11: principe.

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El cielo celeste me daba sueño, en estas horas estaria tirado en el jardín de mi castillo junto a mi madre, mientras ella cantaba canciones de cuna.

Mientras llegaba le di un vistazo rapido a la gran biblioteca. Era una construccion circular de techo de cristal violeta, donde solo podian ingresar nobles con una tarjeta especial.
Si mi memoria no me engaña, ella deberia estar con el heredero del pais vecino alli.

El principe me habia invitado a tomar el té. Por lo que vestia sencillo pero elegante, no quiero retarlo con mi ropa pero tampoco usaria trapos viejos.

Ademas, tengo que estrenar el broche verde en mi pecho. Un regalo extraordinario de Heeseung esta misma mañana.

Recuerdo del libro que cuando Yeonjun se entera de Sunoo, no siente mas que curiosidad, ya que el menor no conoce su linaje y por eso no lo mataria.

Pero al conocerlo en persona se siente amenazado, entonces comienza a hacer cosas contra el.

Y es bastante estupido venir a la boca del lobo. Pero no puedo huir de esto. Ellos me cuestionarian, mi madre se preocuparia y Yeonjun sospechara de mi.

Me dirigui por un camino de piedras blancas entre arbustos hasta llegar a un espacio verde, el principe estaba ya sentado alli, en una mesa redonda de mantel celeste.

Tres sirvientas, entre estas Yuri, la protagonista, estaban en la mesa rectangular detras de Yeonjun con varios postres, pasteles y teteras.

-Hoy hace un dia maravilloso, ¿Verdad?

Tan maravilloso desde que mataste a tu padre la noche anterior.

-Saludos al principe, sol del imperio.

-Sientate, Sunoo.

-¿Conoce mi nombre, su Alteza?-finjo sorpresa.

El sonrie un poco, con sus ojos de zorro achinandose. Claro que investigo todo de mi. Por eso esta tan relajado.

-Si, asi es. Estabas escondido... ¿Por qué no...?

-¿Apareci hasta ahora?-termine con una sonrisa igual a la suya, mostrando amabilidad.-Bueno, el rey me lo habia pedido y no podia negarme. Aunque no planeo estar mucho tiempo en la capital.

Esa era mi esperanza. Algo ingenua, pero si.

-¿Ah si?-dudo, y apoyo las manos sobre el mantel, golpeteando los dedos cubiertos por sus guantes color negro.-¿Y por qué?

-Quiero vivir tranquilo en el...

-¿Qué es eso en tu cuello?-me interrumpio, con los ojos fijos en este.

Baje la mirada automáticamente.
Maldita sea. Tenia una cortada fina justo encima de la clavícula, habia sido causada en un entrenamiento con Jake esta misma madrugada.

Y el aún no sabia que yo era un caballero.

-Oh, esto...-murmure, sin poder mentir, el conocia bastante bien las espadas y sus cortes.

Su mirada se oscurecio, y parecio darse cuenta. Mierda, si no me hubiese quedado entrenado, habría visto la marca y ninguno de los chicos me lo habia dicho.

-No te preocupes. Después de todo, no estas interesado en nada riesgoso ¿Verdad? Tomemos el té.-chasqueo los dedos y las sirvientas se acercaron.

Una de ellas, de cabello rojo atado en un moño, me sirvio té con un leve temblor y no me miro a los ojos. Mientras ella con sus ojos verdes temblorosos le servia a el.

Yeonjun me sonrio y me hizo creer que todo estaba bien, para su no muy compleja mente, pero sabia que no lo estaba.

Lo confirme al beber el té de durazno, solo un pequeño sorbo y escupir sangre.

-Es un trato interesante para alguien ingenuo, ¿Verdad, hermano?-dije, aguantando el dolor y la ira.

Me levanto, tirando la taza al suelo, y agachando la cabeza. Me marea. La cabeza me da vueltas sin poder ver bien. No puedo levantarme, se que voy a caer.

-Bastardo...-susurro lleno de dolor.

Tal vez me deje llevar, pero no quiero disculparme, no lo merece.

Suspiro, limpiando la sangre de las comisuras de mis labios, esta quema en mi garganta.

-Si, es bastante piadoso para un caballero de la orden roja.

El me dejo solo, luego de darme su mas grande sonrisa borrosa a mis ojos.

Solo quiero un respiro, por favor.

No quiero morir.

Pasos apresurados de las sirvientas se alejan con una orden de Yeonjun, y se que va a llamar a los guardias.

Maldita sea... Ahg....

-No llores, el no merece tus lagrimas, nadie las merece.-la voz de Jungwon es como un canto del cielo en estos momentos.

-Jungwon...-sollozo, me duele tanto.-Es que... Crei que...

-Ya, olvidalo, solo escupe el veneno.-me consolo, agarrandome de los hombros para levantarme.-Yo estoy contigo, y te cubrire la espalda.

¿Por qué tenia que comportarse como un principe azul en estos momentos?

Me incline, y metiendo los dedos adentro de mi boca, vomito.
Un liquido anaranjado mezclado con la sangre queda en el cesped. Es asqueroso, pero el sangrado ahora solo es interno.

-Muy bien, ahora iremos a casa.

Aunque volvamos, ya todo esta grabado en mi cabeza.

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N/a

Espero que les haya gustado><

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Buenas noches, tardes o dias♡

𝐭𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐜𝐚𝐫𝐧𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧-Sunoo HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora