Los cables salían de la computadora del profesor, los cuerpos estaban ya completos, meses de investigación con tal de siquiera tener aquel resultado, los monitores brillaban con fuerza, las conciencias de su creación en estasis esperando a sus nuevos receptáculos, cables repartidos en el suelo, conectándose a las médulas de sus nuevos residentes, los lentes del profesor se iluminaban en blanco, un gesto serio preparándose para aquello que tanto ansiaban desde hacía mucho tiempo.
Los tres cuerpos sobre la mesa, un chico pelinegro y alto, de aspecto desaliñado, dos cuerpos femeninos, Uno castaño de cabello corto y el otro de apariencia esbelta y ágil, con el cabello tan largo que llegaba a su cintura.
La lluvia caía con fuerza, los truenos sin descanso azotaban el pararrayos y el de inmediato jalo de la palanca iniciando la transferencia, información, la conciencia de sus hijos se transferida a sus nuevos recipientes, las los monitores empezaban a apagarse uno tras otro, el júbilo llenaba su cuerpo y mente, tanto tiempo preparándolo, tanto tiempo perfeccionando sus cuerpos para al fin llegar a la meta final de su propósito. Una risa que resonaba en toda la casa un milagro que ha podido ser replicado una vez más.
Se levantaban de la mesa con cierta torpeza completamente desorientados el profesor encendió las luces destellandolos al instante.–ya deja eso Frankestein –dijo KuKu algo molesta– ya empiezas a dar miedo.
–lo siento –dijo el profesor– solo me deje llevar un poco.
El profesor les puso un espejo al frente y de inmediato HimeHime se empezaba a sentir satisfecha de su nuevo cuerpo.
–¡¿siempre he sido tan fantástica?!
–ciertamente tienes un ojo para estas cosas –le dijo KuKu– que yo tampoco estoy tan mal.
El profesor les guió por la casa con cuidado, algo inquieto por el brillo de sus ojos, primero la de KuKu, su puerta era de un oscuro roble y al abrirla revelaba un espacio bastante elegante, un punto de acceso en medio de las estanterías vacías, una mesa en el centro de la habitación
–los libros no llegaron a tiempo, pero los tendrás el fin de semana–
–gracias –dijo KuKu entrando acostandose en la cama con cierta satisfacción– cuidare bien de este lugar.
Después siguió Kai, su cuarto era un espacio completamente mínimalista en lo que sólo estaba lo mínimo necesario para Kai, un saco de boxeo de alta resistencia, una cama, un escritorio, un armario y un pequeño espacio de meditación y algunos bonsáis, un suministro de incienso que debería durar para lo que quedase del año y una computadora.
–no supe que poner aquí la verdad –admitió el profesor– después nos sentamos a ver que más hacemos con esto.
–es hermoso –dijo Kai en su satisfacción– solo esto es lo que ocuparé profesor.
HimeHime se quedó pasmada al ver lo mínimo que tenía viendo al profesor quien ni siquiera podía entenderlo aún.
–¿que le diste para que saliera así? –le dijo HimeHime al profesor–
–eso quisiera saber –dijo él– al menos saldrá barato....
–¿qué hay de mí?
El profesor con una sonrisa le enseñó la habitación que estaba en frente de la de Kai, y ella de inmediato fue a ver emocionada, su cama era grande, llena de peluches y bastante suave también, justo al gusto de HimeHime, en una esquina de la habitación un maniquí de cuero y a un lado un armario lleno de rollos de distintos suministros de costura y suficiente tela para satisfacer sus necesidades, un escritorio donde podria hacer sus bocetos y los patrones, también una computadora e impresoras para poder imprimir las cosas que le sean necesarias y por ultimo su guardarropas.
–me las arregle para al menos recrear un tercio del guardarropas de la simulación.
–no ocupabas hacer tanto –le dijo HimeHime–
–El mismo apoyo que va para Roboto se los daré a ustedes y darles todo lo que necesiten.
–me vas a hacer llorar profesor –le dijo HimeHime abrazándole con fuerza –
De repente el profesor sintió un ligero crujido en su espalda sintiéndose como nuevo.
–¿estas bien?
–llevaba semanas con eso –le agradeció el profesor–
El profesor colapso en el suelo al salir de la habitación de HimeHime, durmiendo placenteramente hasta el amanecer, donde Hikaru le encontró después de majar su mano mientras buscaba el baño.
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ROBOTO ROBO ROBO
Ciencia FicciónConoce a Roboto, una androide con la capacidad de sentir emociones humanas y aun con las dificultades que pueda llegar a tener, ella no parara de vivir su vida como lo desea.