Fueron unas semanas eternas en las que Jungwon apenas podía concentrarse en las actividades esenciales de su vida. Todos los días a todas horas pensaba en Jay. El chico había adoptado una presencia tan importante en su vida que continuarla sin su compañía era una tortura. Tener que esquivar su mirada de preocupación, evitar sus interacciones en las instalaciones de la escuela y apartarse en sus encuentros por amigos comunes, era agotador y contraproducente para su bienestar emocional. Jungwon sabía que la única solución, y el único camino al que se tenía que dirigir, era confesarse y tomar una decisión dependiendo de lo que surgiera después. Pero la incertidumbre de ser aceptado o rechazado era intimidante, lo abrumaba por las noches con recuerdos y pesadillas que mostraban lo solitario que era por culpa de su cobardía.
Jungwon estaba cansado. Harto de su situación, optó por hacer algo. Lamentablemente, tardó demasiado en acumular el valor suficiente y el día en que Jay viajaría de vuelta a Estados Unidos había llegado. Jungwon apenas se percató del tiempo que había perdido mientras se encontraba sumergido en sus dudas e inseguridades. Con velocidad, se vistió con un atuendo casual y por primera vez salió de su apartamento con una energía desbordante. Corrió despavorido hacia el exterior del edificio y le pidió ayuda a Heeseung para llegar al aeropuerto, su amigo no dudó ni un segundo en apoyarlo y accedió a manejar su auto hasta el sitio indicado. De nuevo, Jungwon se dirigió corriendo al interior del edificio terminal en busca del chico que amaba.
Aún quedaban un par de horas para el vuelo de Jay, pero Jungwon tenía la necesidad de votar todos sus sentimientos lo antes posible, ya había soportado demasiado. Entonces lo vio, sentado en las mesas de una cafetería con una taza de té mientras observaba la pantalla de su celular. Su perfil siempre desarmaba por completo al menor, pues se podía apreciar a la perfección su marcada mandíbula que se dirigía a una barbilla fina y que subía por su recta nariz. Sus labios delgados con una pequeña marca en el medio del inferior por culpa de la resequedad. Sus ojos rasgados con un delineado natural que le daba un aspecto felino junto con sus cejas alzadas. Y por último, su cabello, que a comparación del tinte rubio del inicio de año, ahora mostraba su color natural: un marrón oscuro que parecía negro y que resaltaba el color claro almendrado de la piel de su rostro.
Jungwon tragó duro y decidido, comenzó a caminar hacia él. Esta vez no iba a huir, no iba a llegar tarde, no iba a quedarse callado. Por primera vez iba a confesar sus sentimientos. Quería decirle que le gustaba todo de él, que lo quería y que lo amaba. Al llegar a su costado, Jay pareció sorprendido, pero...esperanzado de su presencia. Ambos decidieron conversar en un lugar más apartado de la cafetería, al aire libre y con una vista alta. Los nervios comenzaron a mandar temblores y escalofríos a la espalda de Jungwon, quien apretó los labios antes de decir la razón por la que había venido a despedirse.
— Te amo — le dijo con una determinación intimidante y con una mirada que mostraba las fuertes llamas de fuego que ahora quemaban su corazón por lo que significaban aquellas palabras.
— Yo también — contestó él. Jay alzó su mano hasta rozar su mejilla para tomar con delicadeza su rostro e inclinar su torso. Ambos se miraron a los ojos con detenimiento, mientras surgía una mezcla rara de nervios, alivio y amor en sus vientres. Los dos relajaron los párpados y se dejaron llevar. Sus labios se tocaron con una caricia frágil, que con los segundos se transformó en un beso más profundo y de movimientos pronunciados. Ese sería su último beso.
Sin aviso, las lágrimas se derramaron por la comisura de los ojos de Jungwon humedeciendo sus mejillas. Jay cortó el beso para rodearlo con uno de sus brazos y apretar sus cuerpos, mientras que con el otro conducía su mano libre a las raíces del cabello del menor, masajeándolas con ternura. Jungwon se aferró a su agarre y hundió el rostro en el pecho de su amado, no quería despedirse, no ahora que por fin había logrado tomar el valor de confesarse y encontrar a alguien que sentía lo mismo por él. Por primera vez se había sentido amado en la forma que él quería, pero el destino se esforzaba en arrebatarle esa felicidad. El vuelo de Jay se acercaba con velocidad, sin interrupciones y con una presencia que afligía todavía más a su ya débil corazón.
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Ya casi se va a terminar, solo faltan 2 capítulos 😭😭😭 ¿que creen que pase 👀?
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Lavender Effect
FanfictionLuego de experiencias trágicas con sus intereses amorosos, ¿Jungwon volverá a creer en el amor? ⚠️ Advertencia ⚠️ - Contenido +18 - Capítulos cortos - Escrita a modo de relatos - Algo cursi (tal vez mucho) - Idea random con flores SHIPS: Jaywon...