26: Heeseung.

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Jeonghan estaba a punto de salir a matar gente. Por suerte, para los ciudadanos, yo apoyaba la causa, Joshua comenzó a frenar su impulso de querer salir a lo loco y lo tranquilizo luego de unos minutos. Yo por  mi parte, estaba demasiado cansado por la mínima accion de haber tratado con ese homicida hace un rato, además que me dolía la parte baja de la espalda. Los hermanos me miraban de reojo, ellos parados alrededor de la sala, Joshua había ido hasta una de las ventanas de la sala después del impulso de su esposo, ya sin riesgos, y yo me encontraba tenido en un sillón individual, de los tres que estaban junto al sofá para mas personas. Tal vez eran las secuelas del accidente, y mi estado de salud no era el mejor aun, solo esperaba que ellos no me retuvieran mas. La sala era bonita con una chimenea allí, prendida debido a las temperaturas bajas, tan relajante que me podía quedar dormido, de una decoración similar al comedor solo que con mas adornos, estatuas, floreros mas grandes, pinturas y demás muebles elegantes, todos de tonos oscuros y azulados.

-¿Que haremos con ellos...?-inquirí como si no estuviera por volver a prender esa llama en el Yoon mayor.

Los guardias de los Yoon habían encarcelado a los bandidos, no existía tal cosa como un juicio en este mundo, sino que las familias ricas juzgaban por si mismas los crímenes que les ocurrían, exceptuando los que involucraban al estado o a la familia real. Ya era sabido por todos que serian torturados, y para mañana no estarían respirado luego de soltar toda la información que le interesaba a la pareja. Y ahora, a lo que me había referido era nada mas ni nada menos que los chismosos ciudadanos que habían hablado mal de Lia, y a los que Jeonghan ya había anotado en su lista negra.

-Son solo gente ignorante.-quiso apaciguar Joshua, mirando la reacción pensativa de su esposo.

-Eran unos idiotas, mas bien.-aporte.-No digo que los maten, pero unas palabritas dulces sobre lo mal que esta hablar así de otra persona...

- incluso pensaron que Sunoo era mi sobrino, agh...-dijo la chica castaña, haciendo una mueca.-..... También mencionaron a Beomgyu y ese tonto apodo...

-No importa, Lia, y ya sabes que el se gano ese nombre, no deberías burlarte de nuevo.-le advirtió Jeonghan, con bastante frialdad, un tono que nunca había oído de su parte.

-Lo siento.-ella bajo la cabeza, sonando arrepentida.

-Sunoo ya es tarde para que des ese paseo con tu madre, pero cumpliremos nuestra promesa y estarás allí antes de que anochezca.-me hablo Joshua, dándome una mirada que no supe descifrar.-Sobre esos infantiles rumores me encargare mas tarde.

Al final, termine siendo escoltado por los guardias personales de el matrimonio, fue en otro carruaje y los tipos se llamaban Mingyu y Seokmin, fueron demasiado habladores para mi gusto, debido a la insistencia de Joshua y el apoyo de Jeonghan de que no me iría solo de nuevo, y Lia tenia prohibido salir de la mansión por una semana.

...

Habían pasado dos semanas desde que había regresado a el castillo con mi madre. Y esa era otra noche en la que aparecía un hombre desconocido, como era común en esos días desde que había vuelto de la casa Yoon. El entro por el mismo lugar que todos, una de las ventanas de mi habitación, tan predecible. No me moví de la cama, hasta que escuche el filo de la hoja de la espada cuando la quito de su funda y camino unos pasos, con un ruido seco, hacia mi. Supuse que debía estar relajado por su respiración, y no tenia el arma levantada, por lo que antes de terminar de estar por completo sobre mi, ya a un paso de la cama, me lance hacia el con rapidez, sosteniendo mi propia espada, que había escondido debajo de las sabanas a mi lado, y le atravesé el pecho. El cayo de rodillas, y con una mano le cubrí la boca antes de que gritara y despertara a mi madre, así espere hasta que dejo de esforzarse.

𝐭𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐜𝐚𝐫𝐧𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧    [Sunoo Harem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora