Lavender Effect

Tu llegada

La lavandula angustifolia es probablemente la más conocida de su especie. Principalmente, crece en Francia e Italia. Respecto a su apariencia, supera el metro de altura y está compuesta por tallos cuadrados con ángulos redondeados. Sus hojas tienen una forma con punta de lanza, afiladas, con el nervio central marcado en la cara abaxial de la lámina. Mientras que sus brácteas son amplias y de formas ovaladas —a excepción de las bractéolas, que son casi lineales— de tonos pálidos y grisáceos, similares al color pardo verdoso. Y finalmente las flores, con ese peculiar color púrpura con toques azules realmente hipnóticos, además de ser rica en néctar y con un potencial abrumador para la creación de aceites esenciales.

Al igual que muchas de su especie, es conocida por sus propiedades medicinales, pero esta lavanda en especial es más abundante en atributos, pues cuenta con cualidades antioxidantes, ansiolíticas, analgésicas, antiinflamatorias y antibacterianas. Es utilizada como calmante para aliviar el insomnio, el estrés, la irritabilidad, el dolor por contracciones o reumatismo. Y también como desinfectante y cicatrizante. Esa última propiedad era una de las más sorprendentes para Jungwon. La capacidad de ayudar a reparar los tejidos vivos para sanar las heridas, mejorando la actividad de las proteínas involucradas y aumentando la expresión de colágeno...era simplemente impactante. Jungwon nunca creyó que esa linda planta portara no solo una fragancia y apariencia espectacular, sino que también era capaz de acelerar ese proceso biológico que tanto había hecho presencia y había caracterizado sus intereses amorosos.

Jungwon no había tenido éxito en ninguna de sus relaciones, algunas veces lograba una conexión física, pero nunca sentimental, no al punto que él quería. Y a pesar de que se había resignado en su búsqueda por ser amado, las cicatrices tan profundas de su corazón no se desvanecieron. Y eso lo molestaba, las horribles marcas por sus sentimientos nunca desaparecían por completo, no eran visibles y podían pasar desapercibidas por la mayoría de sus conocidos si se esforzaba un poco en aparentar estar bien, pero hiciera lo que hiciera estaban ahí. Jungwon ya estaba harto de esa situación.

Estaba tan sumergido en sus lamentos que no se percató de la inesperada llegada de una fragancia dulce y relajante que comenzó a sanar su dolido corazón. Ese extravagante aroma perteneciente a una lavandula angustifolia, similar a la stoecha que había conocido hace un par de años. Ese extravagante aroma que pertenecía a un chico llamado Jay Park, un chico de intercambio que ahora era su vecino en las unidades habitacionales de la universidad.

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