My Bad Girl (Jenlisa G!p)

Cap#50

-¿No iras a verla?

-Ya te lo dije, no

-Han pasado tres semanas

-Lalisa tiene quien vele por ella

-Jennie

-Por favor Dahyun, no insistas

-Vale, ya me tengo que ir, tengo sesión- antes de abrir la puerta mira a la castaña y suspira- Jen, enserio, piénsalo, y también piensa lo de victoria's Secret

-Gracias Dudu, pero no pienso ni pisar esa agencia

En esas tres semanas la coreana no había vuelto al hospital, ni le permitía a Jisoo hablar del tema, sus amigas tenían prohibido mencionar a la tailandesa, o su estado de salud cerca de ella, pero en la soledad de su penthouse no perdía ninguna noticia relacionada a Lisa. Los paparazzi seguían merodeando el hospital y eso hacia más difícil que pudiera pasar desapercibida

Se sienta y apoya la laptop sobre sus muslos. Necesitaba organizar su book digital si quería hacer el cambio pronto, y no iba a conformarse con fotos mediocres

-Es extraño estar preparando mi curriculum- resopla y cierra la laptop, por más que lo intentará no tenía cabeza para eso ahora, las palabras de la peliblanca seguían rondando en su cabeza

¿Quería ver a Lisa? Si, esos días habían sido tan difíciles para ella que apenas había conseguido controlar la ultima crisis, su ansiedad estaba disparada y ni siquiera el yoga había conseguido calmar sus nervios. Veía los ojos castaños de la tailandesa una y otra vez, posters, anuncios, parecía que todo Seúl se había puesto de acuerdo para torturarla, a donde sea que veía todo le recordaba a ella y también que no estaba a su lado

Camina hacia su habitación y saca un pequeño cofre de debajo de la cama. A penas y lo toca, como si estuviera maldito, se apresura a dejarlo sobre la cama y toma una bocanada de aire, no estaba lista para abrirlo, no estaba lista para revivir el pasado, pero necesitaba hacerlo, lo requería.

-Hola de nuevo, parece que los he tenido bajo llave un largo tiempo- sus manos tiemblan al ver el interior del cofre

Papeles, una delicada cadena de fantasía y fotos, fotos de lo que alguna vez fueron sus momentos mas felices, y que ahora solo habría heridas y causaba dolor. Las lagrimas empiezan a brotar de sus ojos y vuelve a sentir el ardor en su pecho con el corazón desgarrado, parecía que regresaba dos años atrás, a ese maldito día

Unos golpes en la puerta la regresan a su realidad. Borra de su rostro cualquier señal de dolor y camina hacia la entrada. Fingir frente a una cámara la habían ayudado a hacerlo también lejos de ellas, en su día a día, y en ese momento era nuevamente la implacable Jennie Kim

Arquea una ceja al ver a un botones en la entrada

-No he pedido la cena

-disculpe Señorita, de recepción me mandaron a traerle esto- le da unas cartas- tienen días allí

Por supuesto, su cabeza había estado muy lejos de la realidad, vagando, transportándose de alguna manera a aquel frio cuarto de hospital donde permanecía la pelinegra inmóvil

Toma las cartas y cierra la puerta sin pronunciar palabra, no le interesaba aquellas cartas. Rueda los ojos y lee el reverso de cada una; facturas, invitaciones, eventos a los que no planeaba ir, nada de eso le interesaba. Una en una las fue lanzando sobre la mesa hasta toparse con algo que captó su atención

Léeme

Pero no era tanto el hecho de no tener remitente, ni la infantil nota. Su corazón se agitó al ver aquel girasol, no necesitaba adivinar de quien era esa carta , lo sabía

-Lisa...- acaricio la flor impresa en el sobre, la misma que estaba grabada en su tarjeta de presentación, debía ser suya ¿pero cómo?

Despega el sobre con cuidado de no romperlo, si venía de Lisa quería conservarlo intacto.

¿Y si ha despertado?

Sonrió ante esa idea

Imposible, ya habría salido en las noticias

Deja de reír

¿Y si evadió a la prensa y lo tiene en secreto?

Esa idea acelero su corazón y volvió a esbozar la sonrisa, esta vez más amplia. En el interior no había una carta, había un cheque con una cifra bastante elevada y una tarjeta negra y amarilla con el mismo girasol del sobre, y en ella tenía algo escrito


Pedí a mí secretaria que te hiciera llegar esta carta al cumplirse el mes, porque personalmente jamás me atrevería a hacerlo.
Aquí está tu pago, y una bonificación por los daños ocasionados.