El Regreso del Rey Pirata

Concluyendo las cosas

Estando en la cima de la Torre de la Justicia, Luffy tenía un panorama perfecto de la vista caótica de la destrucción de Enies Lobby. La imagen de esta, la comparaba cuando la Buster Call cayó en el lugar, no había mucha diferencia siendo la única quien fue el causante.

Luffy estaría por bajar al piso en donde se encontraba Spandam, pero no lo haría de forma convencional ni aburrida, en sus palabras. Se arrodillo en una pierna para que con sus puños golpeara levemente el suelo, hasta llegar al punto que buscaba. Levanto su mano, la cual le dio forma de una garra de dragón de tres dedos, recubriéndola de Haki impacto en el suelo rompiéndolo por completo.

Piso tras piso, fue cayendo de igual manera destruyendo todo el suelo. Spandam estaba asustado desde que sintió el primer temblor, de los cuales no paraban así como se hacían cada vez fuertes y se sentía cada vez más cerca. Se cubrió debajo de su escritorio cuando el techo de su oficina colapsó, estaba aterrado en más de una manera, quien sea que estaba provocando eso, era un salvaje, pero sabia con exactitud de quien se trataba.

Pronto el derrumbo se calmó, el polvo aún estaba suspendido en el aire, el silencio era lo único que se podía percibir en el momento. Spandam con temor e incertidumbre con lentitud sale debajo del escritorio, al frente la espesa nube de polvo poco a poco se dispersaba, hasta que logro desvanecerse para mostrar que no había nadie. Ante lo visto, Spandam esbozo una nerviosa sonrisa de alivio para ya estar de pie mirando a los lados comprobando que no había nada.

Aunque eso le duro poco, ya que Luffy cayo pesadamente contra el escritorio sin romperlo. Spandam cae contra el suelo para arrastrarse por el piso hasta llegar a la pared. Luffy lo miraba con indiferencia, ya que el hombre no significaba ningún peligro o amenaza en ninguna manera y forma, pero tampoco lo dejaría libre.

Sin darle tiempo a reaccionar, Luffy estampa su pie contra su cara dejándolo inconsciente, y eso que no se esforzó en hacerlo. Con todo despejado en cierta forma, no había más que pudiese hacer, sino que seguir causando estragos. Luffy tuvo un recuerdo, esperaba que lo que era, estuviese ahí. Entre cajones que abría, lo encontró, el Den Den Mushi Dorado. Solo bastaba con presionar el botón para solicitar la Buster Call sin más que eso.

Guardándolo en su pantalón con algo de cuidado, empezó a seguir con lo suyo. Mientras con Hancock, esta podía ver a lo lejos la gran nube de humo que se levantaba desde la isla, puesta que aún había tormenta que parecía ser de noche, se podía apreciar muy bien todo. Ella no estaba preocupada, pero estaba algo ansiosa de lo que le pudiera pasar a Luffy, pero sabía que tarde o temprano regresaría.

Por parte de las Kujas, estas también veían con asombro como devastaban una de las bases importantes del Gobierno Mundial. Estaban entre atónitas, estupefactas y asombradas, ellas nunca creyeron que habría siquiera una persona en hacer tal cosa. 

Después de mucho tiempo destruyendo todo a su paso, lo que era la Isla Judicial, estaba reducida a solo escombros. El fuego también era parte del escenario casi apocalíptico del lugar, Luffy ya más satisfecho de su labor, decidió que ya era hora de irse. Por el camino, se encontraba con varios agentes del gobierno y marines que trataban a sus compañeros, todos estos pasaban de largo de él.

Pronto, un marine se posa delante de el con una cámara caracol. Luffy no sabía si era para su cartel de recompensa o para el periódico, pero sería igual si aparece en uno o en otro. Con una sonrisa amplia haciendo relucir sus dientes, la fotografía fue tomada por el extrañado hombre.

Con eso concluido, se retiró sin más de la isla. Aunque logro su cometido, se sentía incompleto, le hacía falta ese reto y esfuerzo de toda batalla campal. No sabía si era porque es demasiado fuerte o en este mundo se habían confiado mucho de no tener ninguna amenaza ni que nadie se revele. Aunque había algunos marines y agentes del Gobierno Mundial que si le dieron frente en su batalla en Marineford, así que por lo menos, la generación después del Mar Rojo ha menguado sus fortalezas.