5- Olivia

666 33 0
                                    

Bianca Otamendi

1 semana después.

Nuevamente Enzo me busca hoy a la noche del trabajo, 1:30am y Enzo entró por la puerta del local y se acercó a la caja que atiendo yo.

-Holaa- lo saludé bostezando.
-¿Tenés sueño?- se rió.
-Y si. ¿Llevas algo?
-Una cajita feliz- sonrió.
-Eso es de McDonald's pelotudo.
-¿No tienen menú infantil?
-Se llama cajita mágica.
-Bueno, dame una de esas.
-¿No estás grande para eso?

Se rió y negó con la cabeza.

Anoté la orden y la mandé para que lo preparen.

Vi que salía del establecimiento e iba a su auto, dejé de prestarle atención cuando alguien más entró.

-Enzo- grité cuando salió la orden, ahí lo ví, con una nena a upa.
-¿Viste que no estaba grande para eso?- se rió.
-¿Es tu hija?

Había visto una noticia hace unos meses de que tenía una hija.

-Si, Olivia, tiene 1 año y unos meses.
-¿Y come hamburguesas?- me reí.
-En realidad su mamá me mataría pero bueno, un poquito no hace mal.

Su mamá...

Se llevó la comida y vi como se sentaba y ponía a Olivia en sus piernas, ella rápidamente agarró una papita y empezó a comerla de una manera muy chistosa.

Seguí trabajando hasta que mí turno terminó y Enzo me llevó a mí casa, esta vez nada de gritos porque Oli dormía en los asientos de atrás.

-¿Mucho trabajo?- me susurró.
-De a ratos si y después ya no.
-¿Te habló Julián?
-Si, pero no le respondí todavía, me re jode cuando desaparece así.
-Me imagino.

Ya era la cuarta vez que desaparecía así en el último mes, siempre la excusa de que estaba con su tío.

Nos quedamos en silencio unos segundos y decidí romperlo con mí pregunta.

-¿Y la mamá de Oli?
-Salió y me pidió que la cuide, aunque esta semana le tocaba a ella.
-¿Le tocaba?
-Valentina y yo nos estamos separando, nada más que lo ocultamos de la prensa por Olivia.

Miró para atrás un segundo y sonrió al ver a su hija dormir en su sillita.

Cuando llegamos a mí edificio se desabrochó el cinturón.

-¿Que haces?
-Te acompañamos así vas en el ascensor.
-No boludo, dejá, vas a despertar a Oli por esa boludez.
-Vos deja de hinchar, vamos a acompañarte igual ¿O no Oli?

Claramente no recibió respuesta.

Bajó y dio la vuelta para abrir mí puerta y la de atrás. Bajé y vi como sacaba a la nena dormida de su sillita y la alzaba.

Entramos, saludamos al portero y subimos al ascensor, marqué el piso 5.

-¿Subis 5 pisos en escalera?- me preguntó sorprendido pero susurrando para no despertar a su hija.
-Si- me daba un poco de vergüenza aceptar que lo hacía solo por miedo al ascensor.
-Que boba.

El ascensor paró y yo salí el solo puso la mano para que la puerta no se cierre.

-¿Que haces?- le pregunté.
-Esperar a qué entres sana y salva a tu casa- lo dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

No pude evitar sonreír.

Me acerqué y le di un beso en el cachete y uno en el pelito rubio de Oli.

-Hasta mañana Fernández y mini Fernández.
-Hasta mañana mini Otamendi.

Si Tu Marido No Te Quiere (Enzo, Julián y vos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora