My Bad Girl (Jenlisa G!p)

Cap#16

Día 6

-No pienso seguir con esto- Jennie tomó su bolso lista para irse. La sesión había estado más tensa que nunca. Después de la incómoda disputa del día anterior la sesión había sido todo un suplicio. Lisa ya no bromeaba, se limitaba a dar órdenes toscas y ella hacia lo posible por contradecirla

-¿Y qué quieres ahora?

-¡No quiero seguir trabajando para ti, no te soportó!

-Debiste pensarlo antes de firmar. Para eso te di un plazo de tiempo, ahora te la aguantas.- Lisa volvió a colocar frente a ella la cámara - Sonríe grande preciosa, falta un par de fotos más

-¡Has tomado miles, y todas en el mismo lugar! No me interesa el jodido contrato, ni tu maldito dinero. ¡No quiero trabajar para alguien tan insufrible como Tu!

Estuvo a punto de irse cuando la mano de Lisa se lo impidió. La furia estaba dibujada en la ojos de la tailandesa consiguiendo intimidar a la más baja

-¿Querías sesiones privadas y ahora no quieres seguir? ¿ya te diste cuenta donde carajo estás?

Fue en ese entonces que la coreana se atrevió a inspeccionar el lugar. Había llegado sin mirar a su alrededor. Estaba enojada y sólo quería posar para las fotos y largarse lo antes posible

La tailandesa la había llevado a una cabaña, nada ostentosa a como estaba acostumbrada, pero si con lujos discretos. Todo parecía bien cuidado y con un aire muy hogareño

-¿Una cabaña?

-Mi cabaña

Jennie amplió los ojos. No pensaba que aquel lugar perteneciera a la tailandesa, pero rápidamente un pensamiento borró su sorpresa

-Genial, aquí debe ser donde te las follas

Al mirar los ojos de la tailandesa los notó oscuros y furiosos y en ese instante se arrepintió de sus palabras al sentir como la más alta la estallaba contra la pared sin piedad. El dolor en su cabeza por el impacto fue leve. Al abrir los ojos se obligó a tragar en seco al ver la cercanía y la furia en la pelinegra.

-¿Por qué te interesa tanto las mujeres con las que me acuesto Kim? ¿No será que tienes envidia?- se acercó a su oído e instaló, haciendo estremecer a la más baja- ¿acaso quieres ser tú a la que me Folle?

Jennie bufó y rodó los ojos

-Ya quisieras

-¿Eso significa que no sientes nada al tenerme Así?- se apegó más. Jennie jadeos al sentir algo duro presionar su entrepierna - niegalo y dime que no sientes nada

Con dificultad la castaña negó con la cabeza

-No quiero nada contigo

Lisa sujetó las manos de la coreana, y las colocó sobre la cabeza, mientras su mano libre la sujetaba de la cadera, apoyándose más en ella, y consiguiendo otro jadeos de parte de Jennie al sentir nuevamente una presión en su zona sur ¿qué era aquello?

-Entonces no sentiras nada si te beso

La castaña no tuvo chance a negar. La tailandesa se había lanzado a sus labios de forma autoritaria, besandola con brusqueda. Beso que la castaña no tardó en corresponder, sintiendo un fuego intenso que parecía quemar sus entrañas y abrazar cada rincón de su cuerpo

Lisa la levanta entre sus brazos para tenerla a su altura y de inmediato la castaña enroscó sus piernas alrededor. Y de un sopetón la más alta mentió su lengua directamente en la boca de la más baja, haciéndola jadear

Jennie apretó sus piernas alrededor de la tailandesa. Y se detuvo al sentir algo duro y cálido entre sus piernas ¿qué rayos es eso?. Hizo intento de mirar pero la pelinegra volvió a besarla con brusquedad, desarmado del todo a la chica. Su móvil, Eso debe ser. Pensó, cerrando el tema y dejándose llevar por aquella dominante mujer

Lisa con pasos lentos pero exactos la guió hasta un sofá en U que abarcaba gran parte de la estancia y la dejó caer con sutileza. Su mirada era intensa y para Jennie eran obvia sus intenciones

¡Madre Santa, me va a follar!. Jennie se mordió el labio sintiendo un hambre atroz por esa mujer. Jamás en su vida había tenido tanta necesidad como en ese momento de abrir sus piernas y dejarse follar como animal y gritar hasta que sus cuerdas vocales no puedan emitir b5i un sonido más

-Desnudate

Jennie casi se corre con esa orden. Sin embargo seguía siendo Jennie Kim y jamás cedía sin protestar. Y apretando sus piernas con fuerza para controlar sus fluidos y su palpitante necesidad respondió:

- No

-Desnudate- repitió la pelinegra con autoridad, sin apartar la mirada de la más baja

La coreana niega lentamente a punto de sollozar ¿realmente le estaba diciendo que no a ese pedazo de manjar, con sus excitación a flor de piel?

-No lo haré

-Perfecto Kim- Lisa sr aleja de la castaña sin más y aliza su flequillo con indignación - Toma tus cosas. La sesión acabó. Cundo quieras comportarse como una mujer hablamos

Ese fue el detonante de la castaña. ¿¡Quién se ha creído está imbécil!?

- ¡Soy más mujer de lo que tú o cualquiera de tus putas son!

-¿Enserio? Porque ahora mismo sólo veo a una cría mimada y miedica

Jennie fruncio el ceño y se puso de pie deteniéndose justo frente a la más alta sin cambiar su semblante serio

- No le temo a nada, mucho menos a una imbécil como tú. ¡Pero excelente acuerdo, hablaremos cuando TÚ dejes de comportarte como una diosa intocable y calienta bragas!

Mierda, que acabo de soltar. La modelo se lamentó mentalmente. No podía negar su deseo carnal. Deseo a esa mujer, y la deseo ya mismo, entre sus piernas, desnudandome, desnudandose...¡follandote!. Tragó su indignación. La tensión entre ambas era palpable. Si bien, a Lisa nadie le había dicho que no, y a la Coreana nadie la había dominado. Era una situación nueva para ambas

Y en un extraño cambio de acontecimientos, ambas sin pensar se pegaron a la otra como imán al acero. fundiendose en un beso brutal que dejó sin aliento a la Coreana y encendió de nuevo su excitación ante la brusquedad y posesión de la tailandesa.

Lisa gustosa se deleita en esos finos labios, mordisqueando a su antojo, mientras la llevaba al sofá. Su excitación se triplica al ver la escena. Jennie jadeando, con el pelo revuelto y los labios hinchados, la miraba desde el sofá con los ojos oscurecidos, pidiendo con esa lasciva mirada que se fundiera en ella. y vaya que se moría por hacerlo. Pero había algo que Lalisa Manoban no permitía y era que las mujeres tomarán el control del asunto

Se inclinó sobre Jennie y le robó un nuevo beso, está vez más lento y sensual, volviendo de gelatina a la más baja

-Puedo proporcionarte el placer que necesitas. Sólo tienes que pedirlo y yo te lo daré

Esa voz enronquesida por el deseo, y esa mirada intensa acompañada del aroma a vainilla la estaban torturando de tal manera que a punto estuvo de arrodillarse y suplicarle que la hiciera suya. Pero su orgullo y su sentido racional se negaron a ceder

-Jamás

Lisa asintió esbozando media sonrisa y se alejó

-Ya verás Kim, voy a hacerte delirar

-Ningún hombre me a doblegado Manoban. No te equivoques, la que domina soy yo- respondí o Jennie altiva

-Ese es el problema Kim, yo no soy un hombre- acarició con cuidado su mejilla sintiendo al instante como la castaña se tensaba- Soy la mujer que va a sacar de ti los deseos más carnales, Jennie Kim