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La primera vez que se le vio a Draco y a Astoria juntos, fue un evento para toda la escuela, apenas habían pasado unas semanas desde que Leash y él terminaron, lo cual en sí fueron noticias trágicas para todos. Ninguno de los dos tuvo que explicarlo, todos lo notaron, simplemente dejaron de estar juntos, dejaron de hablarse, dejaron de verse y todos lo pudieron observar.

Nadie se atrevió a preguntarle a ninguno de los dos lo que había pasado, pero por supuesto, había rumores en los pasillos, unos decían que desde que Leash se fue el verano pasado, las cosas nunca fueron iguales, otros decían que que simplemente dejaron de quererse o que Draco la había engañado, aquella última fue la más mencionada debido a el tiempo que había estado pasando con Astoria.

La verdad era que Draco había empezado a salir con Astoria casi inmediatamente después de terminar con Leash, Astoria se sorprendió cuando él la encontró un día y la besó detrás de los estantes de la biblioteca, había estado ocultándose por semanas, ya que Astoria temía la reacción de la gente, en especifico la de Leash y aún más la de su hermana.

Por lo cual, el día que Draco y Astoria entraron al Gran Comedor tomados de la mano, también entró un silencio de desconcierto, la mitad de las miradas estaban en ellos y la otra mitad estaba en Leash, la cual ni siquiera se mostró sorprendida o molestó, una parte de ella siempre lo supo.

Pero la reacción de Leash no era de la que Draco debía preocuparse.


El día había transcurrido de manera normal, Astoria estaba en clase y Draco tenía entrenamiento de Quidditch, por lo cual estaba en los vestidores de Quidditch, cambiándose después de haber entrenado. La puerta de los vestidores se azotó con fuerza y todos los chicos brincaron del miedo.

-¡Daphne!- dijo Theodore intentando detenerla pero ella lo empujó molesta.

El golpe hizo que la cabeza de Draco volteara hacia la derecha, la mano de ella estaba fría pero el lugar en donde lo había abofeteado estaba caliente. Cuando Draco regresó su vista a ella, temió por su vida.

Daphne respiraba agitadamente, sus hombros estaban tensos y rectos, mientras que sus manos estaban hechas puños, lo miraba con una determinación de arrancarle la cabeza y Draco creyó posible.

-Te pedí una cosa- dijo Daphne en voz baja- Durante todos los años que te he conocido, te pedí una sola cosa- le repitió

-Daphne...- intentó hablar pero ella lo empujó hacia su casillero, haciéndose estampar de espaldas

-No me llames así, no me vuelvas a llamar así- le recrimino

Por más molesta que Daphne lucía, la verdad era que se veía lo decepcionada que estaba, sus ojos lo miraban con pena, lástima y decepción.

-He estado a tu lado, todos estos años- dijo ella- Apoyándote- susurró- Y lo único que te pedí, fue que la dejarás a ella- dijo refiriéndose a Astoria

Draco jamás la había visto así, siempre se mantenía distante y fría, pero en ese momento, se veía tan vulnerable, tan, triste.

-Veo que todos esos años de amistad se han significado nada para ti- se burló- Eras mi mejor amigo, yo te apreciaba, te estimaba- dijo con los ojos acristalados, pero tragó saliva y volvió a recuperarse- Espero que lo valga, por que acabas de perder a la única persona que siempre te apoyo- dio un paso hacia delante y bajó su voz para que sólo él pudiera escucharla- No sé qué demonios le hiciste a Leash, pero si me llego a enterar que le haces algo así a Astoria...- no terminó la oración pero Draco entendió perfectamente

Con un último empujón, Daphne se dio la vuelta y salió de los vestidores, todos observaron a Draco atónitos, Theodore no dudó en ir detrás de Daphne pero Blaise se quedó unos segundos observando a Draco, luego negó con la cabeza y se fue con ellos.


-¿Quieres hablar de ello?- preguntó Neville a Leash

Las clases habían acabado por el día y Neville y Leash estaban en las gradas del estadio de Quidditch al igual que algunos estudiantes, viendo al equipo de Gryffindor entrenar.

Leash no apartó su mirada de los jugadores.

-A ti te lo conté todo- le recordó Leash- Neville era la única persona a la que ella le contaba cada cosa de su vida, eran mejores amigos y encontraban en el otro una conexión de seguridad

-Habló sobre lo de hoy- dijo refiriéndose a Draco y Astoria

Leash se quedó callada

-¿Te sorprendió?- le preguntó ella y Neville negó con su cabeza- A mi aún menos- reveló- Astoria estuvo en su vida antes que ello y una parte de él nunca la dejo ir, luego nos distanciamos y ellos se acercaron- se encogió de hombros- Podía verlo en sus ojos- miró a Neville- Como empezó a escogerla a ella- susurró

Neville la abrazó de lado y ella le dedicó una pequeña sonrisa.

-¿Y como te sientes?- le preguntó preocupado

-Bien- eso era una mentira- Mejor- eso era cierto- Al inicio, tenía miedo de su reacción y en el momento, enojo- admitió- Me di cuenta que no era quien yo creía que era- suspiro

-¿Quieres que lo golpeemos? Estoy seguro que Fred lo haría sin problemas- bromeó y Leash río

-No, está bien, él tomó su decisión y yo lo he aceptado- respondió

Justo en ese momento, Fred Weasley pasó volando a su lado, estaba sudando y tenía una enorme sonrisa en su rostro.

-¿Un beso de buena suerte?- bromeó Fred

Leash le sonrió y le levantó del dedo, Fred rió y siguió volando hacía el partido, Leash lo vio acercarse aun sonriendo.

-Hablando de Fred...- dijo Neville estirando las vocales- ¿Que traen ustedes dos?- le pregunto alzando y bajando sus cejas, Leash lo empujó ligeramente

-De nuevo, lo sabes todo- le recordó volteando los ojos, Leash volvió a mirar el número del jersey de Fred.

La verdad que ni ella sabía que estaba pasando entre ellos, ese año Leash lo había dejado de ver como el hermano mayor de Ron nada más y cuando se enteró que él la quería, se encontraba a ella misma pensando en el pelirrojo. Cuando él la besó, quiso darse por vencida y corresponder el beso, pero estaba con Draco y no lo creyó correcto.

Fred había estado a su lado durante las últimas semanas, fue de los primeros en enterarse que ella y Draco habían terminado y en ningún momento la había presionado, tan sólo la había apoyado.

-¿Pero te gusta?- preguntó Neville sin querer soltar el tema

-No lo sé plantita- se burló Leash

Fred la volteó a ver desde su escoba y le guiño un ojo a lo cual Leash no pudo evitar sonreír.

-¿Entonces todavía amas a Draco?- preguntó Neville con delicadeza

Leash se quedó callada. 

No me dejes -2 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora