Cap#6

21.3K 2.1K 992
                                        

Esa mañana Jennie había tenido un día ajetreado, dos sesiones en un día, y el día anterior un evento en pasarela.

Definitivamente necesito un día de spa.

Subió a su coche, lista para marcharse, y para su suerte el vehículo no encendió

-Genial, lo que me faltaba- gruñó, golpeando el volante y salió dando portazo.

Quedaban pocos vehículos en el estacionamiento de la empresa pero ni loca se rebajaría a pedir un aventó.

Primero muerta.

Salió sin perder su estilo y maldijo al ver el tiempo

-¿¡Pero qué carajo te hice hoy para que te enfrasques conmigo, Dios!?- se quejó mirando el cielo rojizo. Llovía a cántaros y como si fuera poco no había llevado su abrigo ni el paraguas- ¡esto si que es el colmo!

Sacó su móvil para llamar un uber y como si la suerte estuviera en su contra no había señal. Se dio por vencida y corrió hasta la casilla a esperar un taxi.

Jennie miró a su alrededor. Las calles estaban solas y desiertas, y al parecer los vehículos también eran escasos

¿Estamos en toque de queda o por qué coño todo está tan desierto hoy?

-Esto no puede ser peor...

Y como si el destino se empecinado con ella escuchó un par de risas a su izquierda y los pelos se le pusieron de punta

-Miren nada más que cosa tan rica- exclamó una voz gruesa

-¡Que suerte compadre, está chica si está para comerse!

-Y nosotros pasando hambre. ¡Dios provee!

Sólo a los desgraciados. Pensó indignada con su mala suerte. De reojo podía ver a los dos tipos acercarse a ella. Uno bajo y barrigón y el otro Calvo y desaliñado. Justo los tipos que me desagradan ¿no podían ser copiados a Bratt Pitt?.

Permaneció quieta, como si el asunto no fuera con ella. Si algo había aprendido era a llevar las cosas con calma, mostrar miedo sólo empeoraría la situación

-¿Hey mamasita, pero qué haces tan solita a está hora?

-Lo único que se puede hacer en una parada de bus, ¿no cree?- respondió de mala gana, sin mirarlo

- Oh mira nada más, nos salió respondona la chica. Así me gustan, mientras más difíciles mejor

El hombre tomó el brazo de la castaña con brusquedad, y sólo entonces Jennie lo miró. Debía estar entre los cuarenta y tantos,  y por su asquerosa apariencia y su horrible aliento a licor barato sabia que no estaban en sus cinco sentidos

-Déjeme inmediatamente

-Claro ricura, después de que nos convirtamos un rato contigo

Jennie intentó forcejear pero era inútil. ¿gritar?, ¿De que serviría?, Las calles estaban solas.

Su miedo empezaba a hacerse notar. Cerró los ojos con fuerza y sólo escuchó un golpe en seco y un quejido.

¿Y ahora que?

-No sé si eres sordo colega, pero la señorita le a dicho que la soltara

Una voz suave pero demandante habló muy cerca de ella. Calmada y con el toque justo de amenaza, pero lo que más le sorprendió fue que era una voz femenina bastante familiar

Al abrir sus ojos lo primero que vio fue a la tailandesa detrás del sujeto que aún la mantenía apresada. Su rostro se asomaba sobre el hombro del tipo, mientras su brazo izquierdo permanecía enroscado en su cuello como Anaconda, y el derecho sujetaba con firmeza una navaja de bolsillo en su yugular

My Bad Girl (Jenlisa G!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora