11

17.1K 1.5K 418
                                    

-¡No puedo creer que le hayas dicho eso!- exclamó Leash entre carcajadas

Leash y Draco habían vuelto a la alegría que compartieron los últimos meses del año pasado, antes que ella se fuera, susurraban cosas en público y se la pasaban sonriendo y riendo ante bromas que sólo ellos entendían. Se sentaban cerca del otro y Draco solía abrazarla cada vez que podía, caminaban de vez en cuando tomados de la mano, Leash aún era un poco tímida en mostrarse cariñosa en público con él, pero entre mas pasaba, se sentía cada vez más cómoda.

Solían compartir la mayoría de sus clases, por lo cual después de estas, si Leash no iba con Neville o alguno de sus otros amigos, se la pasaba con Draco y cuando la noche llegaba, se la pasaban hablando y riendo en su cuarto, si estaban muy cansados, Draco se quedaba a dormir con ella.

-Tenía 11, era un niño engreído- se justificó Draco

-¿Y qué ha cambiado?- le preguntó Leash, Draco la empujó y ella se dejó caer en la cama aún riendo.

-Insultaste a Ron, fuiste un completo narcisista ¿Y esperabas que fuera tu amigo?- le preguntó levantando su cabeza, aun riendo

Draco fingió reírse con sarcasmo y se recostó a su lado, ambos observando el techo del cuarto.

-Ya sé, ya sé, no fue la mejor primer impresión, pero, era Harry Potter y quería ser su amigo- dijo restándole importancia- Ya no, a la mierda Potter- agregó, Leash lo empujo levemente con su hombro

-Todavía podrías serlo- dijo Leash- Ya sabes, ambos han crecido, han cambiado, las cosas son diferentes- intentó convencerlo

Draco negó y puso sus brazos detrás de su cabeza.

-Sé que desde que llegaste yo he cambiado- dijo Draco- He mejorado- admitió- Pero los traté la por años, dije cosas que no debí- suspiró- Me odian, nunca serían mis amigos- le recordó

-Pues las cosas han cambiado- repitió Leash- Estoy segura que si te disculparas, con el tiempo, las heridas podían sanar y, todos seriamos amigos- aseguró con una sonrisa cálida

Draco la volteó a ver con ternura, Leash podía parecer intimidante y agresiva, lo cual sí era, pero lo que Leash en realidad quería era paz, quería que la gente si quisiera y respetaba. Trataba a todos con amabilidad y calidez, porque lo que ella en realidad valoraba era el cariño entre la gente, por ello le era fácil creer que la gente podría perdonar a Draco por todo lo que había hecho.

A él por otro lado, le costaba creer que alguien quisiera estar con él, antes de que Leash llegará a su vida, Draco sintió que se pasaría el resto de su vida solo, no por qué nadie estuviera interesado en él, muchas chicas habían intentado tener algo con él años atrás, pero Draco terminaba alejando a todos, trataba mal a la gente y eventualmente, la gente se iba.

Sabía que era su culpa, que había alejado a gente y los únicos que no se habían ido eran Blaise y Daphne, que eran igual de amargados que él. Toda su vida fue enseñado a usar su apellido y poder para tomar ventaja, por lo cual, toda su vida actuó de esa forma, no sabía cómo salir de ello. Fue hasta que conoció a Leash que lo hizo salir del molde en donde sus padres lo habían obligado a crecer.

Pero su novia tenía razón, las cosas estaban cambiando, él estaba cambiando y tenía suerte y por alguna extraña razón, decidieran perdonarlo, Draco podría tener lo que siempre quiso, gente a su lado.

Pasó su brazo derecho detrás de la nuca de Leash y con la otra mano empezó a revolver su cabello y Leash empezó a rodar en la cama intentando quitárselo de encima.

-¡No!- dijo Leash quejándose

-¡Oh, vamos!- se burló Draco soltándola, una sonrisa en su rostro- ¡Te ves adorable cuando te enojas!- le sonrió

Leash se levantó rápidamente, sentándose en la cama.

-¿Adorable?- preguntó molesta- ¡He liderado guerras! ¡La gente me teme!¡He matado gente!- dijo indignada

Draco pellizcó sus mejillas y le dio un beso en la frente.

-Adorable- repitió

Leash frunció el ceño pero no pudo evitar sonreír, no le gustaba bajar su defensa, mostrar su lado sensible, había sido enseñada que los sentimientos son debilidad, por lo cual siempre lo evitaba, pero no podía evitarlo, Draco la hacía sentir tan feliz, segura y en calma.

-Te amo- dijo Leash de repente

Draco se dejó de mover unos segundos, la había escuchado decirle "te amo" antes, pero era siempre quien lo decía primero, jamás había sido ella la que tomará la iniciativa, por lo cual Draco sintió como su corazón se aceleraba como loco.

Draco acarició el rostro de ella, pasando su pulgar por su cicatriz y con delicadeza, plantó un beso en su párpado, justo arriba de la cicatriz.

-Yo también te amo- susurro de regreso, con una delicadeza que hizo a Leash temblar

No se sabe cuál de los dos se acercó primero, pero sus labios estaban tocándose, besándose con un cariño y suavidad delicada, tomándose su tiempo encontrándose en los labios del otro. Draco pasaba sus manos por el cabello de ella, desenredando con sus nudos los nudos de su cabellera, asegurándose de no lastimarla, Leash tenía sus manos en los hombres de él, recargándose en su cuerpo.

Fue un beso lindo, inocente en cierta forma, que transmitía todo lo que no podían decirse, fue lento y gentil, dedicándose a explorar cada centímetro de sus labios. Pero él besó empezó a tornarse más profundo, acelerado, transmitiendo una sensación de desesperación y necesidad.

El beso comenzó a intensificarse mientras ellos se acercaban más, con una mano Draco la tomó de la cadera y la otra la dejó en su cabello, Leash lo tomó del cuello y con su otra mano estrujó fuertemente su camisa.

Draco la acostó lentamente en la cama mientras se ponía encima de ella, sus manos las bajó hacia su cadera, acariciando su piel en el camino, este movimiento causó que su blusa se levantará y Draco empezó a acariciar el abdomen de Leash. Su piel era suave y se erizó al tacto con él, sentía que se quemaba, que cada parte donde él la tocaba, ardía. Aún besándose, Leash empezó a bajar sus manos al pecho de Draco, las pasó por debajo de su camisa y encontró la piel del chico, caliente a su roce, sus bocas permanecían a un ritmo acelerado y profundo.

Draco cortó el beso para llevar sus labios hasta el cuello de Leash, la cual sólo pudo cerrar los ojos disfrutando la sensación, Draco empezó a morder los puntos sensibles de Leash y ella se arqueo acercándose más a él, pasando sus manos por los brazos y espalda del chico.

Draco soltó un suspiro al sentirla más cerca de él, aumentó el agarre en la cintura de ella y Leash echó la cabeza para atrás.

-Draco...- gimió Leash pasando sus manos por el cuello de él

Draco no pudo evitar sentir placer al escucharla decir su nombre de esa forma, por lo cual intensificó los besos y mordidas en el cuello de ella. Leash llevó sus manos al borde de los pantalones de él, jalándolo por la hebilla del cinturón y fue él quien no pudo evitar soltar un sonido.

Unos toques en la puerta los hicieron detenerse inmediatamente.

-¿Quién es?- preguntó Leash preocupada

-Soy yo, Harry, lamento venir a esta hora pero me dijiste que podía usar el pasadizo cuando quisiera- dijo Harry a través de la puerta 

No me dejes -2 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora