Roboto acompañaba al profesor agarrada de su mano, el centro de la ciudad ciertamente le resultaba algo curioso, pero nunca tenía la capacidad de ir por su cuenta, tendiendo solo a caminar por los alrededores de su vecindario o el pueblo de al lado para ir por las cosas de la cena del profesor cuando estaba demasiado ocupado trabajando en algo.
Ellos dos caminaban por un tiempo hasta finalmente llegar al centro comercial, las unidades de asistencia eran bastante comunes ahí, caminando junto a sus dueños, siguiendo las órdenes que y directrices a la perfección.
-¡profesor!
-¿te sorprende no? Cuando naciste, con suerte podía verlas ayudando en clínicas y hospitales. Ahora básicamente asisten en básicamente todo.
-pero eso no me hace....
-¿inútil? En lo más mínimo, me ayudas en la casa por elección propia, más bien te tengo que pedir que no hagas nada.
-pero cuando empiece a ir a la escuela no podré seguir ayudándote.
-soy un vago con demasiados títulos en lo que respecta ciencias mecánicas y robótica e inteligencia artificial, ahí me las puedo arreglar bien.
Roboto suspiro y siguió caminado sin saber que decir en especial llegaron a la papelería, llena de una gran cantidad de útiles, cuadernos, lapiceros, lápices, bultos y demás, proporcionando todo lo necesario para cualquier estudiante.
El profesor revisaba la lista agarrando todo lo necesario, aunque bien no sabia que cosas podría ocupar más exactamente, pero mientras iba revisando cada las estanterías terminó tropezándose con una mujer, dándose la vuelta para disculparse el notaba lo calmada que estaba detrás de sus lentes y aquel flequillo de su largo cabello y aperlado cabello que sólo parecía brillar entre sus ojos, su nariz tan fina y su postura refinada.
-lo siento -dijo el profesor- en serio estaba demasiado metido en lo mío.
-no es nada en serio.
Ella no le importo demasiado y decidió ayudarle con el resto de sus cosas, mientras Roboto solo le veía con cierta admiración mantenía la distancia para ver que pasaba. Ella se acercó un poco más hasta que finalmente el profesor le llamó la atención.
-¿ella es tu hija? -preguntó la mujer-
-en términos sencillos lo es -dijo el profesor- en términos técnicos....
-¿adoptada?
-no...
-te la dejo un pariente después de que falleciera.
-muy específico -admitió el profesor- pero no, ni de cerca
Roboto se paro enfrente de ella respondiendo su pregunta sin taparse
-Mi nombre es Roboto, un robot autómata de servicio con la capacidad de emular emociones humanas hasta el más mínimo detalle.
La mujer se puso a pensar unos minutos sin saber exactamente hacia donde ir hasta que finalmente recordó algo del trabajo.
-pero se escucha muy real... ¿Cómo es algo así posible?
-ni idea, sólo hice lo que sentí que funcionaría en el algoritmo.
Ella empezó a reírse por un minuto y observo su reloj por un instante, decidiendo irse, pero no sin antes darle su número al profesor.
-quizás podamos ir por un café otro día -dijo ella con una dulce voz que quedaba grabada en la cabeza del profesor-
-por mi que fuese algo más -dijo el profesor despidiéndose de ella-
-atrevido.
"Hifumi" era el nombre en ese papel junto a su número, el profesor lo apuntó en su teléfono de inmediato procurando no perder el papel si algo pasaba, solo sonriendo el seguía con sus compras del día algo distraído mientras Roboto le observaba atentamente tratando de que no se lastimara.
-profesor.... ¿Eso que sientes ahora es amor?
-¿Por qué crees eso?
-leí en un libro que uno se pone todo tonto cuando se enamora y eso es justo lo que veo ahora.
-algún día lo sentirás.
Roboto asintió siguiendo con todo hasta volver a la casa, reviso el teléfono por un instante notando varios mensajes perdidos de la compañía, más específicamente de la presidenta hacia el profesor, decidiendo llamarle de devuelta de inmediato.
-perdoné por no haber respondido señora Kurosu. Fuimos a conseguir mis útiles para la escuela.
-ya tranquila mi niña -le respondió ella- igualmente ¿cómo te sientes para eso?
-estaré bien supongo es una decisión que yo tome.
-solo trata de disfrutar tanto como puedas y recuerda.
-una pieza a la vez.
El profesor llegó cargando con las cosas recordando las llamadas, decidió responder ya que estaba en ello, solo una conversación larga que no parecía terminar nunca, así Roboto decidió llevarse sus cosas a la habitación preparándose ya para la escuela en tan solo dos días.
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ROBOTO ROBO ROBO
Ciencia FicciónConoce a Roboto, una androide con la capacidad de sentir emociones humanas y aun con las dificultades que pueda llegar a tener, ella no parara de vivir su vida como lo desea.