Tras haber conseguido finalmente el One Piece, el capitan de los piratas del sombrero de paja siguió aún con sus divertidas y casi suicidas aventuras, hasta que finalmente le puso fin, no de la manera como el anterior rey, sino desapareciendo de los...
Después de los acontecimientos de Enies Lobby, la noticia conmociono a todo el mundo de diferentes formas. Por un parte, estaban asombrados y esperanzados de que una persona se levantara causando estragos en las bases del Gobierno Mundial, pero por la otra parte, estaban aterrados de saber que harían los ancianos para lidiar con la amenaza.
Tanto unos como otros, lo apoyaban en secreto con lo que podían, mientras que con otros suplicaban en plegarias que nada de lo que sucediese repercutiera mucho más allá. De esta manera, de una forma involuntaria, Luffy consiguió aliados y creo un movimiento entre las sombras con tal de derrocar al sistema, al Gobierno Mundial.
Los cinco Ancianos no eran ignorantes de todo el caos causado por las acciones de Luffy en sus participaciones en las cuatro beses importantes del Gobierno Mundial, ya sea burlándolas o destruyéndolas, de una manera u otra, el hecho era el mismo. Para los ancianos, todo esto era un ‘presagio’ de una amenaza que arrebataría la paz lograda con tanto sacrificio, en sus palabras.
Aunque tuviesen la autoridad máxima en el poder, tenía que consultarlo con el ‘gobernante mundial’, el cual era el soberano y poseedor de todo el mundo. Por una gran pasillo iluminado, los cinco ancianos caminaban mientras tenían una expresión molesta y seria, al llegar el pie de unas escalera que daban al ‘Torno Vacío’, una persona lo ocupaba sentado, al instante los ancianos reverencian arrodillándose e inclinando la cabeza.
“Im-sama”, dijeron al unisonó los cinco. “¿Cuál es su deseo?” pregunto el anciano portador de la espada. El hombre en el trono no menciono sino que con un movimiento con su mano arrojo un papel al pie de este, quien al verlo junto a los demás, entendieron el deseo de su señor. Sin decir nada y manteniéndose con la cabeza baja dieron media vuelta para retirarse, no sin antes escuchar como otro papel cae al suelo.
Ahora quien voltea es el más joven del grupo, mirando detrás podo ver varias fotos marcadas con una cruz roja, lo que indicaba el mismo destino para todos, tomando las hojas sin mirarla, se retiraron. Este al observar mejor a los marcados, no mostro ninguna expresión sino que se mantuvo con su seriedad. “Todo sea por el equilibrio y por la paz verdadera”, menciono el anciano de la espada, siendo apoyado con un asentimiento por los demás.
“Entonces movilizaremos a todas las armadas afiliadas para eliminarlo”, menciono el anciano del gran mostacho. “Además de mandar a lo Shichibukais como señuelo”, agrego el anciano de pelo con rótulos. “Muy pronto, esa tormenta tan espantosa se calmara y eventualmente, la calma vendrá”, recito el anciano de la espada acomodándose los lentes. Estos dieron la orden a diferentes agentes del gobierno con el propósito de informar la situación.
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Al frente se podía ver la costa norte de la isla del Reino de Arabasta, Luffy se mantenía pensativo en su mente, por su parte estaba preparado para cualquier evento que se presentase. Pero no era el caso con Hancock, quien había escuchado el informe de la situación que involucra directamente a Luffy, esta sabia un poco de todo lo que hizo, pero como lo habían contado por el comunicado era una historia diferente. Ella no dudaba que Luffy se levantó contra cara con el Gobierno Mundial, pero si dudaba que fuera capaz cometer las atrocidades informadas.
