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Caminaban de regreso a la estación hablando sobre el nuevo juego que el profesor Karasuma les había implementado para ayudarles con sus técnicas de asesinato.

Karma por un lado los encontraba un tanto aburridos sus métodos no se podían acoplar del todo al trabajo en equipo pero cuando lo ameritaba podía intentarlo con seriedad.

Nagisa lo escuchaba atento riendo ante el recuerdo de Karma jugando con ellos durante la clase de educación física, no era algo que pasara todos los días.

Al pasar por un parque los ojos del pelirrojo aterrizaron directamente en los columpios, ¿cuándo había sido la última vez que había sentido las ganas de subirse a uno?

Sinceramente no lo recordaba pero podía aceptar que algo extraordinario le estaba ocurriendo ese día, primero animarse a participar con sus compañeros y ahora quería correr hacia el parque para jugar en los columpios.

Cayó en cuenta de que Nagisa lo acompañaba pero más allá de frenar sus intenciones pensó en que no podría tener una mejor compañía para mostrar un deseo tan infantil.

—Nagisa-kun ¿podemos….? No,no mejor dicho — lo tomó de la muñeca — acompáñame.

Ni siquiera le dio tiempo de responder o preguntar porque Karma comenzó a correr tirando de su muñeca hacia el interior del parque, cómo no era grande no les tomó demasiado llegar.

—¡¿Qué pasó?! — Estaba intentando recuperar el aliento, estaba agitado y sorprendido.

Akabane lo guío hasta un columpio, empujándolo de sus hombros lo sentó para enseguida ocupar el columpio de al lado.

Nagisa no estaba entendiendo muy bien que estaba ocurriendo pero, cuando vio los pies de su compañero moverse para tomar impulso comenzó a comprender un poco la situación.

Un golpe de nostalgia llegó a la cabeza y corazón de Shiota. No es como si no le gustarán los columpios pero, le recordaban a las ocasiones en las que sus padres peleaban y lo mandaban al parque para que no estuviera presente.

El frío de las cadenas y el chillido que hacían al moverse deseando poder tener a sus padres empujándolo para que pudiera tomar vuelo eran recuerdos un tanto amargos.

Para Karma era una historia un poco similar  pero a la vez demasiado diferente, estos juegos le hacían pensar en esos días de su niñez en los que después de hacer sus tareas y comer en soledad, salía de vez en cuando al parque.

Los columpios eran perfectos para él, era un juego donde no interactuaba con ningún otro niño y sus piernas eran lo único que necesitaba para poder moverse, le gustaba intentar alcanzar las nubes con sus pies.

Sin embargo no negaría lo mucho que le hubiese gustado tener a sus padres o un amigo detrás de él para después intentar lo mismo dando impulso a aquella persona inexistente.

Estaban sumergidos dentro de sus recuerdos hasta que sus ojos se encontraron regresando al presente, tal vez no habían podido vivir aquella época de la manera en la que hubiesen querido pero, ahora podían disfrutar de aquello que anhelaban desde el fondo de su corazón.

Compañía

Karma se levantó y se puso detrás de Nagisa.

—¿Puedo? — colocó sus manos en la espalda de su amigo el cuál asintió.

Comenzó lentamente a empujarlo, Nagisa movía sus pies de adelante hacia atrás comenzando a columpiarse.

Esa tarde jugaron como niños pequeños hasta que el cielo oscureció.

(⁠´⁠ ⁠.⁠ ⁠.̫⁠ ⁠.⁠ ⁠'⁠)~~~~~~~~~~

Una disculpa por la hora!

Al principio estaba escribiendo una cosa bastante diferente y terminó siendo un tanto más corto <( ̄ ﹌  ̄)>

No es romántico en absoluto pero espero que les guste ..・ヾ(。><)シ

Muchas gracias por leer!! ♡( ◡‿◡ )













Karmagisa one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora