mr.wolf ; jm

extra.

Metió una goma de mascar en su boca mientras subía al ascensor, con las manos en sus bolsillos, movía la pierna ansioso. No era su primera vez y definitivamente no sería la última, pero seguía sintiendo esa incomodidad, todavía no se acostumbraba a tener que abrirse con alguien después de pasar dos años arraigado y con una personalidad completamente diferente a la suya.
――Buenos tardes, Señor Park, pase. ――Recibió su psicológa, al verlo abrir la puerta.

――Buenas tardes. ――Tomando su lugar, Jimin se sentó en el sofá de color azul y la mujer dió unos cuantos clicks en la computadora antes de sentarse frente a él con una libreta.

――Por favor, cuéntame, ¿Cómo te haz sentido últimamente?

――He estado bien, puedo decir que cada día me siento mejor.

――Desde que se te recomendaron las sesiones, no haz faltado a ninguna. Estoy muy orgullosa de ti.
――Hablaba cómo si le hubieran dado otra opción.

Ha pasado un año desde lo sucedido. Los policías se llevaron el mérito de encontrar a más de veinte personas que se encontraban desaparecidas, contando también aquellas que encontraron en el patio de la gran mansión, enterrados. La noticia corrió rápido, la forma en la que algunos adinerados buscaban como método de diversión ver a jóvenes desesperados por dinero, matarse entre sí.
Quiénes resultaron heridos fueron atendidos y regresaron a casa, pero las heridas físicas sanaban más rápido que las mentales.

Nunca se dió a conocer, públicamente, los rostros de los monstruos que iniciaron con dicha organización pero se sabía, llevaba años existiendo, lo que solo aumentaba el número de víctimas y posibilidades.

Se recomendó que todos y cada uno de ellos tuvieran terapias especiales, para poder ayudarlos a superar el infierno que les hicieron pasar.

Hablando de las víctimas, gracias a las dichosas máscaras, ninguno de los sobrevivientes pudo reconocer quiénes eran los que estaban detrás de los malos tratos que llegaron a enfrentar, sin embargo, Jimin sí sabía y eso dejaba un cargo de conciencia aún mayor.

――¿Las pesadillas han disminuido?――Pregunta ella.

――No del todo. Ya no son frecuentes como antes, pero de vez en cuando, vuelven a aparecer.

――¿Sigue siendo lo mismo? ¿Tu sosteniendo un arma en la cien de una persona? Debes recordar que fuiste una víctima más de esas personas y que tú no eres un asesino. Esos sueños solo representan tus miedos de lo que pudiste convertirte si estabas ahí más tiempo.

Y quisiera creer eso, pero por más inocente que quiera sentirse, Jimin sabía que no era tan fácil lavarse las manos. ――Lo sé. ――Dice porque ella desconoce el rol que él tenía allá.

――¿Tu relación con tu familia va bien? ――Él asiente contento. ――¿Qué hay de tu novia? ――Y ahí sonríe más.

――Ella es encantadora. ――Se toma su tiempo para responder. ――Ha sido de gran apoyo para mí. No hay día en el que no agradezca haberla conocido. Conseguimos un empleo de medio tiempo. En una tienda departamental. ――No es la gran cosa.――Pero ambos intentamos, volver a la vida que teníamos antes, claro, cambiar algunas cosas, pero vamos bien. ――Suspira. ――Estamos creando nuevas y mejores memorias, para ambos y por supuesto, estamos sanando juntos.――Ella escribe cosas en su libreta mientras le escucha atenta. ――Eunae es... Maravillosa en todo el sentido de la palabra. Solía creer que mi vida se había acabado y que no tendría solución aún si tenía posibilidad de escapar de ese lugar pero ... Con ella... En cuanto la conocí supe que no todo estaba perdido, me ha dado un impulso para continuar, para mejorar como persona.
Supe que no era un final si no un nuevo comienzo, que quizá me premiaron por todo lo que pasé y ahora tengo un regalo como ella en mi vida.