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Karma me había invitado a estudiar para los exámenes que tendríamos dentro de dos semanas, tal vez era un poco apresurado, pero después de la vergüenza que pasó en el semestre anterior no quería volver a quedar en el “terrible” cuarto lugar.

Entendía muy bien que, gracias a su ego estaba tomando estas actitudes, en el fondo era una persona muy competitiva además que la pena lo carcomía por verse rebajado por Asano.

Así que eso nos trae al presente, en el cuarto de Karma. 

Estábamos sentados compartiendo la pequeña mesa que tenia preparada para nuestra sesión de estudios.

Suspiré y dejé de escribir, estaba cansado de darle vueltas al lápiz tratando de encontrar la solución para el problema que estaba estudiando, a pesar de tener solamente una hora aquí ya estaba teniendo dificultades para entender lo que venía en el libro de matemáticas.

Me recosté sobre la mesa, cerré los ojos esperando que los números y ecuaciones salieran de mi cerebro, solamente quería un poco de paz, escuché un suspiro y la risa de Karma pero aun no quería levantarme, mis párpados estaban pesados…

—Nagisa… ¿Qué estás repasando?

—Algo de matemáticas, pero, no sé cómo resolverlo — desvié la mirada, me daba un poco de vergüenza admitirlo en voz alta y sobre todo delante de Karma.

—¿No quieres ayuda? No cobro mucho — dijo con una sonrisa que tenía tanta malicia oculta — tengo un precio especial para mi novio.

Mi cara se calentó por la vergüenza, Karma que estaba tan concentrado hasta hace poco ahora me coqueteaba sin descaro.

—Sabes, no te invité a mi casa solo para estudiar — se acercó cada vez más a mí, puso su mano encima de la mía y comenzó a darme caricias.

Se levantó gateando hasta estar frente a mí, seguía con su sonrisa bien plantada en la cara, con una mano me empujó suavemente en el pecho para que me recostara en el suelo.

Me sentía mareado, como si estuviera sumergido en una tina con agua caliente, era una sensación muy agradable.

—¿Qué te parece si… — cortó su pregunta para darme un beso, no contento con ese me dio otro en la mejilla y continuo hasta llegar a mi oreja — te ayudo a repasar biología?

No lograba responderle, mi cabeza se sentía tan ligera, un cosquilleo me recorría desde la espalda baja hasta la punta de mis dedos.

Acaricié su mejilla dándole permiso de hacer lo que quisiera conmigo, volvió a besarme mientras desataba mi cabello.

-—Nagisa…— dijo en un susurro que me quitó el aliento, cerré los ojos esperando impaciente por lo demás.

—Nagisa, Nagisa, Nagisa…

Abrí mis ojos gracias al toque de Karma en mi hombro.

—¿Me estás escuchando? —preguntó con burla.

Espera… ¿qué estaba pasando?

—¿Quieres más té? — preguntó recogiendo mi taza y poniéndola en la bandeja en donde había traído las cosas.

Tuve que parpadear un par de veces para aterrizar en la realidad…

¡¿Solo había sido un sueño?!

Completamente apenado, me incorporé tan rápido como pude, me tallé los ojos y bajé la cabeza, no podía hacer contacto visual con él.

—Sí Karma muchas gracias. — desvíe la mirada cuando tomó la tasa de la mesa.

Karmagisa one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora