Desenlace de un nuevo mundo

764 39 37
                                    

Luffy sabía que grandes cosas y retos le esperaban, sobre todo ahora que esta un lugar en donde todo lo que conocía ahora es desconocido, en alguna manera. Por mucho que estuviese pensando en diversos planes nunca daba con uno, siempre se contradecía o había un fallo. Simplemente dejo de pensar demasiado en eso a lo que mejor decidió juntar un poco de información y que mejor lugar que una taberna.

No fue difícil encontrarla, lo que sabía era que no era simplemente entrar y solo escuchar, tenía que pasar desapercibido, solo suspiro cansado para entrar. El lugar era bastante decente pero con un tono algo antiguo, casi como el de una cabaña, bastantes mesas alrededor del lugar y poco personal. Esto le confundió un poco a Luffy, las personas que estaban para atender eran muy pocas para el gran espacio del lugar.

“Buenos días joven”, habló el que podría ser el dueño, era un hombre que bien podría ser abuelo. “¿Necesitas algo?”, preguntó con amabilidad. “Busco trabajo”, contestó Luffy no muy convencido. El hombre se rio un poco fuerte, no era una risa de burla sino que algo obvio. “Y de todos los lugares aquí”, le dijo. Luffy arqueo una ceja en respuesta. “Solo te diré que no eres el único ni el primero que viene buscando trabajo en este lugar”, le respondió, ante esto ladeo la cabeza más confundido. “Porque no aguantan las jornadas infernales que tenemos”, aclaro aun sonriente. Luffy se sorprendió, esperaba que no lo hicieran trabajar todo el día sin descanso y sin comida. “Y la razón es que tenemos bastantes clientes a lo que atender en un lapso de tiempo”, le dijo casi en susurro. Ahí es donde comprendió bastante, volteo para volver a observar con detenimiento el lugar, mucha gente podía caber allí.

“¿Cuándo empiezo?”, preguntó con una sonrisa desafiante. El dueño se asombró con esa reacción, normalmente cuando dice eso la mayoría se retira, esperaba que Luffy diera lo que decía. “Muy bien mocoso, me agradas”, le contesto. “Tu turno será casi en la noche, ahí es donde se empieza a llenar y te podrás ir cuando casi todos se retiren. Nosotros no tenemos cierre, solo hasta que todo se salga de control o si ya no hay ni un alma”, continuo con algo de gracia. 

“Pero antes deja mostrarte a los demás”, intervino antes de todo. El dueño dio un fuerte grito para hacer traer a los demás, ese grito le recuerda su abuelo. Una vez todos estuvieron frente el dueño les hablo. “Me gustaría informales que tenemos a un esclavo nuevo”, hablo como mucha formalidad. “Pero antes, ¿cuál es tu nombre?”, preguntó intrigado. 

Luffy estaba por responder pero se detuvo, aquel hombre de traje blanco le dijo que todo lo que sabía no podía aplicar, por lo que su nombre completo que recuerda tampoco. “Mi nombre es Luffy”, contesto, no podía, no sabía en que podría meterse. 

“Bien Luffy, déjame presentarte a tus compañeros, empezado por ella”, le dijo para mostrar a una chica. La chica se veía que era joven, casi de su edad y un poco baja que él, cabello corto y liso de color grisáceo pálido al igual que sus ojos, y su piel era bastante cuidada y tratada. Llevaba puesta una blusa blanca la cual dejaba sus hombros desnudos, una falda larga la cual la tenía desde la cintura, en esta también tenía un mandil y calzaba botas. “Ella es Rami”, le dijo. La chica solo levanto su mano en gesto de saludo, parecía no ser de muchas palabras. “El que sigue es Glein, mostro a un hombre adulto. Este se saludó un poco mejor que la chica, el hombre vestía una simple camisa blanca con un pantalón negro y zapatos, nada extravagante. Afrel, continuo con otro hombre un poco más joven que el anterior, vestía lo mismo. “Sakya”, siguió con una mujer adulta, misma vestimenta que la chica anterior. “Y finalmente mi hija Nila”, concluyó el hombre mostrando a una chica, esta chica era un poca más joven que los dos ahí. “Por cierto yo soy Klak”, le dijo apuntándose a el mismo. “Y bienvenido al inferno”, terminó extendiendo los brazos con una sonrisas queriendo parecer siniestro.

El Regreso del Rey PirataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora