con una sonrisa, la cuál no comparti.

Guardó su teléfono en uno de los bolsillos de su pantalón despreocupado. Molestándome aún más por su actitud indiferente.

—¿Tienes idea de lo preocupado que estaba?—Dije y Taehyung me abrazó de inmediato al ver que me había cruzado de brazos dispuesto a reprocharle.

—Lo siento, lo siento, lo siento.—Dijo y se apartó un poco para besarme.—Lamento esto, no volverá a pasar. Lo prometo.

—¿Dónde están los demás?—Pregunté devolviéndole el abrazo. Taehyung besó mi cabello y yo sonreí. Amaba estar con él.

—Están afuera. No harán nada porque ahora estoy contigo así que vine para pedirte hacer un cambio de planes en nuestra cita.

—Un segundo.—Interrumpí, apartandome del abrazo.—No estarás sugiriendo que pasemos el día con ellos, , ¿No es así?—Taehyung negó, soltandome para rascar su nuca con nerviosismo.

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