Cap#43

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Hiroko Chan aparca el coche y camina hacia la cafetería con Jennie siguiéndola de cerca, la coreana mira el letrero sobre la entrada. la galleta de la fortuna. Un nombre muy Japonés a su parecer. Toman asiento en una de las mesas, la modelo veía atentamente a la maestra, pero esta parecía estar serena, sin ninguna prisa, siempre sonriendo incluso para llamar a la mesera.

-Suelo venir a este lugar, tienen un café bastante agradable- comenta

-Buenos tardes, sean bienvenidas a nuestro café! ¿Ya saben que van a pedir?

La voz de la chica capta la atención, pero el rostro de la muchacha estaba oculto por la gorra, su mirada estaba en la libreta de apuntes

-Sí, tráenos un par de cafés por favor

-El mío sin azúcar- pide Jennie

-Enseguida

La chica se aleja y la modelo puede jurar que esa forma de caminar ya la había visto antes. ¿Quién era esa chica?

-No hay nada mejor para relajarse después de un agotador día, que una taza de café con música instrumental de fondo

Y la verdad es que el sonido del Biwa acompañado del Shakuhachi resultaba muy relajante

-La música Japonesa es exquisita, cierro mis ojos y regreso a mis raíces

-¿Usted  es japonesa?

-Podría decirse que si

Jennie juega con sus manos y carraspea un poco. La verdad es que ya quería que le contara sobre Lisa pero no quería sonar demasiado interesada o descortés, después de todo la mujer estaba tratando hablando de su pasado, ¿¡Pero, qué carajos me importa a mí su pasado!? ¡Quiero saber el de Lalisa!.  Hiroko mira a Jennie y sonríe al ver cómo le daba vueltas a la punta del mantel

-¿Nerviosa?

Las mejillas de Jennie enrojecen y rápidamente recupera su postura; su ansiedad estaba ganando  batalla y su actitud llegaba a ser inconsciente; un medio que había usado por años para centrarse en una cosa para ignorar la ansiedad, aquella tragedia la había dejado padeciendo de un trauma del que aún no había logrado afrontar

-Estoy bien

-Aquí tienen, que lo disfruten

Esta chica no era la otra, pero su sonrisa era amplia y agradable, sin duda un aura muy positivo el que desprendía. Quizás considere venir más a este café, des estresarme un poco en este lugar no está nada más. Ve que deja dos galletas en un platillo y se marcha

-Conocí a Pampriya cuando solo era una pequeña- comienza a contar la profesora

-¿Pampriya?

-Lalisa Manoban no siempre se llamó Lalisa- sonríe al ver la cara de asombro de la más joven y le da un sorbo a su café- Mmm, delicioso

-Por favor, no se detenga

-Pampriya era una niña muy inteligente, en aquel tiempo yo era apenas una practicante, mi pasantía la estaba viendo en Tailandia, y allí fue la primera vez que la vi, pero no en una escuela convencional, no, sus clases eran particulares por así decirlo- hace una pausa- Pampriya estaba en un orfelinato, no conozco la razón de su llegada allí, pero si recuerdo el día que ingresó, Pampriya era una niña preciosa y muy dulce, aunque se veía desorientada, todo a su alrededor le resultaba desconocido, y no paraba de preguntar por su madre; claro, es algo normal en un lugar de esos, los niños pierden a sus padres y enseguida son enviados a esa clase de casa hogar, no han procesado la ausencia a largo plazo de sus progenitores- remueve su café con la cucharilla y su mirada se centra en la ventanilla unas mesas adelante- Ella era muy lista, pero evitaba juntarse con el resto de los niños, decía que no la querían por ser diferente, no comprendía la razón, pero para mí era extraordinaria

My Bad Girl (Jenlisa G!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora