My Bad Girl (Jenlisa G!p)

Cap#47

Jisoo hace un puchero y deja caer la cabeza en la mesa. Las chicas llevaban 3 horas en la sala de espera con la angustia latente, los médicos no daban esperanzas y Rose estaba devastada. Jennie en cambio parecía bastante tranquila, pero igual de interesada por recibir noticias de la tailandesa, no obstante había alguien que no tenia mucho interés, y que definitivamente prefería su enorme cama King a los asientos del hospital

—¡He estado tanto tiempo sentada en esa jodida silla de plástico que ya ni culo tengo!

—Jisoo, quita la cara de ahí, hay gérmenes

—No quiero

—Estas siendo infantil

La empresaria gruñe y lanza sus brazos también en la mesa en expresión de flojera y berrinche, sus mejillas hinchadas, su ceño fruncido y su delicado labio inferior elevado a modo de puchero

—Explícame de nuevo que hago yo aquí ¿acaso Lalisa Manoban también me folló, y lisaconda me noqueo en el proceso? Porque no he caminado chueco desde que me caí de culo en esos columpios donde ¡Ah, sorpresa! ¡me abandonaste para irte en un carro feo!

—Estas aquí porque eres mi amiga

—Que curioso, porque no recordaste eso ¡cuando me botaste en esa escuela para mafiosos!

—¿Escuela para mafiosos?

—Endemoniada chamaca— refunfuña recordando a la molesta niña— Fui humillada, agredida y olvidada en ese lugar ¿¡y tú vienes a hablarme de amistad!?

—Lo siento ¿si? La señorita Chan iba a contarme el pasado de Lisa, era mi oportunidad y tú… bueno tú estabas en un jodido columpio gritándole a Rose que te llevara al cielo

—Oye, si lo dices así suena hasta sexual

—Estoy segura que traumaste a más de un niño

Jisoo chasquea la lengua en desapruebo

—Traumada quede yo, que hasta vieja me llamaron, estoy pensando seriamente en aplicarme botox después de eso

—Tonterías, estas fantástica Chu

—Lo sé, solo quería que lo dijeras
Jennie frunce el ceño y ve a su amiga aun en la posición de pereza

—¿Y si no lo decía?

—Iba a ofenderme y botar en mi armario nuestro brazalete de la amistad

—¿No se supone que debe ser al mar o al rio, o alguna cosa dramática como esa?

—Claro que no, no soy tan radical ¿luego si me desenojo, como voy conseguirla de vuelta? No veras a Kim Jisoo husmeando en el bote de basura y mucho menos buceando en el mar para hallarlo, primero encuentro al Titanic antes que al brazalete

La modelo lo piensa un momento y da un sorbo a su café

—¿Y por qué lo botarías en el armario?

—Porque quien quiera la pulsera debe pensárselo dos veces antes de entrar, no cualquiera se atreve a salir del closet, ¿entiendes la referencia eh, eh?— sube y baja sus cejas de forma traviesa

—En primer lugar, tu referencia es demasiado obvia para no entenderla, y segundo ¿Quién carajo se metería totalmente en un closet para buscar un brazalete?

—Hay casos de casos mi amiga, yo soy una de esos y vaya que me costó salir

—¿Del closet? ¿Por qué?

—Mmm porque se atascó la puerta, ¡hubiese muerto ahí dentro! y fue perfecto para contarle a mamá sobre mi sexualidad ¿te lo imaginas? Ella abrió mi closet, y yo solo tuve que salir, fue épico

—Jisoo, a veces pienso severamente en que te falta un tornillo

Jisoo suelta una carcajada, captando la atención del resto de las personas en el cafetín

—Ni que fuera un robot — su rostro se pone serio de repente— ¿y si lo soy? ¿¡Jisucristo, he sido un androide todo este tiempo y no lo sabía!? ¡exijo hablar con mi creador!

—Jisoo baja la voz de una vez, la gente empieza a verte como si te hubieras escapado del hospital psiquiatrico

—¡Libertad de expresión, conozco mis derechos!

—Jisoo…

—¡Culpable! ¡caso cerro!

—¿¡Ya puedes dejarme hablar de una jodida vez!?

—Ok, la acusada tiene la palabra

—¿Jisoo que dices, desde cuando te gusta vainas de derecho?

—Desde que supe que Ana María polo era abogada, esa mujer conoce el verdadero sentido de la vida— afirma pensativa— Dicen que las cubanas son ardientes, ¿será verdad?

Jisoo no dejaba de decir tonterías, estaba nerviosa, no era la primera vez que actuaba de ese modo, después de 4 tazas de café cargado su hiperactividad se manifestaba de una forma muy extraña

¿serán así todas las programadoras?

—Jisoo, dime la verdad, ¿qué te sucede?

—Déjame Jen, estoy de luto

—Pero si hasta hace unos segundos te estabas riendo como una psicópata ¿Es por Lisa? ¿estás preocupada por ella?

—¿Lisa? ¡es por Rose!— suspira— Quien diría que alguien con un nombre tan floreal iba a clavarme tantas espinas— pega el mentón en la mesa— ¿viste sus pétalos? Madre mía, dan ganas de….

—¡Kim Jisoo!

—¡Jen, creo que estoy enamorada!

—¿Oh enserio? No me digas— suelta voz sarcástica

—¡Es enserio Jen! ¡Sé que lo he estado disimulando bastante bien, soy buena actriz, pero ya no puedo! Lo peor es que nunca va a corresponder el sentimiento, Está enamorada de Lisa, y la ve como una diosa, y yo, yo no puedo competir con eso…

—¿Enamorada de Lisa?

—Si, me lo dijo en la mañana, estábamos juntas cuando recibió la llamada del hospital

No sabia por que le sorprendía aquello, pero más que sorprender, había sentido una opresión en el pecho, una parte de ella quería creer que lo de ellas era solo un acostón. Pero parece que soy yo la que solo significa un acostón para Lisa.

¿Qué esperabas Jennie? para ella fuiste una más del montón

—¿Ella te gusta? ¿De verdad te gusta?

La reina de hielo vuelve a escena, cambiando su cara de decepción por una totalmente neutral. Típica Jennie Kim

—No seas tonta Chu, admito que fue placentero, pero nada que no logre reemplazar

—¿Estás intentando engañarme a mi o a ti? Porque no creo que este funcionando— se pone de pie y termina con su sándwich de jamón— Tu di lo que te haga sentir mejor, pero eso está muy lejos de ser la verdad— ve la máquina expendedora— Le llevaré algo a Rose, se niega a probar bocado

…

Jennie camina por los pasillos del hospital, necesitaba despejar la mente. Odiaba ese hospital en específico, le traía antiguos recuerdos de cosas que quería borrar de su mente para siempre, pero que seguían invadiendo sus pensamientos para torturarla con su pasado.
A la izquierda observa una capilla solitaria con dos bancos a los costados y un pequeño altar justo al frente. La pared detrás del altar estaba llena de aberturas en la cual la familia de los pacientes dejaban una nota o una foto del enfermo para orar por ellos y que sanaran pronto. La coreana Lamentaba no tener una foto a mano, incluso aunque no creyera demasiado en los milagros

—Soy yo otra vez— Susurra parada frente al altar— En esta ocasión no vine a suplicar tu ayuda

Recordó las noches que imploró de rodillas en ese lugar, las lágrimas contantes que había derramado, y la fe que había mantenido en todo el proceso, pero su fé no soluciono nada, no obtuvo ningún milagro

—Antes te pedí que le dejaras volver conmigo, esta vez solo pido que la dejes vivir— cierra los ojos y siente sus ojos arder

Sea lo que sea que haya empezado a sentir por Lalisa Manoban, se acabó. Pero aun así, quiero volver a ver esos ojos café y su arrogante sonrisa. Quiero volverla a ver, con vida